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Carriles bici norcoreanos

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Manuela Carmena, actual alcaldesa de Madrid, Ana Botella, la anterior y, sobre todo, Alberto Ruiz-Gallardón son, además de políticos, ingenieros sociales. 

Si alguien tiene interés en conocer la forma de vivir de los habitantes de Corea del Norte, puede bucear por internet y ver algunas de las fotos que un puñado de valientes ha conseguido sacar en aquel país (y de aquel país). Hay un tipo de instantáneas que me llama mucho la atención, pues de alguna manera define el régimen que sufren, y son las que nos muestran unas enormes, anchas y solitarias autopistas que conectan los puntos clave del país. En las fotos, las vías aparecen sin apenas coches, aunque tengan hasta tres o cuatro carriles de anchura, lo que puede parecer, y de hecho lo es, un derroche de recursos. Dichas autopistas tienen dos funciones básicas. La primera de ellas, llevar rápidamente a los pocos usuarios que usan coche y que suelen ser los que ostentan el poder, incluyendo por supuesto a su gran timonel, Kim Jong-un. La segunda, quizá más importante para el futuro del régimen, es permitir que las tropas del ejército puedan desplazarse rápidamente allá donde se las necesita. Los ciudadanos normales, los que no pertenecen al partido único, suelen usar el transporte público o las bicicletas.

En Madrid, los que ahora ostentan el poder en el Ayuntamiento, pero también los que lo ostentaron en legislaturas pasadas, tomaron la decisión de que había que desterrar los malos humos de la capital del reino y que los coches aportaban gran parte de ellos, así que, no sé si fijándose en el modelo norcoreano o en el que hay en los Países Bajos, donde también es muy habitual el uso de las bicicletas, optaron por fomentar su uso, dentro de una política más general ligada a la vida sana y al medioambiente limpio.

Al tirar de presupuesto público, es decir, del dinero de los contribuyentes, llenaron Madrid de carriles para bicicletas, quitando así espacio para automóviles y peatones, que ahora tienen  que cuidarse de que un loco montado en un biciclo a velocidades inauditas no impacte con ellos, o de no meterse en su carril que, precisamente porque no están muy transitados, suelen no verse demasiado bien. La bicicleta es una herramienta estupenda para el que quiere hacer ejercicio, disfrutar del ocio y, en una ciudad no excesivamente grande o relativamente plana, como lo son la mayoría de las ciudades holandesas, un aceptable medio de transporte. Para otros casos, como el de Madrid, ciudad llena de cuestas y demasiado grande, es mucho más eficiente el automóvil, ya sea privado, colectivo o compartido. Precisamente, la bicicleta es un método de transporte más apropiado para países económicamente pobres: tal es el caso de la China de la Revolución Cultural, donde se popularizó, o de Corea del Norte. En ambos casos, la compra de una bicicleta está al alcance de salarios bajos.

En Madrid, ciudad donde vivo, da pena ver los carriles bici diseñados, implementados y pagados por el Ayuntamiento, totalmente vacíos. Algunas veces permanecen tan vacíos que parecen haber sido diseñados en Corea del Norte y ser hermanos delgados de sus autopistas. Precisamente durante los últimos días de enero y los primeros de febrero, han estado asfaltando el tramo de la calle Toledo que va de la Puerta de Toledo a la Glorieta de las Pirámides, y han aprovechado para reordenar el tráfico en la zona. Así, lo que antes era una amplia avenida con tres carriles para los coches en cada sentido, se ha quedado reducido a dos carriles para coches en cada sentido y uno para bicicletas situado en el lado izquierdo, con lo que se ve dificultado el giro a la derecha del ciclista, con el peligro que ello conlleva para su integridad.

 El carril de las bicicletas permanece vacío, mientras que en momentos de afluencia de tráfico, los coches se apiñan, circulando más lentamente y contaminando más. Todo lo contrario de lo que se pretende.

