La mayor factura oculta del Estado: el repago de la deuda

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 En los últimos tiempos si nos interesamos en la economía del país hay ciertos temas recurrentes: la sostenibilidad de las pensiones, el total de deuda acumulada, el gasto en defensa, etcétera. Sin duda hay otro tema que suele aparecer constantemente pues está relacionado con todo lo demás, este es el destino del gasto público español.

 Es un hecho que Hacienda es una de las agencias del gobierno que mejor cumple su función, pues de ella depende una gran parte de la actuación del estado. Sin embargo, esta entidad solo recauda la financiación, no la reparte, esto corre a cargo del presupuesto aprobado por el gobierno central. Esta politización del gasto público es intrínseca a nuestro sistema y si bien esta se ve fiscalizada por los medios de comunicación y la población, hay un claro desconocimiento sobre a qué se dedica “nuestro dinero”.

 La persona media te dirá que este se dedica a educación, sanidad, carreteras… La persona algo informada te dirá que este también se dedica a subvenciones y a gasto social, el economista te dirá que mayoritariamente este se dedica a pensiones y de forma creciente con el tiempo… Pero existe un dato que posiblemente solo conozcan estos últimos, los economistas, pero que rara vez se habla de ello, la deuda pública y los intereses.

 En España la tasa de la deuda sobre el PIB alcanza el 100%, lo que significa que, si quisiésemos dejar de estar endeudados, tendríamos que dedicar absolutamente todos los recursos que producimos en España durante un año a pagar la deuda. Esto es, debemos lo mismo que el valor de todo lo que se produce en España en 12 meses. Esta tasa viene reduciéndose por un tiempo, no porque debamos cada vez menos, sino porque el valor de todo lo que producimos va en aumento, lo que hace descender la tasa.

 Hasta la crisis del 2008 nuestro país era un ejemplo de disciplina fiscal, y la tasa de deuda sobre el PIB llegó a bajar hasta el 35% de la producción española, lo que hoy nos igualaría en ese dato a Suiza, aproximadamente. La deuda tiene una característica que lo acompaña, los intereses. Cuando a una persona le presta dinero un amigo/familiar, normalmente no añade intereses a la transacción, simplemente pide la devolución de lo prestado. Sin embargo, en ámbitos institucionales siempre existen los intereses, lo que hace que tengas que devolver más de lo que pediste.

Por suerte, España ha tenido intereses “bajos” desde que comenzó la explosión de la deuda en la crisis, lo que hizo que ese plus a devolver no sea muy elevado, pero desde el 2022 hemos visto como los tipos han aumentado, lo que ha provocado que el estado tenga que dedicar más recursos a pagar por su endeudamiento. Si la deuda pública española aumentase sus intereses (un supuesto nada descabellado), el presupuesto tendría que inclinarse más a pagar deudas y menos a otras partidas.

 Y es que rara es la persona que conoce el tamaño actual del presupuesto dedicado al pago de deuda pública. Según los Presupuestos Generales del Estado Consolidados publicados en enero, el total dedicado a esta partida fue de 31.275.000.000€, lo que representa el 5,4% del total del presupuesto y la segunda política de gasto más grande de todas[1] solamente superada ampliamente por el gasto en pensiones contributivas y, solamente de forma conjunta, por las transferencias a otras Administraciones Públicas totales (CC. AA, Entidades locales, UE…).

Para ponerlo en perspectiva:

  • Pagamos 6 veces más en deuda que en sanidad o educación (ambas algo por encima de 5.000 millones).
  • Es equivalente a dos presupuestos y medio de defensa (12.317 millones).
  • Representa 1,5 veces el gasto en desempleo (21.000 millones).
  • Es casi 15 veces el presupuesto de justicia (2.231 millones).

 El presupuesto que estamos obligados a pagar anualmente por nuestra deuda es equivalente a todo el presupuesto anual combinado dedicado a: justicia, defensa, sanidad, educación, construcción de carreteras, conservación de carreteras y el ingreso mínimo vital.

PartidaMillones de € 
Deuda Pública31.275 
PartidaMillones de €
Justicia2.231
Defensa12.317
Sanidad5.505
Educación5.338
Construcción de carreteras1.594
Conservación de carreteras1.208
Ingreso Mínimo Vital4.193

Ahora bien, si a alguien se le ocurriese pensar que el problema es que no se gasta lo suficiente en todas esas otras partidas de gasto, debería saber que si se aumentasen esos presupuestos aumentaría la deuda pública, lo que haría aumentar aún más el gasto por endeudamiento. Semejante carga fiscal solo podría cargarse en los hombros de la clase media española, sin posibilidad de cargar únicamente a las rentas altas.

Si la deuda española se redujese al nivel del de naciones como Alemania o Polonia podríamos ahorrarnos cerca de la mitad del presupuesto a deuda además de generar un círculo virtuoso siguiendo el siguiente razonamiento. Si España reduce su deuda, muestra a los inversores que se preocupa por ser solvente, lo que reduciría la percepción de riesgo de prestarle al gobierno y por lo tanto el tipo de interés de su deuda, lo que ayudaría a reducir aún más el presupuesto de deuda, volviendo al principio del círculo. Al reducir la deuda además se libera capacidad de gasto en reducir aún más la deuda o para otras partidas. Además, no debemos olvidar cómo se acumula la deuda de un país, esto es con déficits públicos, es decir, gastando más de lo que se tiene.

Para dejar de endeudarse, el primer paso es acabar con el déficit público y generar equilibrio (gastar lo que se tiene) o superávit presupuestario (gastar menos de lo que se tiene). España ha vivido en déficit presupuestario desde el año 2007 ininterrumpidamente, es decir, España ha gastado más de lo que tenía desde el año 2007 todos los años, lo que ha hecho que la deuda total aumente todos los años hasta hoy. Esto es lo que explica un gasto en endeudamiento tan mayúsculo como el que hemos mencionado.

 En conclusión, siempre se habla de que las pensiones son insostenibles y que cada vez representará un gasto más grande para el Estado, pero nunca se menciona que la deuda ocupa el segundo lugar en el presupuesto y que, con una buena disciplina fiscal, esto podría minimizarse a la vez que sanear todo el Estado. Si los tipos subiesen o el riesgo de impago aumentase (perfectamente posible), este presupuesto crecería aún más, devorando cada vez una parte mayor del gasto público hasta que se vuelva insostenible y los prestamistas vean que es probable que el estado no pueda pagar todo y dejen de prestar su dinero, lo que llevaría al colapso del sistema español y a una crisis como la del 2012 de nuevo. Tenemos un riesgo de quiebra importante en el largo plazo, debemos preocuparnos de sanear las cuentas por el bien del sistema público, del privado y de la población de España. Es economía básica, si tienes 10, no gastes 12, sino, pregunten a sus mayores.

Bibliografía

FRED. (2025). Cash surplus/deficit (% of GDP) for Spain. Retrieved from https://fred.stlouisfed.org/series/CASHBLESA188A

SEPG. (2025). Presupuestos Generales del Estado Consolidados. Ministerio de Hacienda. Retrieved from https://www.sepg.pap.hacienda.gob.es/sitios/sepg/es-ES/Presupuestos/DocumentacionEstadisticas/Estadisticas/Documents/2024-P/01%20Presupuestos%20Generales%20del%20Estado%20Consolidados.pdf


[1] Siguiendo la desagregación de los capítulos de gasto no financiero de los presupuestos que nos ofrece la Secretaría de Estado de Presupuestos y Gastos del Ministerio de Hacienda.

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