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¿A la anarquía por el blockchain?

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Las empresas privadas ya son más productivas que las públicas, y sigue habiendo empresas públicas.

Me han llamado la atención las empresas Stampery y Aragon, que conozco por vía del empresario Luis Iván Cuende. Son dos soluciones tecnológicas basadas en la cadena de bloques (blockchain). Creo que merece la pena recordar qué es blockchain. Como señalaba en otro artículo, se ha llamado bitcoin a tres cosas diferentes: una moneda virtual, una tecnología asociada a ella y una red de ordenadores que es la base de esa moneda. A estos dos últimos elementos se le llama blockchain. Es un sistema en el que se registran datos; como una libreta. En el caso de bitcoin, la blockchain recoge las transacciones, pero como señalé en este artículo, también se puede recoger otra información.

Lo característico de esta tecnología es que cada bloque, que es como una hoja de esta libreta, está vinculada al bloque anterior, de modo que para modificarlo, hay que dar un salto atrás en la cadena y modificar el precedente; y lo mismo ocurre con este. Al final, para sortear el sistema hay que dedicar una gran cantidad de recursos, mayor cuanto más grande es la cadena de bloques. Como bitcoin descansa sobre la blockchain más larga, es la más difícil de violentar. En realidad ha alcanzado un tamaño que le hace invulnerable. Como dice Cuende, se ha convertido en “un repositorio de verdad”.

Esa verdad, en el sentido de ser un registro inmutable, es en lo que se basa el empresario para crear Stampery. Esta compañía ofrece un servicio de notarías que no está basado en los servicios profesionales, sino en esta tecnología. Han elegido la cadena de bloques de bitcoin. Pero tiene un problema, y es que el número de transacciones por minuto es bajo, y tiene una limitación teórica. Stampery sortea esta dificultad creando identificadores, que luego une por pares, en una estructura de árbol, de tal manera que con un sólo identificador se puede referir a un número de registros que es una enésima potencia de dos (“n” es el número de capas del árbol). El indicador que está en el vértice de este árbol es el que se engancha a la cadena. La solución es ingeniosa, pero quizás menos interesante que lo que logra: ofrecer un servicio de notarías, de registro de datos, que es descentralizado, no depende de la falible naturaleza humana, e inmutable.

También tiene otra solución que es importante desde el punto de vista liberal, de nombre Aragon. Se trata de una plataforma de creación de empresas, y su lógica es la siguiente: en lugar de crear una empresa con vinculación a un territorio, sobre el que se asienta un Estado y por tanto sobre cuya sociedad recae un ordenamiento jurídico y un régimen fiscal (entre otros elementos), se puede crear en internet, que no está vinculada a un territorio.

Aragon permite crear empresas que no tienen la sede en un país, cuyos empleados pueden trabajar de forma remota, con accionistas o inversores cuya identidad queda protegida por la cifra de una cartera virtual. Su base es Ethereum (otra cadena de bloques, que tiene su propia moneda), y se beneficia de la tecnología que se conoce como contratos inteligentes. Estos contratos son acuerdos entre las dos partes, y cuyo cumplimiento (el pago de una cantidad, la venta de unas acciones…) se realiza de forma automática. El objetivo de Aragon es la creación de un ecosistema de empresas descentralizado. Es decir, en el que no haya una organización centralizada (un gobierno) que medie entre lo que acuerdan las partes que conforman la empresa. Y, cabe pensar, que no medie tampoco en los acuerdos entre distintas empresas.

¿Qué implicaciones sociales pueden tener estas dos tecnologías? En el caso de Stampery, es un instrumento que realiza una labor muy cercana a la que hacen registradores y notarios. ¿Supone la desaparición de la fe pública? No, pues si el Estado obliga a que por ley, por ejemplo, un contrato hipotecario exija de la firma de un notario para que sea legal, el sistema se mantendrá intacto. Sí es cierto que la tecnología puede cumplir la misma función en países en los que no exista una figura como la del notario en España. ¿Y en el caso de Aragon? Cuende considera que una empresa cuya base es internet no tiene por qué tener una base territorial, y por tanto no tiene por qué estar sometida a las regulaciones de tal o cual país.

Yo estoy de acuerdo. Internet y las redes blockchain permiten recuperar la coexistencia de distintos órdenes jurídicos, que caracterizaba a la civilización antigua, la medieval, e incluso la era moderna anterior a la Ilustración. Los imperios podían dominar pueblos distintos, y en ocasiones éstos mantenían sus usos y sus leyes. También podían convivir el derecho del reino con el de la Iglesia. O una región o una ciudad dentro de un reino podían tener sus usos propios.