Manuela Carmena, actual alcaldesa de Madrid, Ana Botella, la anterior y, sobre todo, Alberto Ruiz-Gallardón son, además de políticos, ingenieros sociales. No se limitan a gestionar algunos asuntos públicos con el presupuesto más reducido posible, buscando eficiencia y calidad en los servicios prestados, sino que buscan satisfacer grandes metas, cambiar hábitos, enseñar ética y corregir morales extraviadas, sin importar el coste y las consecuencias, por lo que el ciudadano debe aguantar cambios, financiar los proyectos, votarles para legitimarles y, una vez hecho esto, callar o asentir, pues para eso se han convertido en representantes de los ciudadanos, del pueblo, de la gente.

La extrema izquierda, que gobierna ahora en Madrid con el apoyo de los socialistas, ha decidido desterrar el coche del centro de Madrid y, para ello, se ha buscado el mito de la vida sana y de un supuesto nivel de contaminación que hace insoportable la vida en la ciudad. Esta medida terminará por convertir el centro en una trampa para los que allí viven, propiciando que se vayan aquellos que se lo puedan permitir, generalmente el que tiene suficientes ahorros para buscar otro lugar donde vivir con más libertad. Los que no se lo puedan permitir tendrán que aguantar los efectos colaterales de la ingeniería social y, por lo general, no son agradables. La vida sana, el uso de la bicicleta, la reducción de la contaminación o cualquier otra razón que esgriman son excusas perfectas para estas políticas.

21 Comentarios

  1. Realmente el último párrafo
    Realmente el último párrafo ya describe lo que pasó en el distrito Centro cuando se apostó por meter el coche hasta en el último espacio disponible: la calidad de vida se deterioró tanto que quien pudo se largó a periferia y aquello se convirtió en zona marginal.

    Para evitar eso, una de las medidas más exitosas ha sido evitar coches visitantes, manteniendo los de los residentes, sea con zona azul sea con APRs. De esta manera, el distrito Centro ha dejado de ser una zona marginal en buena medida.

    No estando de acuedo con la solución de la calle Toledo, el número de coches no es una constante universal. Crece si se le ponen facilidades, y viceversa. Verá como en unos meses el tráfico ahí va a menos.

    • Ya, y si se prohíbe la
      Ya, y si se prohíbe la circulación, el tráfico irá a menos todavía. Bonita manera de resolver el problema de los atascos. Como lo del que vendió el coche para comprar gasolina.

      Sí, sí, la cantidad de coches no es una maldición ineludible. Sólo es cuestión de ponerles dificultades suficientes y se pueden eliminar de la faz de la Tierra. El problema es que no sólo ocasionan molestias, también son útiles. La tecnología actual tiene aspectos muy fastidiosos, pero sin ella miles de millones moriríamos y esto también deberíamos considerarlo en la ecuación.

      Entonces, ¿cuál es el número adecuado de coches, bicicletas o cualquier otra cosa? ¿Adecuado para qué y para quién? Si nos referimos al público e interés general la respuesta es clara: el que determine el mercado o libre actividad de los agentes económicos al margen de interferencias políticas que, por definición, sólo pueden representar miopes intereses particulares e ideológicos.

      Sí, Villarramblas, posiblemente en unos meses el tráfico vaya a menos porque las retenciones y estorbos artificiales no compensen las ventajas de usar el coche y hasta puede que alguien empiece a usar el desolado carril bici, pero la gente será más pobre e infeliz porque no es eso lo que eligió ni lo que prefería. Unos pocos habrán ganado a costa del interés general

      Lo que no interesa a nadie (como se ve con el carril bici) no crece si se le ponen facilidades, ni viceversa

