Back to the roots
Podemos ha resucitado el discurso radical y catastrofista de hace un par de años: casta, oligarquía, élites, búnker, triple alianza, niños muriendo de hambre…
Podemos ha resucitado el discurso radical y catastrofista de hace un par de años: casta, oligarquía, élites, búnker, triple alianza, niños muriendo de hambre…
El hecho es que Castro no era popular, y por popular quiero decir querido. Al menos por la gente de a pie. Ni allí ni aquí.
Podemos controla los resortes de la comunicación como ningún otro partido antes. Más que profesores de políticas parecen teóricos de la información.
Hoy Ciudadanos languidece. No termina de encontrar su sitio: un partido desenfocado, sin identidad definida, arracimado en torno a un líder nada carismático.
Los estadounidenses están hartos de gente como Hillary Clinton, que lleva desde tiempos de Nixon politiqueando alegremente.
Los santones más que serlo tienen que parecerlo. Espinar nunca fue un santón, con el agravante de que ahora tampoco lo parece.
El gran drama de la derecha en España es la sobreabundancia de infames elementos como Rajoy o Soraya, hijos, nietos y biznietos de funcionarios.
Para un profesor de políticas de la Complu ocupar la Moncloa, sanctasanctórum del poder es el único paraíso posible.
Rajoy ha tenido tiempo para dejarlo todo atado y bien atado para que tras esta cadena de juicios las aguas vuelvan a su cauce.
Una posibilidad es que esta legislatura, la duodécima desde que se puso el contador a cero tras la muerte de Franco, sea la de transición hacia, esta vez sí, la