El gran teórico español Dalmacio Negro Pavón ha dejado este mundo para disfrutar de la eternidad. Su vida y obra son imperecederas, pues han sido muchos los estudiantes e intelectuales que disfrutaron de su amistad y compañía, y que disfrutarán de las enseñanzas que sus textos esconden. Una gran luz se ha apagado. Don Dalmacio era conocedor y muy consciente del valor del pensamiento occidental. Sus estudios han sido de gran valía para todos aquellos que como estudiantes de Ciencia Política deseamos en algún momento de nuestra vida sumergirnos en los textos de los gigantes del pensamiento político universal.
Conocí a Dalmacio Negro Pavón en el año 2022 con motivo de la entrega del Premio Juan de Mariana a toda una vida en defensa de la libertad. Y es que don Dalmacio fue ante todo un liberal. Una persona comprometida con la defensa de la libertad. Un ser humano siempre en alerta, sabedor de los peligros que la estatización de la vida social podía conllevar para la estructura de Derechos y Libertades de las personas. Esto fue lo que intentó explicar, siempre de manera brillante, mediante su trabajo en el campo de la Historia del Pensamiento Político a lo largo de su vida.
Dalmacio Negro: las raíces del pensamiento
Dalmacio Negro fue siempre consciente de que las ideas no surgen de la nada. Debemos estudiar y sumergirnos en las raíces civilizatorias que nos hacen ser como somos. Y por ello, además de un gran teórico, Dalmacio fue cristiano correcto y persona buena. Son muchos los trabajos de don Dalmacio que deberíamos destacar. Sin embargo, y en lo personal, tengo cinco de gran valía en mi mente. Como buen académico, Dalmacio trabajó el artículo de investigación y por supuesto la producción ensayística.
En relación con los primeros, debo señalar dos que son de gran estima para mí. Tengo que reconocer que mi acercamiento al pensamiento de Jean-Jacques Rousseau y también a Edmund Burke han sido gracias a dos magníficos trabajos firmados por don Dalmacio y publicados en la prestigiosa Revista de Estudios Políticos.
Pero quizás lo más interesante, lo que más agradezco de este magnífico profesor e investigador, son sus libros. Sobremanera, los que tienen que ver con el Estado como forma política y con la civilización cristiana como sustento cultural y moral de la sociedad libre. En relación con el primero, destaca Historia de las formas del Estado. En este trabajo, el brillante profesor Negro Pavón describía la evolución del Estado, siendo consciente del éxito que dicha forma política ha tenido a lo largo de la Historia. La clave se encuentra en la capacidad de mutar y adaptarse al espíritu de los tiempos. Primero, una forma político patrimonial; después, una máquina resultado de las revoluciones liberales y posteriormente, un proyecto totalitario y liberticida.
El Estado
En la actualidad, don Dalmacio pensaba que el Estado:
(…) no es más que una gran maquinaria técnica que, abandonada a sus propios impulsos, pugna por someter la política y el Derecho, la religión, la moral, la cultura, la misma vida, causa y raíz de todo lo demás, a sus exigencias técnicas desarrollistas.
En definitiva, y a pesar de habernos librado de los totalitarismos comunista y nazi, un aparato que pretende engullir a la sociedad, que desea someterla y hacerla dependiente. Una maquinaria que anula a la persona, reduciéndola estrictamente a ser productiva al servicio de la misma.
Por todo lo anterior, Dalmacio era un gran defensor del cristianismo. Un defensor a ultranza de la civilización que nos ha hecho ser lo que somos. En su trabajo Lo que Europa debe al cristianismo, el profesor se hacía una pregunta que entronca con lo analizado por pensadoras como Dreidre McCloskey:
¿Pueden la libertad, la igualdad, la democracia, la ciencia o la economía seguir siendo ideas básicas de nuestro entorno cultural sin las creencias sustantivas de origen cristiano sobre las que descansan y se edificaron?
La pregunta sigue vigente en los tiempos que corren, pues creo que son muchos los que tienen presentes, que vivimos en tiempos de incertidumbre e inseguridad. Necesitamos asideros que motiven una recuperación de lo nuestro. Volver al pasado con objeto de recordar aquello que hizo de Occidente la cuna de la libertad.
La tradición liberal y el Estado
Y en este sentido, es importante regresar a La tradición liberal y el Estado. Para don Dalmacio:
El objetivo de la política para el liberal consiste en hacer posible que pueda realizar cada uno su fin personal, buscar la felicidad (…) El objeto de la política liberal son, pues, los medios, y la política de los medios es un arte que, al presuponer la libertad, deja vivir a la gente naturalmente.
En pocas palabras, vive y deja vivir. No te entrometas en el modo de vida de las personas si el mismo no afecta a la vida, la libertad y la propiedad de las mismas. Lo contrario es el diktat, el deber ser, la imposición de un criterio moral y con ello la restricción de la libertad.
Hoy nos ha dejado uno de los grandes. Una persona que ha contribuido a defender lo que somos, un ser humano que amaba la libertad. Descanse en paz, don Dalmacio. Siempre en nuestra memoria.
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