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2018, el año en el que el cristianismo quiso terminar con el liberalismo

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Lo que llaman “ideología de género” no es antiliberal: lo antiliberal es la propuesta de llegar al Gobierno para combatirla.

No existe teoría alguna sobre la sociedad, la familia, el origen del universo o de la vida que se oponga al liberalismo, porque el liberalismo es una postura frente al uso de la fuerza y del Estado. Ninguna idea puede ser tildada de antiliberal si no promueve en sí misma una modificación en la relación entre el individuo y el Estado. A su vez, cualquier idea puede ser llevada adelante por procedimientos antiliberales si se piensa que debe inspirar al uso de la fuerza, al Estado; esto incluye a la religión, el recurso al poder público para evitar el abuso de la sal, las drogas, el uso del casco para las motos o la moral sexual. Un Estado con una moral sexual es de tinte totalitario, en tanto dominar las aspiraciones emocionales y los vínculos de unión que la sexualidad conlleva implica una forma de dominio de la persona ilimitada. Ese ha sido el plan de la Iglesia, así como el de la izquierda es el dominio del lucro. 

Es completamente falso que el Estado liberal sea la consecuencia de una moralidad católica, plagada de crímenes en su historial, siquiera de cualquier cristianismo. Esa misma narrativa es de las más antiliberales de las que haya sido testigo en mi vida, así que no hay que ir muy lejos. Es todavía más falso que haya que ceñirse al corsé de una supuesta “cultura” para que sobreviva el liberalismo, como no sea la idea política del límite al poder, que empieza por el límite al poder de moralizar. Una cultura no es eso que dicen y, si lo fuera, sin “disidencia cultural” no habría liberalismo alguno. Cultura es una palabra más abusada que nación, no es el producto de designio alguno y nada la puede “romper”, porque todo lo que se haga de diferente pasa a ser parte de la cultura. Pero las mentes dogmáticas quieren asignarle a todo carácter rígido y dogmático, con especial énfasis en la cultura y la naturaleza. Lo “antinatural” es natural. No puede haber nada antinatural ni anticultural en la naturaleza o en la cultura.

Ninguna idea, propuesta, hipótesis sobre la sexualidad pude ser antiliberal. Lo que llaman “ideología de género” no es antiliberal, lo antiliberal es la propuesta de llegar al Gobierno para combatirla, tanto como querer imponer el buen trato a los transexuales mediante la policía. Nuestros “liberales verdaderos” han interpretado por eso que ser desagradable es la cosa más liberal del mundo. Lo están logrando. 

Las ideas equivocadas en una sociedad libre se combaten fuera del Estado. Un programa político para combatir ideas equivocadas sobre la vida privada, la ciencia o la naturaleza, no es menos antiliberal que uno para luchar contra ideas correctas. La política no puede combatir “ideologías”. Solo las ideas sobre el Estado pueden ser antiliberales y el liberalismo no sólo no requiere la extirpación de ninguna sino que deja de existir por el mero postulado de semejante disparate. 

El cristianismo no es una cultura, es una doctrina religiosa, pero en los términos de este cristianismo «científico», una ideología, que en el liberalismo no hay obligación alguna de seguir. Nos han querido vender que lo no cristiano también debe ser cristiano y que eso es el verdadero liberalismo porque aquella palabra mágica totalizante nos abarca queramos o no. Resulta que para la economía, que no es una realidad aparte de la vida social, rigen los precios, pero para el resto, la «cultura», rigen las represiones de un convento. Nunca se ha mentido tanto sobre el liberalismo, ni nunca se ha escondido tanto el cristianismo en falacias seculares. 

Este que pasó es el año en el que el cristianismo nos ha mentido sobre el cristianismo y sobre el liberalismo. En Argentina se ha formado de facto un partido clerical que todo lo ve a partir de lo que identifican como cultura inexorable y que coincide con una versión de la religión que ya nadie practica. Pero no le llaman teocracia, le llaman política cultural. Sobre esa base, a lo que llaman “ideología de género”, por lo que parece que la continuidad del “liberalismo” depende de que los varones no vayan a usar polleras, está unida por completo a la posición antiaborto, aunque parece que no hay discusión en ninguna parte sobre qué mecanismo genera la reproducción y entre quienes. Cultura es, para esta gente, mantener a los varones con pantalones y a las mujeres con polleras. De eso depende “Occidente” ¿Se escuchan lo que dicen?