    • Menos mal que no se ha
      Menos mal que no se ha olvidado el articulista de que hay ciudades mucho más ricas que Madrid en las cuales la bici es un medio de transporte más. Y no es por las cuestas. En Copenhague hay muchas más bicis y el frío y el viento son tan incómodos como el calor veraniego y las cuestas madrileñas. También está por ver qué pasará a medida que las bicis eléctricas vayan bajando de precio y se consolide el bikesharing (aunque también bajará el precio de los coches eléctricos, el espacio necesario para utilizar un coche hará cada vez más difícil moverlo y aparcarlo de manera no compartida por dentro de la ciudad).
      Parecen olvidar que el número de carriles de una calle no es algo natural. Es algo que hay que ir negociando. Los carriles de Toledo van vacíos, sí. Se llenarán poco a poco. Pero es que tengo la sensación de que lo que el objetivo principal era reducir el número de coches que entran y salen de la ciudad por ahí. Después le tocará a Delicias y a otras tantas, y será más fácil que haya bicis. Y con nuestros impuestos, sí. Reasfaltar y repintar las calles con un carril bici debe de costar algo muy parecido a asfaltar y repintar sin carriles bici. A menos que se valore el coste de oportunidad de reducir el tráfico a motor como algo muy elevado, el coste es mínimo. Y Villarramblas ya ha citado motivos por los cuales quitar coches de enmedio no tiene por qué ser contraproducente.
      Da la impresión de que sólo se habla de que el libre mercado es quien debe regular cómo se mueve la gente dentro de una ciudad a la hora de disminuir el espacio empleado por el coche. Cuando se construyen carreteras, túneles y puentes que olvidan todo lo que no sea el coche privado, o cuando se crean más zonas de aparcamiento siempre es el libre mercado y el progreso el que habla, pese a que la gran mayoría de las veces también estemos hablando de obras realizadas con (esta vez sí) enormes presupuestos públicos.
      Creo que desde el liberalismo se puede defender el uso de la bicicleta como medio de transporte dentro de las ciudades. Es barata, molesta poco a los demás e incluso es más rápida que el coche para muchos trayectos. El coche no puede ser símbolo unívoco de libertad, por más que nos lo hayan vendido los publicistas. Hablemos de libertades y derechos, tal como toca en este lugar.
      A mi me molesta el ruido y humo de los coches, además de todo el espacio urbano que consumen. Donde hay muchos coches circulandoa gran velocidad es más complicado e inseguro ir en bici. Incluso sin un gobierno decidiendo todo por nosotros, yo optaría por una ciudad con menos coches como la que se propone desde este consistorio, y de manera mucho más bestia.
      Clamaría porque no haya plazas de aparcamiento para coches gratuito en zonas públicas. En todo caso, las plazas en zonas públicas deberían subastarse a particulares y empresas que las quieran utilizar. Pongamos un precio de verdad a «los clientes van a los comercios del centro en coche y necesitan aparcamiento». Estaría dispuesto a hacer lo mismo con los espacios reservados para bicicletas. Teniendo en cuenta que donde aparca un coche hay espacio para más de 10 bicicletas y que una bicicleta se puede guardar en casa sin necesidad de párking, no creo que haya mucho que temer.
      Clamaría porque se compense a los demás ciudadanos por el coste para la salud que supone usar un coche debido al ruido, humos y peligrosidad.
      Clamaría por más obligaciones para el conductor, endureceriendo el código penal y considerando que el automóvil sigue siendo una herramienta muy peligrosa: no ofrecer socorro y eludir responsabilidad ante un atropello mortal debería considerarse homicidio (no hay manera de saber si la muerte es por mal uso del coche o voluntario).

