El nacionalismo europeo embiste a Gibraltar
Hace casi un año que nos levantamos con la sorpresa del resultado del referéndum sobre el Brexit. Después del espectáculo lamentable que buena parte del mundo intelectual patrio protagonizó en
Hace casi un año que nos levantamos con la sorpresa del resultado del referéndum sobre el Brexit. Después del espectáculo lamentable que buena parte del mundo intelectual patrio protagonizó en
Ninguna sociedad puede funcionar en base a que algo sea justo porque beneficia a una parte de ella, perjudicando al resto.
Sería recomendable dejar de esconder las ideas que no nos gustan debajo de la alfombra: no se puede procesar correctamente la realidad si nos negamos a ver la parte que
Tendemos a idealizar nuestra época de la juventud, pero las estadísticas no mienten: actualmente se producen menos atentados terroristas que hace 30 o 40 años.
La gente está harta de que sus, en muchos casos, caducas y, en conjunto, contradictorias ideas pierdan la batalla una y otra vez contra la izquierda.
Sigamos intentando cambiar las ideas, a ver si el siguiente gobierno es algo menos liberticida que el actual.
A día de hoy el liberalismo ya tiene la suficiente presencia en España como para servir de contrapeso a este tipo de ideas incorrectas y liberticidas.
Ante la fatal arrogancia de la izquierda y la fatal ignorancia de la derecha, hay que anteponer la gran tenacidad de los liberales.
El nivel de seguridad que un occidental puede una muerte no violenta es muy superior al de épocas pasadas, y no parece que la tendencia vaya a cambiar, más bien
Ironías de la vida, ha sido la abstención útil la que en esta ocasión le ha hecho un favor (temporal) a la economía del país.