El feminismo antiliberal cae en una actitud machista: presupone que las mujeres no pueden decidir por sí mismas lo que les conviene.
Esta semana hemos conocido la noticia de que la Formula 1 piensa eliminar las azafatas del pitlane. Según Sean Bratches, el nuevo director comercial de operaciones de la Fórmula 1, “esta costumbre no resuena con los valores de nuestra marca y está claramente en desacuerdo con las normas sociales actuales».
Muchos nos preguntamos a qué normas sociales actuales se refiere. Y es que la eliminación de las pitbabes o Grid Girls no deja de ser una acción políticamente correcta, un gesto de cara a la galería para agradar a un movimiento minoritario como es el feminismo radical antiliberal.
Un feminismo colectivista y radical que nos quiere hacer creer que solamente existe un tipo de mujer. Cometen la atrocidad intelectual de tratar a las mujeres como un colectivo uniforme. Una idea abstracta de mujer con los mismos gustos, preferencias, problemas y objetivos en la vida. Una idea verdaderamente disociada de la realidad, ya que cada mujer es un ser humano distinto y único, con sus capacidades y talentos, con sus deseos y miedos, con sus preferencias subjetivas y con sus planes de acción vitales.
Que algunas feministas consideren denigrante el trabajo de azafata o modelo (o prostituta o camarera) no significa que lo sea para el resto de las mujeres. De hecho, hay mujeres totalmente libres que han decidido libremente ejercer esa profesión porque consideran subjetivamente haciendo uso de su libertad que es lo que les conviene y lo que les hace verdaderamente felices.
Intentar que todas las mujeres piensen y sientan de la misma manera significa imponerles coactivamente una determinada moral. Algo verdaderamente totalitario. Y esa ha sido la reacción de las afectadas, las Grid Girls, que ahora perderán su trabajo y deberán buscarse otro. Defienden que desarrollan esa labor libre y conscientemente, y que no han sido coaccionadas por nadie para dedicarse a ser modelo. Ha sido una elección personal.
Lauren-Jade, Grid Girl, se ha mostrado muy contundente a través de Twitter: “por culpa de estas feministas, hemos perdido nuestros empleos. ¡He sido una grid girl los últimos 8 años y nunca me he sentido incómoda! ¡Amo mi trabajo, sino no lo haría! ¡Nadie nos obliga a hacerlo! ¡Es nuestra elección! Shauna Talbot, otra Grid Girl, ha escrito que la noticia “es triste y frustrante para ellas, chicas trabajadoras, que solo desean hacer el trabajo que tanto les gusta”. Por su parte, Hannah Louise afirmaba que “amo mi trabajo y escogí hacerlo. El problema es que hay personas que se ofenden en nombre de personas que no se ofenden en absoluto”.
Algunas feministas pueden sentirse ofendidas por el trabajo que realizan las modelos (están en su perfecto derecho), pero no tienen derecho a decidir qué es adecuado para ellas, intentando prohibir su trabajo de forma legal-coactiva.
Y es que, en verdad, el feminismo antiliberal cae en una actitud profundamente machista, ya que presupone que las mujeres no pueden decidir por sí mismas lo que les conviene. Que no eligen adecuadamente como vivir sus vidas.
La realidad es muy contraria: la mujer como ser humano único debe tener el derecho de decidir a qué dedica su vida (siempre que no agreda a terceros). Nadie tiene el derecho que decidir por ella de forma violenta (prohibir trabajos). Nadie tiene el derecho a obligarla a tomar acciones que no quiera. Nadie tiene que tutelarla. Nadie le tiene que decir cómo vestirse o a qué dedicarse. Ella decidirá y sabrá lo que le conviene. En eso consiste el verdadero feminismo: el feminismo individualista y liberal.
2 Comentarios
Lo primero que el “verdadero
Lo primero que el “verdadero feminismo” que alude el artículo debería hacer es abandonar las denominaciones supremacistas y excluyentes, porque si yo les dijera que el verdadero racismo –en el sentido de lo más conveniente a nuestra bendita raza- es el individualista y liberal, como que chocaría un poco, ¿verdad?
Digo yo que si los de Fórmula se gastaban el parné en tías buenas será porque les salía a cuenta. Como no creo que los empresarios promotores estén dispuestos a asumir pérdidas, el imbécil ése será pronto despedido a menos que a los aficionados hayan dejado de gustarles las mujeres o los políticos compensen el quebranto con nuestro dinero, hasta que nos hartemos.
Lo malo es que entretanto no pocos harán caja a costa de humillar la condición femenina como nunca, tras haber masacrado al proletariado so capa de protegerlo, pero el absurdo va de victoria en victoria hasta su derrota final. Cada vez más cerca.
El feminismo radical es una
El feminismo radical es una mancha de aceite que se extiende por toda Europa,junto a la ideología de genero. En 1800 estaba de moda parecer mayor,ser mayor era ser respetable por eso los hombres se dejaban barba y cubrían su cabeza con sombreros . Las mujeres se aprisionaban los pechos con unos corsés que las inmovilizaban igualandose a las mayores. Desde el fin de la segunda guerra mundial,la moda es ser joven se afeitan las barbas desaparecen los sombreros y las mujeres se liberan del corsé,mostrandonos su cuerpo especialmente en la juventud,se cortan algunas el pelo como los chicos. Ahora toca un feminismo radical y una protección a las mujeres cuyo limite seria acercarnos al Islam,ellas no pueden defenderse en igualdad de condiciones no son adultas y debemos protegerlas a cualquier precio. Muchos hombres ya no quieren casarse,las leyes atropellaran sus derechos,pues una simplemente llamada a la policía presupone de momento abandonar su vivienda en espera de un juicio donde la ley tiene que dar como buena la afirmación de una mujer ,en cambio probar una falsedad no es siempre posible.