    • Menos mal que no se ha
      Menos mal que no se ha olvidado el articulista de que hay ciudades mucho más ricas que Madrid en las cuales la bici es un medio de transporte más. Y no es por las cuestas. En Copenhague hay muchas más bicis y el frío y el viento son tan incómodos como el calor veraniego y las cuestas madrileñas. También está por ver qué pasará a medida que las bicis eléctricas vayan bajando de precio y se consolide el bikesharing (aunque también bajará el precio de los coches eléctricos, el espacio necesario para utilizar un coche hará cada vez más difícil moverlo y aparcarlo de manera no compartida por dentro de la ciudad).
      Parecen olvidar que el número de carriles de una calle no es algo natural. Es algo que hay que ir negociando. Los carriles de Toledo van vacíos, sí. Se llenarán poco a poco. Pero es que tengo la sensación de que lo que el objetivo principal era reducir el número de coches que entran y salen de la ciudad por ahí. Después le tocará a Delicias y a otras tantas, y será más fácil que haya bicis. Y con nuestros impuestos, sí. Reasfaltar y repintar las calles con un carril bici debe de costar algo muy parecido a asfaltar y repintar sin carriles bici. A menos que se valore el coste de oportunidad de reducir el tráfico a motor como algo muy elevado, el coste es mínimo. Y Villarramblas ya ha citado motivos por los cuales quitar coches de enmedio no tiene por qué ser contraproducente.
      Da la impresión de que sólo se habla de que el libre mercado es quien debe regular cómo se mueve la gente dentro de una ciudad a la hora de disminuir el espacio empleado por el coche. Cuando se construyen carreteras, túneles y puentes que olvidan todo lo que no sea el coche privado, o cuando se crean más zonas de aparcamiento siempre es el libre mercado y el progreso el que habla, pese a que la gran mayoría de las veces también estemos hablando de obras realizadas con (esta vez sí) enormes presupuestos públicos.
      Creo que desde el liberalismo se puede defender el uso de la bicicleta como medio de transporte dentro de las ciudades. Es barata, molesta poco a los demás e incluso es más rápida que el coche para muchos trayectos. El coche no puede ser símbolo unívoco de libertad, por más que nos lo hayan vendido los publicistas. Hablemos de libertades y derechos, tal como toca en este lugar.
      A mi me molesta el ruido y humo de los coches, además de todo el espacio urbano que consumen. Donde hay muchos coches circulandoa gran velocidad es más complicado e inseguro ir en bici. Incluso sin un gobierno decidiendo todo por nosotros, yo optaría por una ciudad con menos coches como la que se propone desde este consistorio, y de manera mucho más bestia.
      Clamaría porque no haya plazas de aparcamiento para coches gratuito en zonas públicas. En todo caso, las plazas en zonas públicas deberían subastarse a particulares y empresas que las quieran utilizar. Pongamos un precio de verdad a «los clientes van a los comercios del centro en coche y necesitan aparcamiento». Estaría dispuesto a hacer lo mismo con los espacios reservados para bicicletas. Teniendo en cuenta que donde aparca un coche hay espacio para más de 10 bicicletas y que una bicicleta se puede guardar en casa sin necesidad de párking, no creo que haya mucho que temer.
      Clamaría porque se compense a los demás ciudadanos por el coste para la salud que supone usar un coche debido al ruido, humos y peligrosidad.
      Clamaría por más obligaciones para el conductor, endureceriendo el código penal y considerando que el automóvil sigue siendo una herramienta muy peligrosa: no ofrecer socorro y eludir responsabilidad ante un atropello mortal debería considerarse homicidio (no hay manera de saber si la muerte es por mal uso del coche o voluntario).

    • La opción «libre mercado»
      La opción «libre mercado» también me vale como sustituto de las restricciones.

      Eso significa que el aparcamiento de pago no sólo debería estar dentro de la M30, sino en cualquier lugar donde haya escasez. Y que las carreteras gratuitas a costa del erario público deberían de ser de peaje, en función de la demanda de espacio de cada momento del día.

      En una situación así, el escenario al que se llega es similar al que planteé: bastantes menos coches, que sólo circulan cuando los costes (que paga el usuario y no el resto) compensan. Con un escenario así, no necesitaríamos estar discutiendo de inútiles carriles-bici, porque el uso de la bicicleta sería mucho mayor debido a su menor coste comparativo, y sería habitual verlas por la calzada en gran número.

    • La opción «libre mercado»
      La opción «libre mercado» también me vale como sustituto de las restricciones.

      Eso significa que el aparcamiento de pago no sólo debería estar dentro de la M30, sino en cualquier lugar donde haya escasez. Y que las carreteras gratuitas a costa del erario público deberían de ser de peaje, en función de la demanda de espacio de cada momento del día.

      En una situación así, el escenario al que se llega es similar al que planteé: bastantes menos coches, que sólo circulan cuando los costes (que paga el usuario y no el resto) compensan. Con un escenario así, no necesitaríamos estar discutiendo de inútiles carriles-bici, porque el uso de la bicicleta sería mucho mayor debido a su menor coste comparativo, y sería habitual verlas por la calzada en gran número.

