El conocimiento solo adquiere valor en la medida en que los emprendedores sean capaces de encontrar cómo aplicarlo.
La causa de las ruinas la encontramos en el empobrecimiento generalizado de los “antiguos” y en la gradual imposibilidad de mantener su nivel de vida.
Las personas que discriminan voluntariamente son normalmente las más perjudicadas por su decisión.
El hecho de que ahora creamos que las normas se crean por los Parlamentos es una conveniente imposición de los políticos para cercenar la libertad individual.
El mero hecho de depositar dinero en un sistema de reserva fraccionaria nos expropia una parte de su valor en términos estadísticos para beneficio del depositario.
La reserva fraccionaria puede ser un modelo de negocio válido para la banca, pero su viabilidad dista de estar probada en el libre mercado.
Los conocimientos que da la teoría económica tienen muy poco valor, al contrario de los que la actividad emprendedora, como la de Paramés, proporciona.
Si estás en contra de las armas, no trates de prohibirlas: trata de que los Estados desaparezcan o de que dispongan cada vez de menos recursos.
Repitamos con Hazlitt: hay que mirar lo que pasa con todos los grupos y a todos los plazos.
Es precisamente el hecho de que los seres humanos tengamos el cerebro que tenemos la causa de que la praxeología pierda su carácter científico en sentido tradicional.