La muerte de Hugo Chávez nos ha dejado una congregación de plañideras que entre llanto y llanto se han dedicado a loar los logros del líder de la revolución bolivariana.
"Que la vida iba en serio uno lo empieza a comprender más tarde", decía el poeta Gil de Biedma. En España, tras años de crisis, parece que es ahora cuando, como
Se acostumbraron nuestros políticos a gastar a lomos de la recaudación fiscal extraordinaria que proporcionaba la burbuja inmobiliaria (el gasto público per cápita en 2007 era un 60% superior al