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A modo de despedida

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Nos quedamos tan conformes ante los miles de niños con síndrome de Down que se abortan “para evitarles un sufrimiento”.

Hace poco explicaba aquí mismo cómo se van a cumplir casi diez años de mi primera colaboración con el Instituto Juan de Mariana -en lo que entonces se llamaban ‘Comentarios’-, después de participar junto a Gabriel Calzada en un interesantísimo encuentro Liberty Fund sobre la Segunda Escolástica española. Desde entonces, he tenido el honor y la responsabilidad de asomarme cada mes a esta web, para compartir con Uds. algunas inquietudes académicas: principalmente sobre los doctores salmantinos; al tiempo que procuraba darles información sobre actividades, congresos o publicaciones en ese campo, junto a otros ‘Análisis’ más cercanos a la realidad cotidiana.

Pues bien, verán por el título de éste (en forma de octosílabo, como saben me gusta por su sonoridad) que hemos cerrado un ciclo y me parecía oportuno pasar de página. Con la ventaja, a diferencia por ejemplo del noviazgo, que uno puede no dejarlo del todo… Siempre será un placer conversar con los lectores del IJM: algo que espero seguir haciendo; pero ya libre de esa pequeña servidumbre mensual.

De manera que en este último ‘Análisis’ pensaba describir alguna situación paradójica en la España que va a gobernar Pedro Sánchez durante un tiempo que desconocemos. Saben que hace unos días explicaba en el Congreso algunas directrices de su mandato (supuestamente pretendía ser algo provisional, como señaló en la moción de censura a Rajoy, hasta una inminente convocatoria de elecciones): sobre todo ello se ha escrito mucho estas últimas semanas, tanto en los análisis periodísticos como en la “campaña” para la elección del presidente del PP… No voy a abundar en ese procedimiento, ya repetido con cierto aburrimiento por la candidata Soraya, sobre la “incorrección” de un inquilino de La Moncloa no elegido por las urnas. Me interesaba más señalar qué líneas del programa del PSOE me parecen de mayor peligro para la libertad y la convivencia ciudadana.

Comenzando por lo primero que dijo Sánchez: exhumar inmediatamente los restos del dictador Francisco Franco. No crean que tengo muy claro el destino ideal de ese Valle de los Caídos, tranquilo hasta hace poco tiempo, pero que las izquierdas se empeñan en llevar a primera página. Sobre la Ley de Memoria Histórica sí tengo una opinión, poco favorable: como han escrito muchos historiadores reputados, es un desacierto en el fondo y en la forma (“las leyes de memoria histórica son siempre nocivas, nefastas y destructivas en todos los casos”: Stanley Payne dixit). Y si ya Zapatero lo hizo mal, estas ministras sectarias de Pedro Sánchez lo acabarán de estropear con esa “Comisión de la Verdad” y otras ocurrencias similares: por ejemplo, escuchaba con pasmo afirmar que -después de Camboya- España es el país del mundo con más cadáveres enterrados en las cunetas… Seguro que en la Unión Soviética de Lenin y Stalin o en la comunista China de Mao nos multiplican por cien (y por mil) en ese macabro récord.

Mucho más peligrosos resultan ciertos ataques a la libertad de expresión (el barullo de Televisión Española) y sobre todo a la libertad de educación: esa inquina contra la enseñanza concertada o la educación religiosa es pertinazmente retrógrada… pero no les importa; ahí están con sus eslóganes ideológicos. Entiendo que pueda ser una aspiración del marxismo podemita; pero cualquier socialista responsable debería avergonzarse de ello. Y no digo nada de los nacionalistas conservadores de Cataluña y el País Vasco, completamente desorientados en su deriva independentista.

Hay otras noticias menores, de simple “pose para la galería”, como ese mediático rescate de un puñado de pobres náufragos huyendo del hambre y la corrupción (la inmensa mayoría), mientras decenas de ellos siguen ahogándose cada semana en el Estrecho sin una maldita cámara de televisión como las que vimos en Valencia o Barcelona. Rectifico: la terrible tragedia de los inmigrantes no es algo menor; pero España no puede convertirse en el gran Leviathan bondadoso que resuelva todos los males del planeta.

Porque, desde un punto de vista de las responsabilidades más inmediatas, nuestros gobernantes deben atender en primer lugar a sus propios ciudadanos: a aquellos que les eligen, vale; pero también a todos los demás que pagamos su sueldo con nuestros impuestos. En este sentido me parece, no ya ilusoriamente imposible, sino moralmente injusto, pretender erigirse en defensores de una “ciudadanía universal”. A ver, claro que debemos atender al prójimo: pero comenzando por el más cercano. Esa alucinante Conselleria de la Comunidad Valenciana titulada de “Sanidad Universal” es un ejemplo clarísimo de cómo han perdido el sentido de la perspectiva: comiencen ustedes primero a cuidar de los residentes valencianos… y ya veremos si después hay tiempo y recursos para atender a todo el mundo mundial. Evidentemente, hablar de gasto social implica subir los impuestos. Sobre ese discurso nada añadiré a tantos comentarios que se han publicado en esta web.

