Llevo varios años publicando artículos sobre Bitcoin en esta casa, y después de todo este tiempo mi perspectiva sobre este activo ha ido cambiando en algunos aspectos. El cambio más relevante es sobre la posibilidad de que Bitcoin pueda llegar a ser moneda generalmente aceptada, debido a la volatilidad que genera su oferta fija.
He de decir que desde mi punto de vista que fuera o no dinero nunca fue algo que me importase en exceso sobre Bitcoin. Me importaba más por el hecho de que Bitcoin acabase con la moneda fiat. En este sentido, en numerosas ocasiones he “defendido” la moneda fiat frente a los ataques de bitcoiners maximalistas y algunos austriacos. Pero no porque a mí me parezca bien la moneda fiat; todo lo contrario. La he “defendido” porque creo que para derrotarla hay que atacarla con rigor.
Fortalezas y debilidades de la moneda fiat
En mi opinión, la fortaleza de la moneda fiat está en la parte técnica y su gran debilidad en la parte política. Ruego al lector que me permita realizar momentáneamente esta separación para mi ejercicio de análisis, pues soy plenamente consciente de que la interferencia política tiene su origen en que la naturaleza técnica de la moneda fiat permite que tal interferencia exista.
Con la fortaleza de la parte técnica me refiero a que en un supuesto entorno de banca libre sin intervención estatal, donde los agentes privados en libre competencia monetizasen activos privados, reales o financieros, creo que tendríamos monedas muy estables con una pérdida de poder adquisitivo a largo plazo mucho más controlada.
El gran problema es que esto es imposible en la era de los grandes Estados Nación. La naturaleza de crédito de este tipo de moneda requiere de emisores de confianza. Y un emisor de confianza, aunque sea privado, ha de tener nombre y apellidos, una sede, auditarse voluntariamente, etc. Por tanto, son una presa muy fácil para caer bajo el control de los Estados. Para que los políticos desplieguen estrategias de financiación a través de este tipo de moneda. Dominancia fiscal.
La dominancia fiscal
Es esta dominancia fiscal el gran problema de las monedas fiat. Los políticos las utilizan para financiar sus gastos, o peor aún su déficit fiscal. También hay otras consecuencias muy graves para nuestra libertad. Por ejemplo, la facilidad que tiene el gobierno para embargarnos, la supresión de nuestra privacidad en lo que se refiere al dinero, o el control sobre en qué gastamos o dejamos de gastar.
En este contexto, los políticos pueden deteriorar la calidad de las monedas fiat que controlan, mientras no las empeoren significativamente más que las alternativas. Pues para el ciudadano el coste de cambiar a otra moneda puede ser demasiado elevado comparado con la mejora que podría obtener con el cambio. Solo cuando la moneda es muy mala es cuando los ciudadanos comienzan a abandonarla con contundencia.
Bitoin, el activo real digital
Nótese, por tanto, que no es la intervención estatal, el curso forzoso, el control de capitales o de precios lo que confiere el valor a la moneda fiat. ¡Todo lo contrario! Son las cualidades técnicas las que el mercado aprecia, y el control y la coacción lo que el mercado desprecia. Es muy fácil contrastar con ejemplos actuales e históricos que cuanto más coactiva e intervenida está una moneda, menos demanda de atesoramiento tiene. Y al revés, cuanto más se somete el poder político a lo que demanda el mercado, lo que podríamos llamar dominancia monetaria en contraposición a la dominancia fiscal, más demanda tienen estas monedas.
Lo he explicado en uno de mis primeros artículos en esta casa, y lo destaco en mi bio de twitter desde hace años. Lo nuevo y relevante que trae Bitcoin que no existía antes es su naturaleza de activo real digital. Es decir, que es digital y al mismo tiempo no es la deuda, obligación o promesa de nadie. Esta característica hace que sea una forma de poseer riqueza.
A diferencia no sólo de la moneda fiat, sino también de las acciones, los bonos, los fondos de inversión, los inmuebles, queda mucho más lejos del alcance de las garras de los Estados. Esta característica es, en mi opinión, donde está la gran utilidad de Bitcoin. Pero sobre todo y mucho más importante, donde Bitcoin más puede contribuir a mejorar nuestras cotas de libertad.
Ver también
Liberalismo y bitcoin. (Manuel Polavieja).
Bitcoin: inmutabilidad y libertad. (Manuel Polavieja).
Bitcoin y el derecho de propiedad. (Manuel Polavieja).
Cadena de bloques para la libertad. (Jordi Pàmies Segura).
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