Ideas claves de Balaji Srinivasan

Tags :
Share This :

La famosa maldición «Que vivas en tiempos interesantes», captura la ironía de desear estabilidad en un mundo de cambios constantes. Los amantes de la obra de Tolkien siempre hemos encontrado consuelo en el consejo de Gandalf, en un pasaje de El Señor de los anillos, a Frodo cuando éste deseó no vivir en tiempos tan turbulentos:

Yo también lo deseo, respondió Gandalf, y lo mismo les pasa a todos los que viven en momentos como estos. Pero no les toca a ellos decidir. Solo podemos decidir qué hacer con el tiempo que se nos ha dado.

Para decidir qué hacer con el nuestro, es fundamental entender el contexto en el que vivimos. Con este propósito, Erik Jorgeson ha recopilado una antología de las ideas del inversor e ingeniero Balaji Srinivasan. Esta obra permite explorar diversos temas de actualidad, mientras nos prepara para el futuro que se avecina.

Aquí voy a hablar de las que más me han interesado.

El dinero es una herramienta para conseguir cosas que no se pueden comprar con dinero.

Balaji, como otros inversores de éxito en el sector de la tecnología en Estados Unidos, tiene una forma peculiar de ver su patrimonio. Lo que para otros puede representar lujos o seguridad, para él es otra pieza del engranaje con el que sigue creando productos.

I’m not money motivated. I know some people are. I wear the same T-shirts I wore in grad school. I don’t own cars or anything like that. I look at money as a tool to build things I can’t buy today.

En un país como España esto puede sonar impostado. Pero la realidad es que cada vez hay más trabajadores americanos que se levantan todos los días para ir a trabajar pese a tener varios millones de dólares en su balance personal. Muchos de ellos con jornadas laborales mucho más exigentes que la del asalariado medio. Y lo hacen cuando podría jubilarse sin ningún tipo de problema en cualquier momento.

En un mundo así, encontrar la motivación para que los individuos que más valor añadido aportan a la sociedad sigan activos es vital. Y cada vez lo va a ser más.

En internet no hay fronteras, y no terminamos de entender lo que supone.

Antes de empezar a escribir este artículo he pasado un rato en mis redes sociales. Los temas centrales era la polémica por una pelota de béisbol entre dos aficionados, el asesinato aleatorio de una refugiada ucraniana en el trasporte público de Carolina del Norte, y el cambio de nombre del departamento de Defensa de la administración Trump.

Cuando entablo conversaciones con personas que se informan por medios tradicionales tengo serios problemas para saber de qué están hablando. La charla trivial requiere de temas comunes que faciliten las interacciones sociales, pero cuando internet provoca que uno esté más preparado para hablar con un peluquero de Illinois que con el de su propia calle, podemos empezar a pensar que las cosas están cambiando. ¿Dónde nos llevará estos cambios? Balaji tiene algunas ideas interesantes:

The Digital Frontier In 1890, the physical frontier closed. In 1991, a virtual frontier opened. The major difference with this virtual frontier: anyone with a keyboard can build on it, not just Americans. Indeed, the majority are non-American. Over twenty years, the eyes and ears of hundreds of millions of people have migrated from pieces of paper to mobile programmable screens. People’s bodies may be in various nations or countries, but their minds are elsewhere—online, with communities of shared interests and beliefs. One thesis is these mental migrations online will ultimately cause offline physical migrations. The intermediate form is likely to be virtual worlds.

Bitcoin y la robótica se van a combinar en un nuevo paradigma de propiedad.

Aquí Balaji pone énfasis en lo rápido que la tecnología va a permitir convertir trabajo en capital, y el papel que Bitcoin va a jugar en ello.

Convertir trabajo en capital es algo que llevamos haciendo desde la revolución industrial, pero la inteligencia artificial y la robótica parece que va a acelerar tanto el proceso que las tensiones que se van a aparecer pueden ser brutales. Y ahí es donde entra Bitcoin, su concepto de propiedad absoluta limita la capacidad de los estados para apropiarse del capital ajeno según vaya creciendo exponencialmente. Y más capital en manos privadas hace del mundo un lugar mucho más interesante. O como dice Balaji:

I would be far more bearish on the future if Bitcoin didn’t exist.

Verdad política, técnica y económica.

Que Balaji sea programador le permite condensar de forma clara conceptos filosóficos que otros autores expresan de forma más compleja. Distinguir entre dos tipos de verdades, las políticas (las que dependen de consensos sociales) y las técnicas (verdades absolutas que trascienden al ser humano) puede parecer trivial, pero te proporciona una regla básica muy útil, que nos ahorra tiempo a la hora de buscar honestidad en algunos ámbitos como la política:

In politics, there’s almost never an incentive to tell a truth that could annoy your tribe. (…) We select people who win popularity contests, then wonder why they’re bad at allocating scarce resources.

Por otro lado, una verdad técnica que entra en conflicto con una verdad política se convierte en una verdad impopular, pero gracias a ello puede convertirse en una verdad económica. Y muchas de ellas pueden ser oportunidades increíbles de riqueza:

Unpopular truth is a reliable source of profit. Behind every great fortune is a great thoughtcrime.

No te conformes con vivir y dejar vivir; gana y ayuda a ganar.

Los humanos jugamos a dos tipos de juegos: de suma cero y de suma positiva. El liberalismo está centrado en los segundos, y no compite bien en los primeros. En la visión de Balaji esto se puede solventar gracias a una mentalidad de construcción (build) constante. Buscar nuevas fronteras, construir, y volver a buscar.

No podemos reformar la moneda fíat, pero podemos construir Bitcoin, no podemos liberalizar el sector del taxi, pero podemos programar una plataforma como Uber o coches autónomos como los Tesla. No podemos superar en la Nasa en presupuesto, pero sí en resultados:

The state has far more money than anyone else. But NASA is behind SpaceX because tech isn’t capital-limited; it’s competence

Gracias a estas ideas, y otras muchas recopiladas por Jorgeson, podemos entender qué cosmovisión del mundo actual, y del futuro cercano, tiene Balaji. El tiempo juzgará cuántas «verdades técnicas» hay en ellas. Por el momento creo vale la pena hacerle caso en un consejo básico que ya podemos considerar una verdad universal:

Don’t argue on Twitter. Build the future.

Deja una respuesta