¿Por qué no puede ser el Congreso de los Diputados como la Real Academia Española de la Lengua?
Ya que no tiene lema, propongo que el Parlamento asuma uno parecido al de la RAE: «Inventa, impón, y fastidia a la nación».
Ya que no tiene lema, propongo que el Parlamento asuma uno parecido al de la RAE: «Inventa, impón, y fastidia a la nación».
El populismo es un mal endémico subyacente a la democracia y está presente en aquellos países que siguen arrastrando problemas que no han podido resolver hasta hoy.
Se confunden, creo yo, quienes creen que las máquinas, por sí solas, serán capaces de resolver todas nuestras dificultades, ya que el problema económico, por mucho que algunos se empeñen, no queda reducido a un problema técnico de mera asignación, maximización u optimización de recursos,
El manejo de las masas es distinto que el de los individuos, ya que no es necesario convencer a cada uno de ellos, sino que una masa crítica asuma un objetivo o una idea y, luego, dejar que el comportamiento grupal que posee el ser humano siga su curso.
Luis Carlos Martín vuelve a la escuela histórica alemana, a crear economía desde la historia, aunque desde unos presupuestos menos ingenuos; mucho más sólidos.
Pocas cosas hay más ridículas que demostrar tu propia ignorancia cuando crees estar señalando la ignorancia ajena. Y ha bastado con que Pablo Casado dijera una obviedad que rompe con
En el artículo de hoy retomo el asunto de un post anterior donde explicaba que la confianza no es lo que confiere valor al dinero. Confianza entendida como que otros
Hace unos cuantos meses escribía en este mismo espacio acerca de la reforma de las pensiones propuesta por el gobierno de España. En dicha columna comentaba que aún desconocíamos el
“Nuestro sistema monetario está basado en prácticas que, si fuesen realizados por algún individuo o firma privada, llevarían a los perpetradores a la cárcel” Antal Fekete. La banca libre era,
En los saraos donde se deciden las nuevas cadenas que nos van a poner solo van cuatro actores: lobbies, políticos, funcionarios y periodistas. Y los cuatro están del mismo lado, ya sea por convicción o por interés.