La llegada de este joven partido en aguas de Estrasburgo y Bruselas, siempre turbulentas para quienes quieren navegar libremente por internet, es un buen toque de atención a unos políticos
Y dice mucho por dos motivos. Primero por cuanto ya debería ser algo sobradamente conocido entre todos los españoles: al Gobierno –a ningún Gobierno, pero con especial intensidad a éste–