El buen hombre ha defendido, como era de esperar, que se desconecte a aquellos internautas que utilizan sistemas de intercambio de archivos. Hasta ahí, nada de especial. Lo increíble es
Rubalcaba lo sabe, y María Teresa Fernández de la Vega sabe que lo sabe, lo que resulta bastante más divertido. Porque si alguien piensa que una herramienta de espionaje tan