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¡Gracias, Muso!

Publicado en Libertad Digital

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Manuel Ayau, Muso para quienes hemos tenido al enorme placer de conocerlo, ha sido un emprendedor entusiasta que ha hecho realidad lo que muchos pensaban que sólo podía producirse con un milagro y ha evitado en diversas ocasiones recortes de libertades que todos daban por ineludibles.

Muso no rehuyó nunca una batalla por complicada que fuera si lo que estaba en juego era la libertad, y en cada ocasión mostró una inigualable tenacidad que aderezaba siempre con su incansable humor. Ingeniero, empresario, profesor, rector, piloto de helicópteros, político, escritor o columnista fueron algunas de las actividades que ejerció este hombre capaz de aglutinar a lo mejor de su sociedad sin que la multiplicidad de tareas le llevara a quitar tiempo a su familia y sus amigos.

El año próximo se cumplirán 40 años del comienzo de la mayor de sus proezas, la fundación junto a un grupo de amigos de la Universidad Francisco Marroquín. La Marro, como se la conoce cariñosamente dentro y fuera de Guatemala, es un centro de enseñanza universitaria cuya excelencia académica es reconocida internacionalmente. Grandes universidades de Estados Unidos miran a la Universidad Francisco Marroquín cuando diseñan su futuro y somos muchos los profesores universitarios europeos que soñamos con poder contar algún día con un centro de tan elevado nivel y cuya misión sea la enseñanza de los principios liberales. En España el diario Público se han referido a la Marroquín como "el templo del liberalismo".

El nombre de Manuel Ayau estará siempre ligado al crecimiento de las grandes instituciones liberales internacionales durante los últimos 50 años. En 1959 fundó el Centro de Estudios Económicos y Sociales (CEES), uno de los think tanks más antiguos y respetados del mundo de habla castellana; entre 1978 y 1980 presidió la prestigiosa Sociedad Mont Pelerin; desde 1987 fue miembro del consejo de Liberty Fund, donde seguía desempeñando sus funciones al igual que lo hacía en la Association for Private Enterprise Education y en otras organizaciones académicas y difusoras del ideario liberal.

Su preocupación por la pobreza, tanto en su Guatemala natal como en gran parte de Iberoamérica, fueron el motivo de muchas de sus reflexiones académicas y periodísticas que dieron lugar a su libro Es un juego que no suma cero; una importante lectura para todas las personas interesadas por el tema del desarrollo (y la ausencia de desarrollo) económico. Su interés en la difusión de los principios del (libre) mercado le llevaron a escribir El proceso económico, un manual de introducción a la economía con el que se han formado varias generaciones de estudiantes.

En 2008 tuvimos el honor de entregar a Manuel Ayau el "Premio Juan de Mariana a una trayectoria ejemplar en defensa de la libertad". Se presentó en Madrid con su inseparable Olga y cautivó a los liberales que se dieron cita aquel 23 de mayo en el Casino de Madrid. Aquella noche fuimos muchos los españoles que experimentamos lo contagioso que era el bacilo de la libertad que portaba Manuel Ayau.

Muso nos ha dejado hoy, pero el ejemplo de su maravillosa persona, la grandeza de su legado y su contagioso amor por la libertad perdurarán. ¡Gracias, Muso!

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