No creo que el liberalismo resuelva por sí mismo el problema del aborto y su prohibición, pero no quiero irme por una rama que requeriría otro artículo. Solo diré que se puede estar de cualquiera de los dos lados por fundamentos liberales. De lo que hablo ahora es del uso de este tema para que se olvide cualquier otra cuestión relacionada con el problema actual que representa el Estado y que me hace concluir que todo este movimiento lo único que logra es que ya no pongamos atención alguna al avance del Estado sobre la vida de los individuos, para llevarnos a la obsesión por la agenda moral cristiana, versión 1950. El aborto dicen que es destructor de Occidente y de izquierdas, y un plan de George Soros para acabar con la natalidad y el capitalismo que requiere muchos nacimientos, a pesar de que esta gente quiere circunscribir el sexo al matrimonio. El supuesto plan brillante de este señor no podría haber aprobado los estándares de calidad de los guionistas de James Bond: resulta que quiere putificar y promover el aborto para que haya menos nacimientos. Todavía no ha llegado a la etapa dos del plan donde el aborto y la polvera serán obligatorios, pero estoy desesperado esperando el final donde después de todo eso nos volveríamos comunistas. Parece que es muy directa la cosa, nos obligarán a ponernos minifaldas y acto seguido llegará el marxismo. Y el liberalismo tiene que adherirse a ese guion para no ser comunista. Ahora, qué curioso que todo esto tiene tanta relación con la agenda eclesiástica y que el mismo cuento que los “liberales conservadores” nos cuentan en nombre del liberalismo es el que nos cuentan los antiliberales teocráticos legitimistas que se identifican como tales en nombre de un “carlismo”. Es una agenda “cultural” que curiosamente también es la católica, en esa versión totalitaria del catolicismo que pretende gobernar la Tierra. 

Claro que está la izquierda intentando cambiar al Estado con cualquier excusa, desde el género a la presión arterial ¿Cuál es la novedad? Pero esta gente también y lo hacen de un modo muy deshonesto vestidos de “verdadero liberalismo”, genética, cultura, educación y hasta libertad de expresión. Porque, al igual que la izquierda, cuando ya no consideran que haya algo que quede muy bien para decir en contra del odio que promueven a las minorías sexuales para que no se vaya a terminar la heterosexualidad como quiere Soros, levantan la bandera de la libertad de expresión, como si el estándar de verdad de una afirmación fuera que se la puede hacer y nada más, como se puede defender el marxismo en nombre de esa misma libertad, sin que eso haga liberal al marxismo. 

Con este truco de que hay una “cultura” que tiene que sostenerse en la política para que la libertad sea posible (que es lo mismo que decir que hay libertades antiliberales) y que no nos preocupemos porque apenas es un complemento al liberalismo, como podría ser el Ministerio de Economía, un grupo enorme de personas se han puesto a discutir como parte de la política sobre sexualidad, genética, biología, psicología, derecho civil, siempre con un tinte católico. La política ahora lo abarca todo, incluso cuestiones que eran parte de los debates de las revistas del corazón, como si la masculinidad esté en crisis, que en otras épocas hubiera sido seguido en una de esas publicaciones por consejos para cuidar las uñas, ahora son el centro de acción política de este moralista arquetípico del 2018. 

Lo peor de todo esto tal vez sea el aspecto trágico, porque mientras esta moral cristiana se pelea con el liberalismo, renuncia a predicar, a decir qué es lo bueno de lo que proponen, porque esto los colocaría como iguales de otras ideas al respecto y no podrían decir que su forma de vivir tiene que ser adoptada por todos. Es la peor tentación en la que pueden haber caído, la de renunciar a su moral como moral y religión y evitar la defensa de su parcialidad como oferta libre. Porque no va a faltar, de cualquier manera, la afirmación de que todo lo que aman y lo que odian lo impulsan sin el uso del Estado, pero no solo lo hacen en su programa político, sino que descalifican a los liberales sin apellido de «progres» y hasta «marxistas».