También vale como antecedente histórico el desarrollo de derechos propios de un ámbito económico específico. Es el caso del desarrollo del derecho mercantil en torno a las ciudades italianas en el medievo, o el origen del derecho marítimo en la Rodas del siglo III antes de Cristo, y que ha seguido vigente en sus fundamentos al menos hasta el siglo XX. Internet es también un ámbito económico propio, y puede desarrollar su propio derecho privado, con la ayuda de un desarrollo tecnológico como son los contratos inteligentes.

Lo que no comparto es su idea de que estas soluciones vayan a hacer que desaparezcan los gobiernos en unas cuantas décadas, y lo único que necesitamos para que eso ocurra es que se alcance una masa crítica de personas que pasan del Estado, y se organizan al margen de él. Bien, es la teoría del desprendimiento de Toni Mascaró, y creo firmemente en que una parte importante de la población se buscará la vida al margen de las fracasadas soluciones del Estado.

Pero hasta aquí. Cuende cree que no es una cuestión ideológica, sino que el motivo es que esta nueva realidad es mucho más productiva. Pero las empresas privadas ya son más productivas que las públicas, y sigue habiendo empresas públicas. El Estado no es una entidad sin voluntad; es un instrumento de poder, y quienes lo ocupan lo utilizan para ejercerlo. No surge como solución a una necesidad social que la tecnología no ha solventado hasta el momento, y por tanto ninguna tecnología podrá llevar a la desaparición del Estado. Su existencia es una cuestión política; es decir, de acotación y ocupación del poder coactivo. 

9 Comentarios

  1. Y lo que disfrutaría Borges
    Y lo que disfrutaría Borges con esto del blockchain…

    Cigarrillos electrónicos. Si los gobernantes pueden decirnos qué podemos fumar, y cuánto, y con qué sabores y a qué precios, y nadie se queja ni hace nada por cambiar ese micro-abuso, entonces debería ser evidente que si «el repositorio de la Verdad» llegase a ser muy usado, el poder político se defendería adecuadamente, con la precisión de Jack el Destripador.

    O no es más importante la salud política que la salud pública?

    Estaba pensando en la palabra genocidio, pero en este caso lo que hay que extirpar del mundo es la Verdad misma, y no una raza, así que deberíamos llamarlo «logocidio».

    Pues eso, si la burocracia automática y desprovista de error humano de Bitcoin cuaja como alternativa a la burocracia política de toda la vida, entonces nos harán un logocidio, y a otra cosa.

    O algo peor, nos obligarán a usa la tecnología de la Verdad, pero solo la variante aprobada por los gobernantes, es decir, la que ellos puedan manipular. Y entonces sí que será la Verdad Verdadera, porque será aprobada por las autoridades, lo cual, en el fondo, nos da mucha tranquilidad a todas.

    Al final, todo vuelve al punto de partida. Pero es divertido el viaje.

    Buena columna, señor Rodríguez.

  2. «No, pues si el Estado obliga
    «No, pues si el Estado obliga a que por ley, por ejemplo, un contrato hipotecario exija de la firma de un notario para que sea legal, el sistema se mantendrá intacto.»
    Necesitas que un Estado lo haga legal, de lo contrario, los algoritmos no te garantizan solos tu propiedad. Y si no es el Estado, otro poder público con monopolio de la violencia tendrá que hacerlo legal. Lo legal se hace por la fuerza, y necesita el monopolio de la coacción y del castigo. Empecemos porque si no hubiese ningún poder legislador, legítimo o ilegítimo, no habría lo legal. Continuemos porque somos más de siete mil millones de personas sobre la tierra y que la propiedad será siempre, y únicamente, del que posee la capacidad para ejercer la violencia o para ejercer más violencia. No hay derechos ni legalidades ni propiedades si no hay capacidad de garantizar derechos, legalidad y propiedad. Y esa capacidad es simple y pura violencia. Sigamos un poco más con que la capacidad para ejercer la violencia nunca ha sido algo que esté repartido de manera tan asimétrica.

    En último término, en cuanto a autoridad se refiere, la diferencia en cuanto al poder o a la autoridad que podría tener un notario que es garante de la legalidad o una blockchain de notarios invisibles que son garantes de la legalidad, si lo único que quieres es externalizar unos servicios para imitarlos o hacerlos supuestamente más eficientes (vamos, que no tengas que pagar o que pagar tanto por ellos), no es ninguna. Es una ilusión mental. Eso es como si en vez de usar el servicio postal, uso el correo electrónico.

    Los agrámmatoi dejaron de serlo porque la ley escrita y el discurso político se hicieron más eficientes, así que no sé quién tendrá que cometer un logocidio para sustituir palabras por programación informática. Volvemos al punto de partida porque anarquía solo quiere decir an-arché. Si pensáis en qué «arché» queréis fundamentar lo legal, os daréis cuenta de que esa legitimidad, que es la del dinero, necesita a su vez para existir de otro fundamento previo, que es lo legal y la violencia que lo pueda garantizar, porque no hay otra forma. Genere o no tranquilidad, de ese círculo es imposible salir. Efectivamente ese viaje ya se ha hecho. Los que queréis volver al punto de partida y volver a aprender qué es el capitalismo sois vosotros.

