En este caso se trata del penúltimo episodio en el escándalo desatado por el pago del Gobierno de Merkel a un delincuente para robar listados de depositarios de cuentas bancarias
De todas las respuestas, la más curiosa es la que culpa a los especuladores. Si éstos pudiesen manejar el precio a su antojo, lo harían subir sin límite y tendrían