19 Comentarios

  1. La enseñanza obligatoria de
    La enseñanza obligatoria de ideología de género a chicos en los colegios, y adultos en la administración pública y el subsidio a ongs que se defican a esto, es antiliberal, va en contra de la libertad de elección de padres sobre los valores que quieren enseñar a sus hijos. Y esto con independencia de si la ideología obligatoria es la ideología de género, el marxismo, maoismo, feminismo o .

  2. No es una cultura el
    No es una cultura el cristianismo,no ha remodelado las costumbres individuales y colectivas de una gran parte de la humanidad Grecia,Roma , Europa cristiana ,se puede entender Occidente sin toda la cultura cristiana. Es una cultura llena de obras de arte con una pintura y una música increíbles.. En la India,Kerala es la zona que mas ha incrementado la riqueza en los últimos años, existe una correlación entre entre el aumento del nivel de vida y la llegada a una gran parte de su población de la cultura europea . Es liberal la ideología de genero ?. ,esa aberración?

  3. El autor dice: » la
    El autor dice: » la ideología de género” no es antiliberal»,
    Si asumimos que el autor es intelectualmente honesto , pero al no ser liberal no entiende su filosofía, seria comprensible su desacierto.
    Pero si el autor, como muchos, promociona el sensacionalismo polémico de la prensa amarilla para lograr que su articulo no pase desapercibido y sea leído, seria realmente patético.

    Porque señor Benegas, afirmar que la artificiosidad llamada «ideología de genero» es liberal, da vergüenza ajena.

  4. Hoy leo en el IJM el colmo de
    Hoy leo en el IJM el colmo de la insensatez «liberal»:

    ..» Lo que llaman “ideología de género” no es antiliberal, lo antiliberal es la propuesta de llegar al Gobierno para combatirla..»

    Pero amigo Benegas usted parece olvidar que la «ideología de genero» es un invento progre que fue llevado a la legislatura y convertido en ley coactiva _POR LA FUERZA MONOPOLICA DEL STABLISHMENT –
    Pretende ahora que olvidemos que esta aberración se nos ha impuesto coactiva mente , y con absoluta hipocresía nos refriega nuestro pacifismo para que aceptemos sumisamente las imposiciones del Leviatán.
    Que clase de liberal es usted? Le pregunto porque no doy la otra mejilla ante los liberticidas maquillados de liberales.

  5. El financiero Sr. Soros ,a
    El financiero Sr. Soros ,a través de su fundación Open Society Inst,a financia sus políticas activistas de la izquierda social radical,donde cualquier anomalía puede cambiarse a normal con una buena propaganda. Lo dicen en cada una de sus memorias anuales las filiales que mantiene en casi todos los países . Lo curioso es que pese a sus generosas aportaciones a las distintas filiales,su patrimonio total continua incrementándose. En España se ha retirado de las Socimis inmobiliarias,como del capital de Hispania. Financiar a las políticas de ideología de genero metidas a la fuerza por la izquierda radical,no es ningún invento de una conjuración,pero si lo dicen ellos en sus informes anuales.

  6. Válgame el Señor, lo que
    Válgame el Señor, lo que restaba por oír, ahora resulta que el gran problema es el cristianismo.

    Será en Argentina, donde puede que furiosas carmelitas descalzas, capitaneando escuadrones de fieros monaguillos, hayan tomado las calles y no paren de hostigar al típico porteño en minifalda y taconazos. Desconozco cuál será la situación por esos lares, pero aquí la Iglesia actual es bastante más discreta y pacífica.

