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El asesino de Las Vegas consumía psicofármacos

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Mientras los fármacos dejan 100.000 muertos anuales por efectos secundarios sólo en EEUU, la mayoría sólo cree que el peligro reside en un arma.

Los detalles todavía son escasos con respecto a los motivos detrás de la matanza de Stephen Paddock en Las Vegas el pasado 1 de octubre, pero existe un nuevo factor en cuanto a lo que pudo haber alimentado sus acciones que parece no advertirse por los medios.

Según el Las Vegas Review-Journal, Paddock recibió la prescripción de 50 comprimidos de diazepam de 10 miligramos por el Dr. Steven Winkler el 21 de junio, unos meses antes de quitarle la vida a 58 personas e hiriendo a más de 500. La información fue obtenida a través de los registros del Nevada Prescription Monitoring Program el martes.

Este piscofármaco –comúnmente conocido como Valium– fue comprado en una farmacia de Walgreens sin seguro en Reno, Nevada, el día que fue prescrito. Paddock estaba bajo la instrucción de tomar una pastilla de Valium todos los días.

Valium, un medicamento contra la ansiedad, se ha relacionado con episodios psicóticos, agresión y violencia en algunos individuos.

«Si alguien tiene un problema de agresión subyacente y usa este medicamento, puede volverse realmente agresivo», dijo el Dr. Mel Pohl, jefe médico del Centro de Recuperación de Las Vegas. «Puede desinhibir un estado emocional subyacente. Es muy parecido a lo que sucede cuando se da alcohol a algunas personas, se vuelven agresivas en lugar de sedarles». El Dr. Pohl también dijo al Review-Journal que los efectos de la droga pueden ser amplificados por el alcohol.

El  Valium, de la familia de las benzodiazepinas, puede ser perjudicial incluso si es prescrito por un médico. A pesar de ser un fármaco ampliamente prescrito en Europa y Estados Unidos, sus efectos pueden tener un efecto negativo sobre el paciente. Al menos en personas con problemas subyacentes.

En 2015 se publicó un estudio en World Psychiatry que mostró que de 960 adultos y adolescentes finlandeses condenados por homicidio, sus probabilidades de matar eran 45 por ciento más altas mientras estaban bajo tratamiento con benzodiazepinas. Aunque los expertos generalmente coincidían en que la medicación no convertiría a una persona normal en un asesino, sugirieron que, un fármaco que tiene «efectos cerebrales particulares», como las benzodiacepinas, «podría ser el punto de inflexión para ciertas personas que son propensas a la violencia».

Mientras los fármacos dejan una estela de más de 100.000 muertos anuales por efectos secundarios sólo en EEUU, la mayoría sólo cree que el peligro reside en un arma. Y los fármacos no son peligrosos precisamente porque haya un mercado muy libre. Si no, no habría los poderosos intereses creados entre el brazo gubernamental de la FDA y la industria farmacéutica. Es lo que Gary Null ha denominado el culto a la tiranía de la FDA.

A día de hoy el Gobierno americano sigue sin hacer nada. Nada a favor de la ciudadanía. Lo cual no es nada nuevo.

3 Comentarios

  1. Adolfo, gracias por
    Adolfo, gracias por mencionarlo.

    El verdadero fascismo no es un puñado de gilipollas con antorchas gritando chorradas. El verdadero fascismo es el matrimonio entre los Gobiernos y la insdustria farmacéutica. Y también el matrimonio con la industrial agro-alimentaria. Y con la militar. Y con la de seguros. Y con la banca. Y con las editoriales. Y con las universidades. Hay que acabar con la poligamia. Tendremos mejores medicamentos, mejores perfumes, mejores alimentos, mejor defensa, mejores seguros, mejores ahorros y présatmos, mejores libros y mejor educación sin la supervisión infame del Estado, que no es capaz de impedir estas matanzas a pesar de tener a todo el mundo vigilado. ¡Qué desastre!

    Recuerdo que Andreas Lubitz, el piloto asesino del vuelo de marzo de 2015 que mató a 150 estaba también drogado con medicamentos legales. El doctor Peter Breggin avisó en 2010 de que los pilotos no debían tomar antidepresivos de ningún tipo y seguir volando, y mucho menos volver a pilotar habiendo dejado los antidepresivos. El riesgo de psicosis iatrogénica es altísimo. Lamentablemente, este psiquiatra acertó en su predicción.

    Otra cosa. Todo el mundo conoce la historia del origen común de la palabra «asesino» y la palabra «hachís». Pues el que esté interesado en la relación entre el asesinato en masa y los medicamentos psicotrópicos puede buscar «fenetilina» o «captagon», que es el «psicoestimulante» que usan los asesinos de ISIS.

    Acojonante. Y todavía más cuando descubráis quién manufactura esa droga. No es conspiranoia, sino la cruda realidad.

  2. Siempre interesescomerciales
    Siempre interesescomerciales

  3. [b] Real [b/]
    [b] Real [b/]


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