Algo digno de mención si se tiene en cuenta la ristra de mentiras y la demagogia barata a la que nos tiene acostumbrados la clase política española. Ahora bien, dicho
Así, autoridades poco dedicadas al bien común y demasiado a la propaganda se pusieron a apagar los focos que iluminan diversos monumentos, mientras un número indeterminado de personas –pero que
Por este motivo, unos gestores codiciosos pudieron apalancarse numerosas veces sobre su capital para adquirir productos estructurados que ni ellos mismos comprendían. La sencillez de este argumento nos ofrece la