La virtud de la libertad frente a sus distorsiones
La libertad es una virtud ligada a la esencia misma del ser humano y sobre cuya base se construye una idea intrínseca del hombre que lo hace un ser social
La libertad es una virtud ligada a la esencia misma del ser humano y sobre cuya base se construye una idea intrínseca del hombre que lo hace un ser social
José Luis Rodríguez Zapatero no ocupa ningún cargo de relevancia, ni institucional ni orgánico, y ha decidido ser el portavoz de las dictaduras latinoamericanas y uno de los principales cabecillas de la banda del Grupo de Puebla.
A ellos se les llama ‘putinejos’, a aquellos que bajo un paraguas de defensa ideológica defienden o no asumen una posición concreta en relación con el conflicto, confundiendo conceptos, momentos y circunstancias.
Las nuevas generaciones de chilenos que han crecido en ese estado de bienestar que les ha proporcionado su país no han conocido la decadencia, el sufrimiento de la migración, las colas del hambre o las cartillas de racionamiento. Han votado a un presidente que defiende un modelo probadamente fracasado en el mundo y, más aún, en una región que se empecina en repetir sus mismos errores una vez tras otra.
El populismo es un mal endémico subyacente a la democracia y está presente en aquellos países que siguen arrastrando problemas que no han podido resolver hasta hoy.
No se puede vivir bajo una mentira de forma indefinida, no se puede vivir bajo un sistema peronista sin antes pagar un precio muy elevado.
Países como Chile han superado esa barrera anquilosada de los viejos paradigmas proteccionistas y socialistas que han impregnado a la región y ha demostrado que las políticas de la libertad funcionan notablemente.
Las recientes elecciones PASO (primarias, abiertas, simultaneas y obligatorias) en Argentina han tenido un doble efecto inesperado que ha sorprendido a una ciudadanía hastiada del un establishment incompetente y una
Ashraf Ghani es el más claro ejemplo del fracaso de las élites occidentales en Medio Oriente, territorio históricamente hostil a los encantos de la democracia y los sistemas liberales de gobernanza y economía.
las transiciones suelen ser traumáticas y tal como lo expresó el dictador Díaz Canel “tienen que pasar por encima de nuestros cadáveres si quieren enfrentar a la revolución (…) estamos dispuestos a todo y estaremos en la calle combatiendo”.