Colau recupera
En ningún momento los políticos populistas del ayuntamiento barcelonés prestaron atención al coste de sus medidas.
En ningún momento los políticos populistas del ayuntamiento barcelonés prestaron atención al coste de sus medidas.
Si hay un paro del 50%, eso no puede deberse a la naturaleza o al mercado, sino a la intervención del Estado en la economía, como bien sabemos en España.
Todo indica que los latinoamericanos son como los españoles y los keniatas: no quieren que el poder les arrebate más dinero.
Si fuera verdad lo que dice don José Luis, la mejor manera de luchar contra el paro sería cerrar las fronteras a cal y canto.
Leí hace un tiempo a Antonio Muñoz Molina en El País, indignado con lo que llamaba la privatización del metro: Cada vez que oigo por los altavoces el nuevo nombre de la línea 2
La enorme expansión de los Estados en el último medio siglo sugiere que lo que va ganando no es el capitalismo sino una combinación de capitalismo y socialismo.
La lección de Bastiat era intentar ver el conjunto de la realidad económica, no solo una parte y no solo el tiempo presente.
Se trata de violar derechos, se trata de recortar, en efecto, pero sólo de «una ínfima minoría» de gente detestable, incluso, qué asco, extranjeros.
El FMI es igual, y no ha hecho otra cosa que fortalecer la legitimidad de los Estados que lo crearon y lo sostienen.
La beneficencia, tan desdeñada por el pensamiento predominante, es buena: porque es libre y no provoca el quebrantamiento de los derechos de nadie.