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Elementos hayekianos en el pensamiento de Edgar Morin

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Edgar Morin es un intelectual muy interesante. Un hombre independiente, marginado de la Universidad, pero que se ha ganado el interés de otros estudiosos. Tiene un libro muy interesante, El paradigma perdido: el paraíso olvidado, en el que se plantea el "proceso de hominización" de nuestra especie, a partir de la sociedad de los primates. Su investigación entraría dentro del amplísimo programa de investigación de Hayek, con cuyo pensamiento comparte algunos elementos que voy a referir aquí.

El primero de ellos es la concepción de la mente como "un centro organizador del conocimiento, del comportamiento y de la acción", que, en contra de la drástica dualidad cartesiana mente-mundo, es fruto de la evolución no sólo biológica, sino social. Dice Morin: "de repente se hunde el antiguo paradigma que oponía naturaleza a cultura. La evolución biológica y la evolución cultural son dos aspectos, dos polos de desarrollo interrelacionados e interreferentes del fenómeno global de hominización. La evolución biológica, partiendo de un primate inteligente y de su compleja sociedad, viene seguida por una morfogénesis técnico-sociocultural que reanuda y estimula una evolución juvenilizante y cerebralizante". Con estas dos últimas palabras se refiere a la formación de la mente y del cerebro.

Cuando aparece la arquesociedad, como llama a la sociedad homínida prehistórica, el hombre descubre la trascendencia en la muerte, con ella la propia conciencia y la individualidad. Aparece la dualidad sujeto-objeto. En este proceso, "lo que de repente se convierte en el problema crucial para el sapiens es la incertidumbre y la ambigüedad que caracterizan la relación entre su cerebro y el medio ambiente… A partir de este momento se hace necesario interpretar los ambiguos mensajes que llegan al cerebro y reducir su incertidumbre a través de operaciones empírico-lógicas… Se hace necesario optar, escoger, decidir… El homo sapiens se ve condenado a operar según el método llamado precisamente ‘de ensayo y error’, incluso y sobre todo si se mantiene fiel al método empírico-lógico".

Este proceso de ensayo y error se produce también en las primeras sociedades homínidas, en las que se produce una diáspora y una diferenciación de los grupos sociales, con distintas adaptaciones al medio. "El conjunto del sistema social poseía virtudes tales que constituían un verdadero éxito selectivo"; una selección que también se produce para los distintos grupos sociales. Éstos se caracterizan por un sistema cultural que "en tanto que sistema generativo, asegura la autoperpetuación y autorregulación permanente". Es más, "el conjunto constituye el sistema generativo de una sociedad sapiencial que, a través de reglas, normas, prohibiciones, cuasi-programas y estrategias, controla la existencia fenoménica de la complejidad social. Dicho sistema se autoperpetúa en el curso de la sucesión de generaciones al reproducirse en todos y cada uno de los individuos".

El pensamiento de Morin tiene una tara fatal que trunca lo que de otro modo sería un pensamiento mucho más veraz. Si no lo repitiera con insistencia, no podría creer que para Morin el comportamiento individual es aleatorio, y por tanto lleva al caos. Este elemento es central en Morin y netamente antihayekiano. Ahora bien, no sólo tiene elementos dispersores. Nos dice el francés que hay fuerzas de desorden "conductas aleatorias, competiciones, conflictos" que son a su vez "componentes del orden social (diversidad, variedad, flexibilidad, complejidad). Aún en esta última faceta es la amenaza permanente representada por el desorden la que otorga a la sociedad su carácter complejo y vivo de reorganización permanente". Esto se produce por la asunción de normas de comportamiento que son más abstractas y complejas que las tribales: "Para progresar en complejidad a la sociedad de los homínidos no le queda otro remedio que reducir simultáneamente la competición y la jerarquía entre sus machos; es decir, desarrollar entre ellos factores de cooperación y amistad, a la vez puentes afectivos interindividuales entre adultos y jóvenes".

Tras la arquesociedad se produce otro salto cualitativo, "la sociedad histórica". "La arqueosociedad relacionaba algunos centenares de (individuos). La sociedad histórica engloba como mínimo varios millares de hombres; en algunos casos varios millones", un cambio demográfico que hace más variada y compleja la sociedad. "Esta extraordinaria heterogeneidad está controlada y dominada por un aparato central de control y decisión, el Estado", institución a la que le da un peso excesivo. Pero por otro lado, "la especialización hará progresar a un nivel gigantesco la complejidad de los sistemas sociales, multiplicando sus productos, riquezas, intercambios y comunicaciones, estimulando las invenciones en todos los dominios de la actividad humana y provocando el florecimiento de las civilizaciones".

Edgar Morin es un pensador interesante, que le hubiera podido ser de ayuda o complemento a Hayek, pero que pierde en interés a medida que avanza en el tiempo el objeto de estudio, ya que cuando llega a la historia aparece el análisis marxista.

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