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Convención liberal en Madrid

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Alejandro Chafuen conjuga las facetas de un brillante académico con la de un exitoso gestor en la expansión del liberalismo.

Como les escribía el mes pasado, la semana de la libertad que organiza nuestro Instituto por estas fechas ha tenido una novedad importante: la convocatoria The Convention. Liberal Festival, celebrada en la flamante sede madrileña de la Universidad Francisco Marroquín. Junto a ella, tuvieron lugar nuestras ya consolidadas feria del libro liberal, LiberAcción, y la cena para la entrega del Premio Juan de Mariana, concedido este año a Alejandro Chafuen. Comprenderán que es imposible resumir todos estos eventos en el formato de un ‘Análisis’… pero sí quiero destacar algunas ideas de esos días.

Por orden cronológico, comenzaremos por la feria del libro LiberAcción, convocada este año en los salones de Value School. Para no extenderme en la explicación de los muchos invitados que acudieron, aquí les copio la información completa que ofrecía el IJM.

Allí echamos en falta un asistente habitual: Luis Reig Albiol, un ilustre liberal tan cercano a nuestro Instituto, fallecido recientemente. El profesor Huerta de Soto le recordó esa mañana, con algunas palabras que luego reprodujo en la prensa y también pueden consultar en nuestra web.

De entre los muchos libros presentados, me disculpan que focalice la propuesta editorial del Centro Diego de Covarrubias, que este año presentó tres ejemplares de la Colección “Cristianismo y Economía de Mercado”. Aquí les he hablado de dos de ellos: los de Martin Rhonheimer (Libertad económica, capitalismo y ética cristiana) y el homenaje Rafael Termes. Un liberal cristiano. La tercera obra fue una interesante reflexión de Francisco José Contreras: En defensa del liberalismo conservador. Me pareció una muy necesaria contribución al debate sobre el pensamiento liberal, con esta corriente que en nuestro país parece ha tenido menos presencia mediática. El autor comenzó explicando la historia de la expresión conservative, cuando en el ámbito norteamericano los verdaderos liberales quisieron recuperar ese término liberal que se habían apropiado los políticos demócratas (a comienzos del siglo XX). Luego expuso algunos valores “conservadores” que él considera necesario defender frente al falso progresismo de las izquierdas, como “el cumplimiento de los compromisos, la previsión, el ahorro, la laboriosidad y la responsabilidad. También la solidaridad voluntaria y la caridad privada. O la institución familiar, con la fidelidad conyugal, el cuidado de los hijos y el respeto a los padres. Sin olvidar instituciones mediadoras como las asociaciones vecinales, las iglesias o la sociedad civil en su conjunto”. Un interesante programa que comparte muchos principios con el liberalismo clásico, y algunos menos con la corriente libertaria (como su defensa de la vida de los no nacidos o de la familia “tradicional” entre marido y mujer…). Pero esto sería tema para una reflexión bastante más larga.

Al día siguiente se celebró la esperada Cena de la Libertad en el Casino de Madrid, con la entrega del XII Premio Juan de Mariana que les adelantaba recibió Alex Chafuen (hasta hace muy poco Presidente de Atlas Network y ahora Director Internacional del Acton Institute). Después de las palabras de Gabriel Calzada, Jesús Huerta de Soto y otros amigos de todo el mundo, Chafuen pronunció un discurso del que también pueden leer algunas ideas en nuestra web. Alejandro Chafuen conjuga las facetas de un brillante académico, experto en nuestros autores escolásticos de Salamanca (me atrevería a decir que su libro Raíces cristianas de la economía de libre mercado consiguió difundir en el entorno hispanohablante las tesis de Marjorie Grice-Hutchinson sobre The School of Salamanca), con la de un exitoso gestor en la expansión del liberalismo, desde su responsabilidad en Atlas. Son tantos los think tanks que le debemos enorme gratitud por su inestimable ayuda.

Finalmente, quería completar algunas ideas que ya les expresaba aquí el mes pasado respecto al track organizado por el Centro Covarrubias en la Convención Liberal. Se titulaba ‘Salamanca, as a pillar of free thinking’, en el que participé junto con Angel Fernández, moderados por Domingo Soriano. Aunque estuvimos hablando largo y tendido sobre otras muchas cuestiones relacionadas con el pensamiento liberal, ahora les quería copiar varios textos relacionados con el tema de la sesión: la Escuela de Salamanca, ¿precursora del liberalismo?

Comenzando, por ejemplo, con esta cita de Rafael Termes, que encontramos en el libro señalado arriba: “Pues bien, estos escolásticos, cuyas opiniones y sentencias todavía hoy son altamente útiles para enjuiciar las actuaciones económicas desde el punto de vista ético, fueron partidarios, en líneas generales, de lo que hoy llamamos liberalismo económico” (pág. 232). Y que completo con otra referencia al de Chafuen: “La Universidad de Salamanca no solo habría sido la primera en defender, dos siglos antes de Adam Smith, el liberalismo económico, sino también la fuente nutricia del liberalismo político, cien años antes de Locke” (pág. 15). Ideas que ustedes mismos podrán ratificar acudiendo a las fuentes, como estos párrafos del Monetae mutatione de Juan de Mariana (algo que ya han podido leer en los artículos de mi compañero de columna, José Carlos Rodríguez):

Capítulo I. ‘Si el rey es señor de los bienes particulares de sus vasallos’

“A la verdad que el rey no sea señor de los bienes de cada cual ni pueda, quier que a la oreja le barbotean sus palaciegos, entrar por las casas y heredamientos de sus ciudadanos y tomar y dejar lo que su voluntad fuere, la misma naturaleza del poder real y origen lo muestran…”.

“…los reyes sin consentimiento del pueblo no pueden hacer cosa alguna en su perjuicio, quiere decir, quitarle toda su hacienda o parte de ella”.

Capítulo II. ‘Si el rey puede cargar pechos sobre sus vasallos sin consentimiento del pueblo’

“Algunos tienen por grande sujeción que los reyes, cuanto al poner nuevos tributos, pendan de la voluntad de sus vasallos, que es lo mismo que no hacer al rey dueño, sino al común…”.

 “… aquí no tratamos de lo que se hace, sino de lo que conforme a derecho y justicia se debe hacer, que es tomar el beneplácito del pueblo para imponer en el reino nuevos tributos y pechos”.

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