    • La opción «libre mercado»
      La opción «libre mercado» también me vale como sustituto de las restricciones.

      Eso significa que el aparcamiento de pago no sólo debería estar dentro de la M30, sino en cualquier lugar donde haya escasez. Y que las carreteras gratuitas a costa del erario público deberían de ser de peaje, en función de la demanda de espacio de cada momento del día.

      En una situación así, el escenario al que se llega es similar al que planteé: bastantes menos coches, que sólo circulan cuando los costes (que paga el usuario y no el resto) compensan. Con un escenario así, no necesitaríamos estar discutiendo de inútiles carriles-bici, porque el uso de la bicicleta sería mucho mayor debido a su menor coste comparativo, y sería habitual verlas por la calzada en gran número.

    • Aún así el carril bici sobra
      Aún así el carril bici sobra y es un peligro. Es una actuación negligente. Llamarlo solución es legitimarlo. Todos los carriles bici urbanos son un problema. No pueden hacerse bien, no es cuestión de «diseño ingenioso» simplemente no existen ni pueden existir. La única forma de integrar las bicis en la ciudad es integrándolas en su sitio el tráfico (Segun ISO 3833) recomendaría consultar este artículo https://ciudadciclista.wordpress.com/2015/12/07/los-carriles-bici-son-para-los-coches/ y esa web en genral.

    • Villarramblas:
      Villarramblas:

      Pues si le vale el libre mercado en vez de las restricciones, choque esos cinco. En un libre mercado no hay carriles vacíos ni otras ineficiencias que lleven directamente a la quiebra y usted se convertirá sin duda, si no lo es ya, en un acaudalado y exitoso empresario a la par que prócer y filántropo al que tanto deberemos. Digo esto último por su fino olfato a la hora de anticipar costes, precios y escenarios finales.

      Sí, señor. Qué ocioso acalorarse y desgañitarse cuando el Mercado es lo único que da y quita razones. Por eso soy liberal..

    • Curiosamente el partido que
      Curiosamente el partido que se dice liberal nos ha llenado de autopistas vacías que hemos tenido que pagar todos los españoles. Privatizando beneficios pero nacionalizando los costes.

    • Curiosamente el partido que
      Curiosamente el partido que se dice liberal nos ha llenado de autopistas vacías que hemos tenido que pagar todos los españoles. Privatizando beneficios pero nacionalizando los costes.

  2. Yo creo que es justo al revés
    Yo creo que es justo al revés. El estado ha estado anios favoreciendo con el dinero de todos un medio de transporte ineficaz y que además, y no supuestamente, nos mata (si, el NOx aunque no se vea, mata) (1).

    Que los carriles bicis hechos en Madrid son estupidos y mal diseniados. Sin ninguna duda. La unica medida fantastica fue el titulo segundo de la normativa (2): » En la calzada, las bicicletas circularán ocupando la parte central del carril.» Si, dejarnos LIBERTAD a las bicicletas para circular como nosotros deseemos y ocupar esos magnificos carriles que en su dia hizo el estado para favorecer una maquinas pesadas, contaminantes e ineficientes

    (1). http://citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/download?doi=10.1.1.465.5144&rep=rep1&type=pdf

    (2). http://www.madrid.es/portales/munimadrid/es/Inicio/Ayuntamiento/Movilidad-y-Transportes/Oficina-de-la-bici/Normativa/Titulo-Segundo-Circulacion-de-vehiculos?vgnextfmt=detNavegacion&vgnextoid=f291114088d89210VgnVCM2000000c205a0aRCRD&vgnextchannel=bbe3ece9eafc8210VgnVCM1000000b205a0aRCRD

  3. Este es el típico problema de
    Este es el típico problema de “gestión de lo común”. Las opiniones son tan válidas para lo uno como para lo otro y lo cierto y verdad es que tanto los defensores de la medida ahora propuesta como los que la discuten tienen argumentos tan válidos para lo uno como para lo otro.

