Los adultos españoles somos muy poca cosa. Nuestros cuidadores han decidido que no somos capaces ni tan siquiera de mantener una conversación civilizada para decidir si se fuma o no
El gran logro social de la ONCE, la supuesta integración social de los ciegos y otros colectivos de discapacitados, no pasa de ser un espejismo que se difumina a poco