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Ante las elecciones generales

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Las elecciones que vienen representan una oportunidad deprimente: elegir lo menos malo o seguir con Zapatero en La Moncloa. Ya sabemos que el PSOE ha agotado todas sus soluciones caseras: intervenciones masivas, subida del gasto público, papeles para todos, y subvención tras subvención. Y los resultados de cuatro años de legislatura son evidentes: más inflación, más paro, más delincuencia, más impuestos y más gasto público. Lo único que ha bajado es nuestro escaño o ranking en influencia/importancia exterior y por supuesto, nuestros ahorros.

No podemos negar que tanto el PP como el PSOE nos ofrecen unas "soluciones" verdaderamente deprimentes. Como resumen de lo que nos ofrecen, solo bastan cuatro palabras: más de lo mismo. Que nadie se equivoque: el PSOE está totalmente comprometido con el colectivismo de toda la vida… y el PP no se imagina ninguna otra solución para nuestros problemas que decir: "sí a la intervención, pero nosotros lo haremos mejor". Y lo cierto es que, en estos momentos, el PP es el único partido donde encontramos corrientes liberales aunque, desgraciadamente, son pocas.

Hay muchos ejemplos de políticos honrados en el mundo. Algunos son ex socialistas que reconocieron que el socialismo no funciona. Por otro lado, siempre tenemos a los mentirosos de siempre, y en el caso de España el mejor ejemplo es el señor Solbes… que niega, como el típico funcionario de turno a las ordenes de su partido, que "no hay que exagerar" la crisis económica. Lo más repugnante de los políticos actuales como Solbes es que nos insultan… y nos echan la culpa. No olvidemos de que el mismo Solbes dijo hace poco que los españoles dejamos demasiada propina para el café. El problema del señor Solbes es que, aparte de ser un mentiroso, también carece de un programa económico para nuestro país, y como consecuencia no hace otra cosa que echarnos la culpa.

Cualquiera que tenga un conocimiento mínimo de España sabe que históricamente no nos ha gustado la intervención estatal y el control centralizado. Nos gusta la libertad, y el claro ejemplo de ello es cómo se desarrollan las leyes que salen del Congreso en cada Comunidad Autónoma. Por ejemplo, la dichosa y socialista Ley Antitabaco no se fuma igual entre las comunidades. Hay que hacer todo lo posible para que Zapatero no gane las próximas elecciones generales porque aunque las elecciones en este país son libres y hasta gratuitas, todos pagamos los resultados. Queremos políticos que quieran bajar los impuestos, que contengan el gasto público y la inflación, que eliminen la burocracia estatal, que promuevan más flexibilidad en el mercado laboral y que cumplan con la ley y todo lo que eso conlleva.

Uno de los pocos deberes que tiene un gobierno es el de mantener el imperio de la ley, siempre, en todos sitios y por encima de cualquier institución. España ha sufrido en los últimos cuatro años un revés histórico en cuanto al imperio de la ley y la calidad de las instituciones jurídicas. Es curioso que los socialistas, que siempre han creído en el Estado y que el Estado debe hacer un poco de todo, ignoran uno de los pocos deberes legítimos que tiene un Estado.

Para concluir, resumiré lo que está en cuestión: en España la mayoría creativa tiene poca libertad y una minoría de funcionarios tiene demasiada licencia y privilegio. A ver si en marzo damos un paso adelante para liberarnos un poco más y poner a los derrochadores gubernamentales en su sitio adecuado… en el Museo de Los Horrores.

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