Los principios de la política (I): el mito de Prometeo
El ser humano requiere de una vida política; además, éste es capaz de desarrollar un lenguaje para discutir sobre lo justo y lo injusto.
El ser humano requiere de una vida política; además, éste es capaz de desarrollar un lenguaje para discutir sobre lo justo y lo injusto.
Según Bobbio, lo cual compartimos plenamente, lo central del positivismo jurídico no es una valoración positiva (o una justificación) del derecho positivo, sino: (i) un approach que nos permite distinguir el derecho real del derecho ideal; y (ii) una teoría de las fuentes.
Desde hace varias décadas, Costa Rica se ha convertido en un referente en desarrollo humano, como el desarrollo de una extensa clase media, y la promoción de una economía de servicios
La tarea contra el estatismo es fundar nuevas escuelas y universidades liberales o transformar a las instituciones educativas para que la cultura libertaria penetre en la población y la puedan defender contra el estatismo.
Ninguno de los que se han definido como milagro económico es explicado o producido por hechos sobre naturales, sino por políticas económicas, a veces a acompañadas de coyunturas favorables o desfavorables a las mismas.
Resulta vergonzosamente claro que Stiglitz no ha leído mucho a Hayek. La afirmación de que Hayek basó su economía política en la competencia perfecta entre seres humanos racionales que se supone que lo saben todo sobre cualquier cosa es un disparate.
Piensa mantener el aspecto «micro» de su microescuela. «Seguir siendo pequeña es muy importante para mí. Valoro las clases pequeñas y el fuerte sentido de comunidad que hay aquí. Todo el mundo se conoce. No estoy dispuesta a renunciar a eso».
El problema es que Javier Milei se encontró con la anarquía, peor no con la económica sino con la política. Coordinar una organización como el estado, que es anárquico de partida, requiere entender bien su funcionamiento interno y conocer los medios, como la ideología, para poder cohesionarlo y llevar adelante programas bien dirigidos.
Miriam González: «Si yo hubiera hecho lo mismo que Begoña Gómez cuando mi marido era vicepresidente del gobierno británico, me habrían quemado en Trafalgar Square».
Esta gente no ha entendido que Milei no es Núñez Feijóo, sino un tipo que ha derrotado a los Kirchner (de Argentina, no los de La Moncloa).