    Lo que sí se aprecia en el artículo es algunas patentes contradicciones, como sostener que la idea de que la democracia liberal proceda del cristianismo es antiliberal, tras de asegurar con acierto que ninguna idea o teoría que no promueva en sí misma el uso de la violencia puede ser tildada de ello. O que se deba limitar el poder de moralizar; querrá decir de hacerlo violentamente, inaceptable elipsis habida cuenta de que en este caso procedería suprimirlo, no limitarlo. O que el liberalismo no resuelve por sí mismo el problema del aborto, pero que permite practicarlo libremente (entonces sí que lo ha resuelto, hijo)

    También asegura muy ufano y provocador que la naturaleza y la cultura no existen y que lo que llaman “ideología de género” no es antiliberal sino la propuesta de llegar al Gobierno para combatirla. Lo primero no precisa ni comentario y lo segundo es abiertamente torticero y manipulador por muy cierto que resulte en el imaginario y restringido contexto que pretende decirlo.

    Sí, la ideología de género no es antiliberal, ni tampoco el machismo, ni el racismo, ni el nacionalismo, ni el socialismo… ni siquiera el nazismo o el estalinismo, mientras no pasen de meras ideas o propósitos que nadie impusiera por la fuerza, limitándose a reclamar simple libre adhesión a sus postulados. Y sí, la propuesta de llegar al gobierno para combatirlos sería del todo antiliberal… a menos que se tratase de legítima defensa porque quienes los abanderen hubieran ya iniciado violencia contra pacíficos. Sin embargo, la pena es que al igual que el estatismo implica necesariamente violencia por definición, casi todas esas ideologías lo hacen en la práctica –con excepción en Occidente del machismo, racismo y otras creencias básicamente enervadas de la política- y aunque pudiéramos llegar a imaginarnos en teoría un socialismo, nacionalismo, feminismo, etc., pacíficos, lo cierto es que hoy día distan mucho de serlo y representan gran amenaza. Es decir, la ideología de género realmente existente –y no ese artificio teórico ad hoc que utiliza don José para manipularnos- sí que es groseramente antiliberal, pues no tiene otro objeto ni sentido que transformar la sociedad mediante una violencia sin la que nadie se la tomaría en serio de puro absurda que es. Y, desde luego, la propuesta de llegar al Gobierno para combatirla deviene, por tanto, legítima defensa.

    Los liberales sabemos de sobra cómo se combatirían las ideas equivocadas pacíficas en una idílica sociedad libre (de cualquier forma que no entrañase jamás ningún uso de violencia), pero tal vez el señor Benegas no se ha percatado de que por desgracia vivimos en sociedades estatales, o sea, en estado de guerra, en las que pisas o te pisan. Así que me permito corregirle: el liberalismo requiere la extirpación de las ideologías agresivas que pretenden destruirlo o sí que dejará de existir pero por algo más grave que postular disparates.

    Pero en su indisimulada fobia anticlerical el señor Benegas no ve otro enemigo que el cristianismo –debería haber nacido en otra inexistente cultura y se enteraría de lo que es bueno- y uno se pregunta si se sentirá traumatizado por que los malditos curas no le dejaban ponerse pollera (me temo que no decline la machista reacción de ofenderse por ello y se ría de la broma). ¿O debería decir anticomunismo cristiano? ¿Tal vez, simplemente, anticomunismo?

    Aceptémosle que un enemigo del liberalismo sea el anticomunismo estándar y convencional. También lo son la democracia, el conductismo, la delincuencia moral y hasta, si nos ponemos, el minarquismo, pero no es una casualidad ni un error que la libertad se asocie con la derecha, el conservadurismo y, admitámoslo, la reacción. Esto es así entre otras cosas porque nada la amenaza tanto como el constructivismo y el recalcitrante neocomunismo posmoderno convencido de que sólo podrá edificar su “paraíso” arrasando mediante “ingeniería social” toda tradición anterior. Pero el estimado señor Benegas no quiere ver la relación y sí dar por descontada la crítica a la izquierda.

    Sí, sí, dame pan y llámame tonto. Di que me criticas pero defiende de facto mis “inocuas” maquinaciones. No hace falta que te consideres marxista ni progre, basta con que les seas útil.

