Recibí un SMS esta mañana, una alerta informativa. Lo leí y no podía creerlo. Le habían dado a Barack Obama el Nobel de la Paz. Un gobernante que lleva ocho
Es una cosa así como nuestros premios Príncipe de Asturias, pero a lo bestia y mejor dotados económicamente, condición necesaria para que los iconos progresistas acepten ir a recogerlos. Excepto