El asesinato de dos agentes de la Guardia Civil el pasado 9 de febrero ha supuesto otra crisis en el Ministerio del Interior, comandado por el exjuez Fernando Grande-Marlaska. Desde luego, la trayectoria del personaje no deja lugar a dudas de lo que se premia en la política. De hecho, se trata del único ministro que ha formado parte de todos los gobiernos de Pedro Sánchez, tanto en solitario como en coalición. Vayamos por partes.
Entre los escándalos más mediáticos asociados a Grande-Marlaska sin duda se encuentra el cese del coronel Diego Pérez de los Cobos, jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Madrid. Cuando un juzgado madrileño investigaba la autorización de la manifestación del 8 de marzo de 2020, esto es, si se permitió una concentración de personas sabiendo que el coronavirus circulaba ya entre la población, solicitó la redacción de un atestado a unos subordinados del coronel Pérez de los Cobos. Dado que este, en cumplimiento de la legalidad vigente, se negó a revelar una información sobre la que pesaba un secreto sumarial, el ministro le echó del cargo. Vamos, que le largaron por negarse a cometer un delito. Tres años de batalla judicial terminaron dando la razón al coronel encargado del operativo contra el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
Una «absoluta inobservancia de la ley»
La siguiente muesca se la ganó el que fuera vocal del CGPJ a propuesta del Partido Popular (en el pecado llevan la penitencia) con las “devoluciones en caliente” en agosto de 2021. La devolución de unos cincuenta menores desde Ceuta hacia Marruecos sin cumplir los requisitos legales que la Ley de Extranjería impone supuso una condena del Tribunal Supremo por la “absoluta inobservancia de la ley”. El gobierno de los derechos humanos fue condenado por el máximo tribunal del país como consecuencia de su maltrato a los derechos de unos menores. Absolutamente delicioso.
Pero este no fue el único problema migratorio. Además de permitir la constante llegada de barcos financiados por Organizaciones Sí Gubernamentales, el 22 de junio de 2022 fallecieron en un salto coordinado a la valla de Melilla entre veintitrés inmigrantes y dos gendarmes marroquíes (versión del gobierno de Marruecos) o treinta y siete inmigrantes (versión de algunos medios). La Fiscalía de la Audiencia Nacional terminó archivando el caso, no por falta de pruebas o porque no creyeran que se cometió un delito, sino porque estiman que se cometió en el lado marroquí. De hecho, dio por creíble que agentes de la Benemérita lanzaron piedras contra los inmigrantes y recomendaba algún tipo de sanción disciplinaria.
Un «informe» sin firma
También el ministerio de Grande-Marlaska tiene una imaginación apabullante. En la manifestación por el día del Orgullo Gay de 2019, la cual tuvo lugar el 6 de julio, varios diputados de Ciudadanos, un partido que pactaba mociones de censura con Sánchez mientras indultaba a Junqueras y compañía, fueron agredidos, tanto física como verbalmente, por una turba enfurecida. Posteriormente, la Cadena Ser publicó un supuesto informe de la Policía Nacional donde se culpaba de la agresión a los diputados de Ciudadanos (con Arrimadas no valía el “yo te creo, hermana”) por no seguir las indicaciones de los agentes, así como achacarlo a un plan para obtener repercusión mediática. Por supuesto, no le vamos a pedir a la Ser que contraste sus fuentes porque no se le pueden pedir peras al olmo. El informe, por no tener, no tenía firma o no recogía el testimonio de ninguno de los agredidos.
Pero esto no es nada comparado con lo que pasaría dos años después, en la campaña de las elecciones a la Asamblea de la Comunidad de Madrid en 2021. Recordemos que aquellas elecciones habían sido convocadas sorprendentemente por Isabel Díaz Ayuso cuando descubrió que su vicepresidente, Ignacio Aguado (Ciudadanos), estaba negociando una moción de censura con Ángel Gabilondo, en una operación más grande a nivel nacional que incluía la Región de Murcia y Castilla y León. También cabe recordar que Ciudadanos, el partido que había nacido para combatir el nacionalismo en Cataluña y luego en toda España, estaba llevando a cabo esta negociación un mes después de que el gobierno socialista indultase a Junqueras, Forcadell y otros como parte de su acuerdo de investidura. Bueno, pues la campaña electoral de VOX comenzó con un mitin en Vallecas, en la Plaza de la Constitución.
Insultos, amenazas y agresiones
El 15 de abril de 2021 VOX comenzó su campaña como empiezan todas las campañas de VOX: insultos, amenazas, agresiones, etc. Pero hubo algo llamativo: esta vez la Policía Nacional detuvo a once personas. Pero he aquí que, a tres días de las elecciones, la prensa se enteró que, entre los detenidos, estaban dos escoltas de Pablo Iglesias. Nunca hemos sabido si estos individuos fueron a delinquir a ese mitin a título individual o los mandó alguien. Lo que es seguro es que formaban parte de su escolta personal, no de la que le ponía el Ministerio del Interior. Eso sí, Grande-Marlaska no dijo ni palabra sobre el tema hasta después de las elecciones.
Del acercamiento de presos etarras, las concertinas en las vallas de Ceuta y Melilla, así como de la falta de medios en todas las comisarías del país no hace falta decir mucho más. Eso bien que lo han sufrido en Barbate este mes.
En resumen, Fernando Grande-Marlaska se ha convertido en el ministro del interior que más tiempo ha estado en el cargo, un total de 2.085 días hasta hoy. Ha adelantado a José Barrionuevo, ministro de la época de los Gal, que acabó condenado a pena de prisión, con un récord de 2.048 días. Aún queda lejos de otro personaje histórico muy dado a guardar informes sobre todo el mundo, Joseph Fouché, el que fuera incombustible ministro de Policía de Francia con todo el mundo: empezó con los girondinos, siguió con los jacobinos durante El Terror y El Gran Terror y terminó en el mismo cargo con Napoleón, tanto en El Directorio como en su Imperio. Por estar estuvo desde el golpe de Estado de Napoleón el 18 de brumario hasta en la conspiración para derrocarlo.
Ver también
Por qué fracasan las naciones. (Alejandro Ruiz).
1 Comentario
Quizá habría que añadir al prontuario de hazañas del susodicho la responsabilidad de las cargas desproporcionadamente violentas de los policías reprimiendo a ciudadanos pacíficos junto a la sede del partido innombrable.