  7. quítenme ese horrible «de»
    quítenme ese horrible «de» tras «tras», por favor, que me se ha colado

  8. Para reprobar el aborto no
    Para reprobar el aborto no hay que ser liberal o no serlo…simplemente la ciencia dice que es eliminar vida….algunos hablan al gas de lo que no saben( el autor lo va a entender de hablar al gas).

  9. Excelente, José!
    Excelente, José!

    • Gracias por servirse darnos
      Gracias por servirse darnos su autorizado dictamen, don Nicolás. Estábamos en ascuas

    • qué le recontra (por las
      Qué le re contra (por las dudas…), don Anónimo. Afectuoso saludo.

  10. En un mundo de chupacirios y
    En un mundo de chupacirios y débiles mentales que idealizan la ignorancia y la llaman «fe» en una figura paterna totalitaria, José expresa el verdadero secularismo liberal que logró derrocar hace unos siglos la teocracia cristiana. Es un placer leer comentarios de monaguillos resentidos que quieren defender a su deidad imaginaria por internet. Quiere decir que los liberales lo hemos logrado, le hemos quebrado la columna vertebral a ese cristianismo que estancó a Europa durante 1000 años en la barbarie, la miseria y el despotismo. Me gusta mucho leer a totalitarios cristianos llorar por la gloria perdida, es un buen tributo a tantos filósofos y científicos quemados en la hoguera. Deseo verlo algún día suceder en el mundo islámico también, que la madurez secular les llegue vía una reforma de racionalismo, ciencia y tolerancia con las superticiones ajenas. Felicitaciones José, metiste el dedo en la llaga se ve.

    • Lo antiliberal es que sea
      Lo antiliberal es que sea obligatoria la enseñanza de ideología de género, tan antiliberal como que sea obligatoria la enseñanza de creacionismo, feminismo o de cualquier ideología y que todos tengamos que pagarlo, y no es antiliberal pretender llegar al gobierno y quitarla de la enseñanza obligatoria, ni quitarle subsidios a las ongs. Más bien parece que José Benegas se olvida tratar estos aspectos y aprovecha la polémica del tema para despuntar su odio al cristianismo y su particular interés por promover que nuestros hijos sean formados en esta ideología en particular y a nuestro costo. Ya he leído bastante a mi juicio propaganda suya en favor de la OBLIGATORIEDAD de la ideología de género y le he perdido el respeto intelectual a J Benegas.

  11. – Sobre la relación entre
    – Sobre la relación entre cristianismo, libertad y poder: la selección de artículos de Lord Acton que realizó Paloma de la Nuez para Unión Editorial: http://biblioteca.libertyfund.org/sites/default/files/ensayos-sobre-la-libertad-y-el-poder-libro-electronico.pdf
    – Sobre los distintos feminismos: el capítulo IV de «Socialismo», de Mises (pp. 87-107): https://mises.org/library/socialism-economic-and-sociological-analysis Párrafo-resumen en la página 101: «So far as Feminism seeks to adjust the legal position of woman to that of man, so far as it seeks to offer her legal and economic freedom to develop and act in accordance with her inclinations, desires, and economic circumstances – so far it is nothing more than a branch of the great liberal movement, which advocates peaceful and free evolution. When, going beyond this, it attacks the institutions of social life under the impression that it will thus be able to remove the natural barriers, it is a spiritual child of Socialism. For it is a characteristic of Socialism to discover in social institutions the origin of unalterable facts of nature, and to endeavour, by reforming these institutions, to reform nature.»

  12. ““La Iglesia sabe que no
    ““La Iglesia sabe que no puede triunfar en esta lucha si no es a condición de secar las fuentes en donde sus adversarios toman sin cesar fuerzas nuevas. Mientras en la economía subsistan el racionalismo y la libertad de pensamiento individual, le será imposible a la Iglesia encadenar el pensamiento y orientar la razón según sus deseos. Para alcanzar este fin tendría que someter a su influencia toda actividad, toda acción humana. Por este motivo no puede limitarse a constituir una Iglesia libre en el Estado libre; debe tender necesariamente a someter al Estado a su dominio. El papismo romano y la iglesia nacional protestante por igual se esfuerzan en asegurar sobre el Estado un poder que les permita regir a su voluntad las cosas humanas. Su propósito es, necesariamente, el de no tolerar ningún otro poder espiritual, porque cualquier poder independiente constituye un peligro, que crece a medida que progresa la racionalización de la vida.”