    Ciertamente si se favorece de determinada manera, es decir prohibiendo un espacio de uso a determinados vehículos, a los coches por el carril bici, para favorecer a otros…. las bicis por el carril, lo que no se puede negar es que hay una iniciativa a favor de una determinada política a la que podemos dar el adjetivo de ingeniería social porque se está favoreciendo de manera efectiva un medio de transporte sobre otro porque de hecho a la bicicleta no se le impide circular por las zonas de vehículos a motor sino que tienen reservado un espacio sólo para ellos que los demás no pueden usar. Pero con todo y con eso de lo que tenemos que tener claro es que es la gestión de lo común de lo que estamos hablando. Y eso es política y tan legitimas son unas posturas como las otras.

    Pero lo que deben responder todos es si se está satisfaciendo las necesidades de los ciudadanos de manera efectiva o no.

    Antes de estos vacíos carriles bici, porque el uso de la bicicleta hay que estudiarlo para situaciones semejantes y no distintas, Copenhague no es igual a Madrid ni por asomo, ya se impusieron los carriles bus/taxi. Eso se hizo para favorecer el uso de transporte público y colectivo, con el mismo objetivo, sacar coches particulares de la calle haciendo más atractivo el uso del trasporte público en detrimento del transporte privado. ¿Se consiguió algún efecto positivo? Si, alguna agilidad más se le dio a los trasportes públicos pero no se consiguió apenas nada reducir el uso del trasporte privado. Las calles seguían y siguen estando atestadas de coches.

    ¿Por qué? Porque el ciudadano en su libertad elige comodidad, independencia, aun a costa de una menor agilidad y rapidez inicial o final pero que le permite llegar desde su cada hasta … el trabajo, el comercio, los centros oficiales, sin depender de nadie más que… del tráfico rodado del que él voluntariamente forma parte.

    De los argumentos a favor de restringir el tráfico privado más parece que lo que cuenta es la cuestión ideológica que la verdaderamente práctica… Se habla de que los poderes públicos favorecieron el coche privado. Vamos a ver. Si la gente usa mucho el vehículo privado… ¿no se está favoreciendo lo que la gente quiere? ¿Cómo se puede usar como argumento que el político satisfaga las necesidades de la gente como algo negativo? ¿Es o no es ese un argumento a favor de la ingeniería social? Pues yo creo que radicalmente sí. ¿Pero qué ingeniería social, la que favorece la libre elección de los cuidadnos como el caso que se ataca o el que impone el uso de la bicicleta al restringir el espacio para el vehículo privado?

    Y luego están las propuestas y consecuencias. El uso de la bicicleta es sano, se hace ejercicio, pero al mismo tiempo es peligroso, te mojas, la seguridad del vehículo queda comprometida todos los días, es mucho más fácil robar una bicicleta o partes de ella que un coche y para prueba de ello es Ámsterdam donde sacan todos los años 15.000 bicicletas de los canales…. Además en la muy educada y sana ciudad de Ámsterdam se provoca la contaminación y atoramiento de los canales. No sé si eso es positivo precisamente sobre todo para una ciudad que es la cuarta parte de Madrid en cuanto a población y que las únicas cuestas que existen son para subir algún puente desde el que tirar bicicletas.

    Pero quizás el argumento que más me sofoca es el del favorecer el transporte “Público” en contra del privado. Ese es el principal argumento que desprecio. Lo público como mejor que lo privado. Lo colectivo mejor que lo individual. El sometimiento a los dictados de la ruta del autobús o el metro en contra de la libre elección del por dónde puedo ir dependiendo de las condiciones del tráfico, por supuesto, o de las rutas posibles en cuanto a la señalización. Pero libertad de elegir frente a la imposición de lo público.

    No creo que haya que “favorecer” ningún medio de transporte. Creo que las condiciones físicas son las que imponen la elección a las personas. Y si se restringe el uso de medios de transporte hacia determinadas zonas se acabará expulsando a las personas de aquellos terrenos favoreciendo, eso sí, a los grandes centros comerciales con sus grandes aparcamientos, centros de recarga de coches eléctricos, seguridad, fresco en verano y calor en invierno…..

