Levantemos el velo bancario
En Economía se suele hablar de “velo monetario” para referirse al enmascaramiento de las transacciones reales que favorece el uso del dinero: en el fondo, como ya supo ver Say, todo
En Economía se suele hablar de “velo monetario” para referirse al enmascaramiento de las transacciones reales que favorece el uso del dinero: en el fondo, como ya supo ver Say, todo
Se acostumbraron nuestros políticos a gastar a lomos de la recaudación fiscal extraordinaria que proporcionaba la burbuja inmobiliaria (el gasto público per cápita en 2007 era un 60% superior al
Tanto reclamó la izquierda que la solución para Chipre era dejar quebrar a los bancos, como supuestamente se hizo en Islandia, que al final la Troika parece haberle hecho caso. Así,
En 1998 Venezuela era el cuarto país más rico de América Latina por renta per cápita; en 2012, había descendido a la séptima posición pese al pelotazo petrolero que vivió el país
En 1998, cuando Hugo Chávez llegó al poder, la renta per cápita venezolana era de 1.809 bolívares; en 2012, cerró en 2.024 bolívares equivalentes (eliminando el efecto de la inflación).
Entre los innumerables problemas que afectan a gran parte de las esclerotizadas economías europeas (Estados mastodónticos que asfixian fiscal y regulatoriamente a un atrofiado sector privado), hay uno que destaca sobre los
Los enemigos de los mercados libres suelen caracterizar el liberalismo como una ideología sometida a los intereses del empresariado, sobre todo del gran empresariado. Al muy conspiranoico modo, tratan de describir el liberalismo como un
La tesorería es cara, sobre todo para quien no la tiene y la necesita. El Estado español, por ejemplo, realiza recurrentemente emisiones de deuda por las que paga elevados intereses,
A buen seguro hemos oído en más de una ocasión que la crisis económica española no tiene remedio alguno, por cuanto no se trata de una crisis coyuntural sino estructural:
A los 93 años, nos ha dejado uno de los pensadores más originales, rigurosos y liberales del s. XX: el premio Nobel de Economía James Buchanan. Acaso la falta de perspectiva