    El centro sigue siendo la violencia. No es que la violencia no pueda ejecutarla un algoritmo programado para hacerlo, y hacerlo cómo y cuándo debe. Se le podría poner anarquistamente un chip a cada individuo al nacer, y que cuando alguien incumpliese algo que hubiese quedado guardado en el registro de la verdad estallase por los aires. O que recibiese descargas eléctricas o que fuese aumentando la concentración de sustancia esterilizadora. Todo esto ya ha sido pensado, pero sigue pareciendo más un perfecto totalitarismo que una imperfecta anarquía.

    No seáis tan lloricas. Al final solo quedará una raza, que será la raza marciana. Parte de ella vivirá en Marte. Queréis ver cosas en el 2017 para las que todavía queda algún que otro siglo.

    • Una de las principales
      Una de las principales cualidades de Bitcoin es que constituye una propiedad invulnerable al ejercicio de la fuerza. La generalización de su uso marcará el punto de inflexión en el que los estados pierden la capacidad de imponer políticas redistributivas mediante la amenaza de usar la violencia. Y al ritmo que disminuye su capacidad recaudatoria, disminuirá también su influencia y relevancia.

  3. Y por lo del logocidio … no
    Y por lo del logocidio … no copiemos tópicos de todo periodismo que es incisivo como un cuñado. Una cosa es la pérdida de extremo centro de delirantes protagonistas pequeñoburgueses y malditos de novela de Philip Roth y otra cosa son los trepas librepensadores de extremo de centro. Hablo del lema «se debaten sentimientos y no ideas» cuando no se está debatiendo absolutamente nada. No por casualidad es ideológicamente transversal y no por casualidad hay tanta gente criticando supuestos «safe-space» al mismo tiempo que tratan de anular todo tipo de conflictividad tanto de base material como de base ideológica en todas las esferas de la sociedad.

    No han tardado en decidir si querían ser un iluminados contra la masa, anti-intelectuales, anti-intelectuales contra la masa intelectual, intelectuales contra la masa sensiblera y populista, sensibleros y populistas contra la masa anti-intelectual…. Los bandazos de qué bandera levanta el discurso hegemónico acaban, por supuesto, en intelectual contra una masa sensiblera y populista, y hasta ahora y todos los días con tres objetivos: defender la externalización y liberalización de servicios públicos, cualquier operación de «salvar al PSOE» y criticar a una supuesta censura bienpensante. No sabemos todavía si es que los medios afectan a los fines o si es que los fines afectan a los medios, pero se cree que es una mezcla de ambos. Cualquiera que busque «empresario» en imágenes de google sabrá por qué ninguna de las tres acaba de cuajar del todo xD

  4. «Su base es Ethernet»
    «Su base es Ethernet»

    Quiso decir Ethereum. Ethernet es un estándar de redes de área local.

  5. El origen del proyecto
    El origen del proyecto Ethereum es el de «descentralizar la web» mediante la introducción de multiples componentes como parte de la hoja de ruta de la Web. Es individualizar la ruta de busqueda como camino independiente. Tofinex

    • Tofinex: Tengo claro que la
      Tofinex: Tengo claro que la seguridad y privacidad del Bitcoin es mayor que el sistema financiero / bancario, sin embargo no veo como este pueda permitir el pago privado y anónimo que permite hoy el papel moneda en la sociedad comercial.

    • Es posible que Tofinex no
      Es posible que Tofinex no tenga en cuenta el panorama completo del Bitcoin, me refiero a que todas las transferencias de criptomonedas se realizan en la web y tienen unas características que no dejan lugar a dudas de por qué los hackers del masivo ataque de ‘ransomware’ han elegido cobrar sus ‘recompensas’ en bitcoins: en las operaciones con estas monedas no hay intermediarios, se realizan en redes P2P (más seguras que los cauces habituales) y el cifrado de las transacciones, que son públicas, es tan complejo que resulta muy difícil de rastrear entre quienes se está produciendo el intercambio. Por lo tanto todos podemos ser víctimas de estafa sin seguimiento posible por parte de autoridad alguna. Con esto no pretendo hablar a favor de ningun gobierno, solo que las sociedades actuales aprenderan a coexistir con la libertad por un lado y sus «nuevos retos por otro». Igual pienso comprar bitcoins en breve.

    • Gracias O´Donnell :
      Gracias O´Donnell :
      Excelentes detalles de la operatoria con cripto monedas que no conozco muy bien. Igualmente comprare bitcoins ante de la estafa del papel moneda sin respaldo alguno. Tofinex.


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