La salud como deber
No es una misión de la sociedad, y mucho menos del poder político, hacer que los individuos disfruten de salud.
No es una misión de la sociedad, y mucho menos del poder político, hacer que los individuos disfruten de salud.
España no está preparada para nada extraordinario, pese a los enormes recursos del Estado y su mensaje habitual: yo digo que te protejo y tú te lo crees.
La extrema izquierda tiene como objetivo un cambio completo de la sociedad a través de la reeducación.
La visibilización es algo que gusta mucho a los políticos, sobre todo a los populistas y demagogos.
El liderazgo de una élite con suficiente confianza en sus capacidades es lo que inicia las revoluciones políticas.
Según los informes, no queda claro si el desarrollo humano es bueno o es malo.
Vivimos en esta situación dos tragedias: la de los comunes y la de la nefasta gestión pública.
El Ayuntamiento perjudica a los usuarios del coche para satisfacer una visión ideológica de la vida y la política.
Es una conducta muy humana y habitual: asignar todo lo que consideramos malo al que identificamos como enemigo.
En la actualidad los gremios buscan el amparo del Estado.