    Todo el atractivo de las zonas del centros quedará relegado para los turistas que van a hacerles fotos a edificios que quedarán vacíos llevados en autobuses por las empresas turísticas como borregos.

  4. Impresionante el tiempo que
    Impresionante el tiempo que os dedicais a responder a este artículo tan flojo, superficial y populista.

    • No tenemos nada mejor que
      No tenemos nada mejor que hacer….

      Pero si lo piensas bien…. ¿Y tu? ¿Venir aquí a decir esto?

      ¿Que es flojera física o intelectual?

  5. En ciudades del tamaño de
    En ciudades del tamaño de Madrid es muy complicado conseguir poder de acuerdo a tibios y a troyanos, o cuando menos llegar a lugares intermedios. Hay que tener en cuenta la distancia en los desplazamientos, que mucha gente accede a Madrid viviendo en las afueras, que no es tan sencillo subir una bici al séptimo piso aún en ascensor para luego guardarla en 40 metros cuadrados de vivienda donde no entra ni un alfiler etcétera. Yo vivo en Murcia capital, en las afueras, y cada vez se ve a más usuarios de la bicicleta, pero ello se debe a que realmente las distancias son pequeñas, el terreno es plano, la climatología ayuda etcétera. Creo que cuando se dan las condiciones para ello los ciudadanos saben qué les beneficia más. También está la opción motocicleta, que ocupa poco, es más económico que un coche, contamina menos y ofrece más prestaciones que las bicicletas. Demos tiempo al cambio recordando que a base de prueba y error es como se aprende.

    • Pues los errores ya saltan a
      Pues los errores ya saltan a la vista: carriles “bici” vacíos mientras los coches se apelotonan penosamente. Eso quiere decir que a la gente le sobra lo primero pero ansía lo segundo. La mayoría reclama más espacio para automóviles, pero según nuestros “norcoreanos” políticos –porque todo político es “norcoreano” en mayor o menor medida- la mayoría es idiota, excepto cuando les elige a ellos, e incapaz de decidir correctamente.

      El mercado es una “votación” continua. Cuando usamos el coche, a pesar de los atascos, y no las bicis, a pesar de disponer de vías expeditas, estamos “votando”; pero el político socialista sólo es demócrata cuando le conviene, y si decides usar un camión para la mudanza, él te ordenará que la hagas en bicicleta, porque es más listo que tú y las consecuencias de sus sabias decisiones siempre las padecen otros.

      Esto no es cuestión de tirios y troyanos. A nadie se le obliga a vivir en agobiantes y contaminadas ciudades. Váyase al monte el que no le gusten y verá qué sano se respira allí. ¿Que eso resulta muy caro? Por supuesto, la vida es así: no se puede tener todo chasqueando los dedos. Quien crea que se puede mejorar a golpe de decreto, y eliminar sin pagar un precio extraordinario los coches de las ciudades, más que un iluso es bobo.

    • Berdonio:
      Berdonio:
      Felicitaciones por la inapelable e inmejorable la lógica de tu opinión. No se si tendreis idea del empobrecimiento monumental que esta trayendo a toda Sud América, el plagio de esta ingeniería social limitante de la libre circulación vial.

      Siempre habrá arrogantes planificadores sociales, comentaristas bobos y » felicitadores torpes y burdos que dan vergüenza ajena» (-:

    • Gracias, César, por ese
      Gracias, César, por ese plácet que tanto valoro y que, curiosamente, algún sofoco ajeno, que no pelusilla, suscita. Y es que, irresponsables, estamos perjudicando a la causa de la libertad.

      Que alguien dude de tu categoría es ridículo, pero de la mía tampoco se puede porque no la tengo ni falta que me hace. Tenemos algunas ideas y con eso es suficiente para causar algún que otro sofoco, je, je.

  6. Que atrevida es la ignorancia
    Que atrevida es la ignorancia.

  7. Os recomiendo a todos
    Os recomiendo a todos aquellos que no entendáis porque tenemos que limitar el uso indiscriminado del coche particular, a que veáis el documental Bikes vs Cars


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