Termino con un asunto del que se escribe poco, pero pienso que algún día la Historia valorará con una infinita desolación: el respeto a la vida. Aborto y eutanasia resultan hoy una “entretenida” materia de discusión dialéctica, cuando en realidad esconden la más brutal de las incoherencias: fíjense en esas mujeres que llegan embarazadas a nuestras costas, con toda la algarabía mediática por su estado de buena esperanza, y que al día siguiente podrían abortar con toda tranquilidad -seguramente ante su pasmo mayúsculo- por cualquier malformación del feto; o ni siquiera eso. Y a propósito de malformaciones y discapacitados: resulta que nos escandalizamos, con razón, porque a un grupo de enfermos Down les maltraten en un karaoke; pero nos quedamos tan conformes ante los miles de niños con esa discapacidad que se abortan “para evitarles un sufrimiento”… En lógica coherente, si se aprueba una Ley de Eutanasia debería ser igualmente legítimo eliminar a uno de estos jóvenes que a un embrión de varios meses: ¿no es verdad?

7 Comentarios

  1. Si nos ponemos así entonces
    Artículo interesante. Si nos ponemos así, entonces mejor no existir por si un día aún llevando cuidado toda tu vida, encima te aparece un cáncer y te hace sufrir.

    Hay dolores y sufrimientos que son inherentes a vivir o a la vida para que se entienda mejor (esto lo decía hasta Nietzsche), hay otros que se podría decir que son un artificio precisamente generado por otras personas, animales o cosas y que curiosamente no suele provenir de gente con malformaciones de este tipo al menos.

    Cualquier padre o madre prefiere un hijo sano pero también todo el mundo tiene derecho a tener un hijo así si le place ya que además tienen cosas en común con los demás; tienen cosas que son igual de valorables por tanto.

    No creo que se deba de promocionar ni la eugenesia ni el «suicidio asistido» pues.
    Habrá que ver en qué casos, estas cosas son necesarias, no sólo deseables.

    ¿Haberlos ailos?

  2. León, sobre el tema de la
    León, sobre el tema de la eutanasia, creo que existen un gran número de temores infundados, sobre una norma que lo único que reconoce es el derecho de una persona a decidir si quiere seguir viviendo y a recibir ayuda para proceder si la respuesta es no. Bajo esta ley, no se permite que se mate a nadie sin que esta persona no lo haya solicitado reiteradamente, y haya sido informada de las alternativas (puede que debiera obligarse a asistir a dos o tres meses de terapia). Por lo que negar ese derecho no es algo humanitario, sino más bien ensañamiento.

  3. ¿Derecho iusnatural a morir
    ¿Derecho iusnatural a morir sin que otro alguien tenga la obligación de matarte incluso antes de rogarselo?

    No en todos los casos el afectado puede tomar la decisión y no en todos los casos es consciente de los daños psicológicos colaterales que podría ocasionar.
    Creo que es cuando existe un sufrimiento extremo constante y cuando no hay remedio cuando puede ser necesario.

    La necesidad es lo que legitima más en estos casos que el deseo o el creer el ayudante que hace un acto compasivo.

  4. Don León, sus rugidos siempre
    Don León, sus rugidos siempre resonarán por acá.

  5. En Valencia existió el
    En Valencia existió el Instituto de Investigaciones Citológicas, fundación privada (y ejemplar) de la Caja de Ahorros de Valencia. Uno de sus laboratorios fue pionero en diagnóstico prenatal de enfermedades congénitas (antes de que pasara a hacerlo la Seguridad Social). Muchas parejas en estado de buena esperanza de toda España acudían allí para el diagnóstico, pero también muchos de esos mismos padres acudían allí orgullosos años después acompañados con sus retoños para saludar a doctores y técnicos (agradeciéndoles su trabajo, felizmente habían decidido tener a sus hijos, pues todos y cada uno somos especiales).

  6. El progresismo siempre tendrá
    El progresismo siempre tendrá más palmeros (llegué a leer un día por Internet que ser de izquierdas era ser buena persona);
    hoy en día y desde hace tiempo ya tiene el voto fijo de la mayoría de mujeres e inmigrantes.

    No importa por tanto que las ideologías se puedan contradecir, basta con decir lo que ciertos grupos mayoritarios quieren oír para triunfar.

  7. El problema e las leyes
    El problema de las leyes progres ,es que inicialmente parecen sensatas y de acuerdo a todo un caudal de emociones ,terminan sirviendo a falacias. Es lo que se llama post verdad. En los patios andaluces sevillanos,es costumbre charlar de todo aprovechando el frescor de la noche,dando lugar a un lenguaje llamado paripé,cada uno cuenta sus anécdotas conociendo que pueden ser falsas,pero lo que importa es como se cuenta. Esa es la filosofía progre ,si hablamos de proteger a los niños y a las mujeres,pero claro , ocultas con el paripé ,la condena de otros 100.000 criaturas abortadas(interrupción voluntaria) y en cuanto a la eutanasia,a la hora de hacerla verdad produce miedo entre los mayores de 70 años ,tal como sucede en Holanda. etc


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