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Narbona, azótanos

Publicado en Libertad Digital

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A pesar del pequeño escándalo mediático que provocó el asunto, a mi me pareció muy bien que Doña Cristina abrigara sus glúteos con una marta cibelina, pues su trasero, en tanto que Ministra del Reino de España, es un bien público que conviene preservar de los rigores otoñales y más en los aledaños de la sierra madrileña, conocida por sus corrientes traicioneras. Además, sensible al sufrimiento de las especies amenazadas por la industria peletera, tuvo la delicadeza de interpretar un coqueto escorzo de forma que su egregia retaguardia sólo descansara tangencialmente en la prenda, para que luego los ecolojetas la acusen de crueldad con los bichos.

Una vez al timón del ministerio, Narbona se ha dedicado principalmente a reñir a los españoles, que es lo que uno espera de las personas a las que paga el sueldo con sus impuestos. A los gallegos les ha acusado de permitir la ola de incendios desatada este verano por no practicar la sana virtud de la delación, de honda raíz socialista. En Cuba, los vecinos se espían entre sí y se denuncian mutuamente al guardián de la revolución responsable de su manzana, fórmula que convendría importar por su probado éxito: en los frondosos bosques caducifolios de La Habana jamás se ha producido un incendio.

Esta semana la ministra ha tenido la deferencia de visitar nuestra región, a pesar del riesgo que suponen para su delicada pituitaria las nutritivas aguas fecales con las que, según ella y sus técnicos, los murcianos solemos rociar cada mañana nuestros bancales de lechugas.

Pero aunque intente moderarse, a la ex-pareja del actual presidente de la logia parlamentaria europea le puede el espíritu de "dómina" que toda ministra de cuota lleva dentro. Esta vez ha estado hasta amable con nosotros, pero en actitud forzada que no logra ocultar la severidad que caracteriza a nuestra broncínea sargenta. Yo creo que en su próxima visita a nuestros pagos, el PSOE murciano debería montar un patíbulo para que Doña Cristina, con fusta y antifaz de cuero, azote públicamente a los que la Confederación Hidrosocialista haya sorprendido "desperdiciando" el agua que su gobierno nos niega. Propietarios de piscinas, plantadores de brócoli y demás delincuentes, vuestra hora se aproxima.

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