Ser tan progre tiene una ventaja: se puede defender la censura por motivos morales sin ser tachado de carca o inquisidor. Una cosa curiosa de los progres es que en
Siempre se reconoció que los Estados, que formaron un acuerdo de unión, se podían desasir con la misma libertad con que se entrelazaron. El Norte, especialmente, apeló a aquél derecho
No hay ninguna razón ni filosófica ni práctica que justifique la existencia de veinte televisiones propiedad de las comunidades autónomas, además de las dos cadenas estatales analógicas y sus derivados