La centralización que propone Luis de Guindos no elimina el populismo, sino que cambia los pequeños populismos locales por un populismo centralista europeo.
Se confirma que la economía se va improvisando en función de la necesidad política.
La sombra de una moción de confianza sobrevuela sobre la cabeza del presidente Rajoy.
La comprensión de los principios fundamentales que nos unen a todos es clave, pero si las ideas no llevan a la acción se convierten en un perfecto caldo de cultivo
Es tan evidente que no hay voluntad política de dejar gobernar a Rajoy que mucho me temo que haya comenzado una nueva campaña electoral tácita, de cocción lenta.
El brexit se ha convertido en un caldo de cultivo para el proteccionismo nacionalista y el racismo.
La idea de reformar la Unión Europea sacando a Alemania (principal aporte de fondos al BCE y motor de Europa) y extendiendo las políticas sociales es muy peligrosa.
La idea de que tomar medidas ahora salva a los contribuyentes presentes y futuros es falsa.
Pablo Iglesias y Jordi Évole han cambiado los papeles. Y lo han hecho tan bien, que no se sabe quién es el político y quién el showman.
El tremendo espectáculo que nos ofrecen nuestros políticos solamente se puede comparar al horror de Gran Hermano VIP.