el tipo de interés no es la medida correcta del ritmo al que sería necesario aumentar la masa monetaria. La aplicación del patrón interés llevaría en la práctica a inflaciones galopantes.
El autor considera que suficientes profesionales de un sector (en torno a un 25%) pueden constituir un regulador local. Eso se argumenta como algo positivo, ya que fomenta que decidan los interesados y expertos.