Hace más de un siglo, Frédéric Bastiat, uno de mis economistas liberales favoritos, describió de la siguiente manera el objeto de sus esfuerzos, escritos y casi de su existencia: Lo
En ella podía verse que España, Irlanda y Portugal tenían un déficit y una deuda pública muy similares a los de Estados Unidos y Reino Unido y que, asimismo, los