En la tercera entrega hemos analizado cómo Marx construyó su teoría de explotación en sección II. de El Capital. En las páginas finales de la Sección II, Marx declaraba que el secreto del plusvalor se encuentra en el proceso de producción. Los problemas de Marx comienzan en este momento.
El barco de Marx está a punto de abandonar el tranquilo lago del pseudohistórico orden precapitalista tradicional basado en las tradiciones. Lo que le espera a Marx es el tempestuoso océano del capitalismo industrial con olas gigantes generado por la competencia. Marx se encuentra a punto de enfrentarse a la misma situación, lo cual hizo que Smith abandonara la teoría del valor-trabajo, dando cuenta la relevancia de inversiones capitales y el espíritu empresarial. Para poder mantener la vigencia de la teoría valor trabajo en el entorno del capitalismo industrial, Marx no tuvo más remedio, que abandonar la lógica y la claridad.
Los primeros pasos de la operación engaño
Marx, en las últimas frases de la Sección II, prometió que revelaría en la sección siguiente el secreto del plusvalor en el proceso de producción (C1, 214). A pesar de ello, la Sección III comienza con una sorpresa. El título de la Sección III es «La producción del plusvalor absoluto» (C1, 215), y no «La producción de plusvalor«. Este título es desconcertante. Marx prometió el análisis del plusvalor, y no el plusvalor absoluto.
La segunda sorpresa es que Marx ni siquiera explicó en la Sección II y III por qué decidió analizar el plusvalor absoluto en lugar del plusvalor. No se encuentra ninguna explicación en estas dos secciones acerca de la diferencia entre plusvalor y plusvalor absoluto. Marx no ha elaborado un capítulo introductorio en la Sección III, el cual describiera qué es el concepto de plusvalor absoluto. Se trata de un misterio, ya que la Sección IV sobre del plusvalor relativo comienza con un capítulo en el que se explica el concepto de plusvalor relativo y su diferencia con plusvalor absoluto (C1, 379).
Cuatro sorpresas
La tercera sorpresa es que, a pesar de su título, el texto de la Sección III solo utiliza el término plusvalor y no menciona ni una sola vez el término «plusvalor absoluto». Sin embargo, en la Sección IV, Marx utilizó con frecuencia el término plusvalor relativo, dejando muy claro que se trata de una subcategoría del plusvalor. Parece que Marx ha insinuado que analiza el plusvalor en sección III, y no el plusvalor absoluto.
La cuarta sorpresa, que Marx finalmente ha proporcionado una explicación acerca del plusvalor absoluto en las primeras páginas de la Sección IV, con el propósito de explicar el plusvalor relativo. Según Marx, el plusvalor absoluto es el plusvalor «producido mediante la prolongación de la jornada laboral”. El plusvalor relativo «surge de la reducción del tiempo de trabajo necesario» (C1, 383). Esta definición tardía ha generado una nueva confusión.
La definición del plusvalor absoluto fue formulada después de que en el penúltimo capítulo de la Sección III acerca de la jornada laboral (C1, Capituló VIII, pp. 277-366), Marx explicó que en las primeras décadas del siglo XIX comenzó la tendencia a la disminución del tiempo de trabajo. Esto indica que Marx ponderaba que la adquisición del plusvalor absoluto era una característica de un período anterior en la historia del capitalismo, y que el progreso hacia al capitalismo industrial trajo consigo una nueva forma de obtener ganancia.
La plusvalía total es anterior al capitalismo
En realidad, diversas afirmaciones de Marx respaldan la creencia de que la adquisición del plusvalor absoluto es una característica de un período anterior al capitalismo industrial.
- Marx, en su análisis sostenía que en la época del inicio del capitalismo «la naturaleza general del proceso laboral no se modifica, naturalmente, por el hecho de que el obrero lo ejecute para el capitalista, en vez de hacerlo para sí. Pero en un principio tampoco se modifica, por el mero hecho de que se interponga el capitalista, la manera determinada en que se hacen botas o se hila.” (C1, 224). Esta descripción fue reforzada en las páginas ultimas de la Sección III. Analizando el progreso del capitalismo, Marx señaló que cuando el capital comienza por subordinar al trabajo bajo las condiciones técnicas en las que se encuentra. No cambia inmediatamente el modo de producción. (C1, 376).
- En la Sección IV, Marx aclara que tuvo lugar un período del capitalismo que fue una etapa previa al capitalismo industrial propiamente dicho. Este período transcurrió desde el siglo XVI hasta el último tercio del siglo XVIII (C1, 409). Las características de este período son más o menos similares a las descritas en la Sección III.
- Marx también afirma en Sección III que la transformación del modo de producción mismo mediante la subordinación del trabajo al capital se produce más tarde, y por esta razón su análisis se llevará cabo más adelante (C1, 224). En realidad, este es el ámbito de la Sección IV, en la cual Marx analiza el plusvalor relativo.
La plusvalía relativa es propia del capitalismo industrial
Estas afirmaciones indican que la explotación mediante la obtención del plusvalor absoluto es el método empleado en el periodo preindustrial. El plusvalor relativo, en cambio, es la fuente de ganancia de la era del capitalismo industrial, en la cual las capitalistas invertirán en mecanización de la producción y reorganizan el proceso de trabajo con el fin de incrementar la eficacia de la producción. En consecuencia, esta periodización sugiere que la teoría principal de ganancia de Marx solo es adecuada para en la etapa de capitalismo preindustrial.
