Franz Oppenheimer decía que existían dos formas de obtener riqueza. Una consistía en crearla por medio del trabajo y del intercambio; la otra, en apropiarse de la riqueza creada por
Desde la perspectiva del gobernante, una población lingüística, religiosa e ideológicamente homogénea tenía muchas ventajas: era más probable que se identificara con sus autoridades, las comunicaciones podían efectuarse con mayor eficiencia.