    Socialismo
    Ludwig von Mises

    • Como predije antes, el
      Como predije antes, el confuso articulo del señor Benegas, es ad hoc de un ataque al liberalismo.

      Debería saber un autentico liberal , no el autor que parece haber llegado a la mitad del camino de su vida solo para caer en el séptimo circulo del odio a la principal Fe de Occidente, que entre el catolicismo y liberalismo no existe un problema de orden filosófico o de otra índole. El liberalismo frente al cristianismo jamas -jamas- ha sufrido un enfrentamiento ni aun político. La divergencia se inicio entre la iglesia y el Estado por las ideas de la Revolución Francesa y el movimiento intelectual y cultural que la acompañó, el cual desembocó en la posición política moderna de separación entre Iglesia y Estado.
      La separación ha sido entre cristianismo (individualismo) y Estado (colectivismo secular) . El elíptico don Jose aun no ha apreciado la indisoluble vinculación entre el cristianismo y el liberalismo individualista.
      Las raíces cristianas de Occidente siempre han reclamado (por eso el antagonismo de los socialistas) las legitimas libertades individuales del liberalismo clásico para afirmar su derecho a la libertad de enseñanza, de expresión, de asociación.
      Sin ningún estado central que imponga las ideologías de género y la disolución obligatoria de las conceptos cristianos sobre el matrimonio y la familia.
      Las culturas , a diferencia de la Fe del creyente , no son indefectibles, Occidente ese mágico y sublime crisol de lo griego, lo romano y cristiano, merecen nuestra eterna vigilancia porque pueden desaparecer, por el olvido de sí mismo,

      ….o por la banalidad y estupidez de un supuesto iluminati anticlerical.

    • – Eso lo dice Mises hablando
      – Eso lo dice Mises hablando del siglo XVI, la reforma y la contra-reforma. Es cierto que la Iglesia católica ha estado a veces demasiado cerca y demasiado implicada con el monopolio de la coacción. No es el caso ahora. Lord Acton ofrece una visión más equilibrada y profunda. En este sentido, sí comparto lo que dice Mises hacia el final de ese apartado «Christian socialism» (pág. 428) :
      «Unless it is prepared to succumb, and make way for national churches, it must drive out nationalism by an ideology which makes it possible for nations to live and work together in peace. But in so doing the Church would find itself inevitably committed to Liberalism. No other doctrine would serve.»
      – En otro artículo de José Benegas (IJM, 3/4/2018) podemos leer: https://www.juandemariana.org/ijm-actualidad/analisis-diario/la-naturaleza-artificial-de-la-naturaleza
      » Hay todo tipo de planes humanos, unos de libertad y otros contra la libertad. Eso se dirime en algún momento con la capacidad de los que quieren ser libres para defenderse de los dictadores ‘naturales’. ”
      Entiendo que este comentario sí es plenamente aplicable, y en mi opinión, quien hoy en 2018 ataca la libertad son claramente «las políticas» de género: https://www.mises.org.es/2018/04/marxismo-de-la-conciencia-de-clase-a-la-interseccionalidad-de-genero/

  13. 2018,el año en que el
    2018,el año en que el cristianismo quiso terminar con el liberalismo ? Podríamos remontarnos al siglo V con la caída de Roma y la perdida de un nivel de vida que tardamos en recuperar cientos de años. Otra fecha la caída de Constantinopla. Bárbaros y árabes,frente a la civilización cristiana renacida en una parte y en parte aniquilada en otra. Pero nada de eso es en el 2018 cuando se intenta terminar con el liberalismo por el cristianismo,que no es ni siquiera una cultura…

  14. El Sr.Benegas y sus fobias
    El Sr.Benegas y sus fobias judeocristianas,todos sus escritos son repetitivos. Quiere defender la aberrante ideología de genero con la excusa del liberalismo,no es lo mismo un huevo que una castaña.


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