¡Una verdadera sorpresa! ¡La teoría explica la explotación en el capitalismo industrial es adecuada para una etapa anterior del capitalismo industrial!
Marx, sin duda, no desea afirmar esto. Su objetivo era persuadir de que su teoría de plusvalor absoluto también se aplica al capitalismo industrial. En consecuencia, no comunicó expresamente que está examinando una etapa del capitalismo preindustrial en el caso de la obtención del plusvalor absoluto. Tampoco se declaró a nivel teórico, que existió una etapa preindustrial del capitalismo basada en la obtención del plusvalor absoluto, seguida por el capitalismo industrial basado en la expropiación del plusvalor relativo.
El intento de conciliación
Por el contrario, Marx, en la Sección III, también da a entender que estaba examinando el capitalismo industrial. En sus ejemplos, analiza factorías con mecanización, no solo talleres preindustriales. Por ejemplo, Marx calculó la tasa de plusvalor en una hilandería que contiene 10.000 husos de mula potenciados por máquinas de vapor (C1, 263). En el capítulo VI de la Sección III, Marx examinó la relación entre el capital invertido en máquinas (capital constante) y el capital invertido en salarios (capital variable) (C1, 255-276).
A través de estos ejemplos, Marx indicaba que la obtención del plusvalor absoluto es característica del capitalismo industrial, y no de una fase preindustrial o etapa inicial del capitalismo, en la que la mecanización y, por ende, el capital constante no tenía importancia. Marx claramente implicaba que la obtención del plusvalor absoluto es una forma general de adquisición del plusvalor en el capitalismo, y válida también para el capitalismo industrial.
En la Sección V, Marx ofrece un compromiso y sugiere que la adquisición del plusvalor absoluto fue la primera forma de adquisición de plusvalor, pero constituye la base general del sistema capitalista, y el punto de partida para la producción de plusvalor relativo. A pesar de que la adquisición de plusvalor relativo es característica del capitalismo industrial plenamente desarrollado, «los métodos de producción del plusvalor relativo son, al propio tiempo, métodos para la producción del plusvalor absoluto.» (C1, 619).
No obstante, el problema de este argumento es que los dos métodos de adquisición de plusvalor son contrarios debido a que las fuentes del plusvalor son distintas, las cuales ya hemos analizado anteriormente.
- Las dos teorías sobre los mecanismos para obtener beneficios de Marx, y sus consecuencias (I)
- Las dos teorías sobre los mecanismos para obtener beneficios de Marx, y sus consecuencias (II)
La literatura sobre la cuestión
Böhm-Bawerk (1896, p. 99) ya había detectado esta vacilación y confusión por parte de Marx entre dos distintas épocas tales como la época preindustrial de productores individuales, como era Robinson Crusoe, y la época de producción capitalista industrial en fábricas mecanizadas.
La literatura marxista está también se divide en cómo localizar la etapa del plusvalor absoluto. Según Schlesinger (1950) y Roberts (2017) la expropiación del plusvalor absoluto es una etapa distinta, seguida de la etapa basada en la expropiación del plusvalor relativo. En contraposición, Rosdolsky (1977), criticó el concepto de etapas de Schlesinger. Él argumentó que la sección metodológica de los Grundrisse proporciona una orientación acerca de cómo entender la posición del plusvalor absoluto.
En los Grundrisse, Marx explicó que su método es analizar el funcionamiento abstracto del capitalismo primero, y luego amplia su análisis teniendo en cuenta a las características específicas del capitalismo. No obstante, Marx no incluyó la sección metodológica del Grundrisse en El Capital. Heinrich (2022) afirmó que Marx abandonó la dicotomía entre abstracción y realidad en los manuscritos de 1865.
Karl Marx, prestidigitador
Nuestra opinión es que esta confusa incertidumbre acerca de cómo comprender la localización de la adquisición del plusvalor absoluto en el desarrollo histórico del capitalismo es una mistificación y una confusión intencional por parte de Marx.
La creación de confusión por parte de Marx sirvió para ocultar que la adquisición del plusvalor absoluto no es una teoría aplicable en las condiciones del capitalismo industrial, con grandes inversiones en maquinaria y con la necesidad de acciones empresariales en un entorno competitivo. Sin embargo, la combinación de dos distintas etapas pudo hacer creíble la teoría de Marx, ya que la economía precapitalista se puede ignorar la existencia de la necesidad de grandes inversiones de capital, y el rol empresarial era menos evidente debido a la prevalencia de la rutina económica tradicional. Por esta razón, Marx elaboró un texto que intencionadamente carecía de claridad acerca de cómo localizar la posición de la adquisición del plusvalor absoluto, siendo una forma general de adquisición del plusvalor o se encuentra en la etapa precapitalista.
Pero la mitificación de la localización de la adquisición del plusvalor absoluto por sí sola no era suficiente para hacer plausible su teoría. Marx tuvo que emplear una manipulación aún más fuerte, que se analizará en el artículo siguiente.
Bibliografía
Böhm-Bawerk, E. (1896) Karl Marx and the Close of his System. 1949th edn. New York: Augustus M. Kelley.
Heinrich, M. (2022) How to Read Marx’s Capital.
Marx, K. (1867) El Capital. Libro I. 2009th edn. Madrid: Siglo XXI.
Roberts, W.C. (2017) Marx’s Inferno: the political theory of Capital. Princeton (N. J.): Princeton university press.
Rosdolsky, R. (1977) The Making of Marx’s Capital. London: Pluto Press.
Schlesinger, R. (1950) Marx: His Time and Ours. London: Routledge and Kegan Paul Ltd.
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