No es guerra económica, son las medidas asfixiantes por parte del Estado en contra de la iniciativa privada.
La neolengua, vocablo utilizado por George Orwell en su novela 1984, constituye uno de los pilares básicos del régimen totalitario del Partido para dominar el pensamiento de sus miembros y hacer inviables otras formas de pensamiento. En Venezuela podríamos decir que lo vivimos y ello está documentado en el libro La neolengua del poder en Venezuela, obra colectiva publicada por Editorial Galipán.
En estas líneas, retomamos este tema (pues este trabajo debe ser permanente y constante) y advertimos los usos más recientes por parte de la dictadura venezolana y lamentablemente por parte de muchos líderes de la oposición. Así tenemos que:
Neolengua: ¡Guerra económica!
Nuestra respuesta: no es guerra económica, son las medidas asfixiantes por parte del Estado en contra de la iniciativa privada.
Neolengua: ¡Bachaqueros!
Nuestra respuesta: no es bachaquero, es revendedor y él es resultado del control de cambio y del control de precios aplicados desde el año 2003, por lo que debe atacarse a las causas y no los efectos.
Neolengua: ¡Guarimba!
(En alusión a las barricadas levantadas por personas manifestando su disconformidad con las políticas del Gobierno)
Nuestra respuesta: no es guarimba, es ejercicio legítimo del derecho a manifestar.
Neolengua: ¡Exprópiese!
(En alusión a la famosa frase proferida por Hugo Chavez Frias en la que dictaba la medida de “expropiación”)
Nuestra respuesta: no es expropiación, es expoliación cuando se trata de despojo violento de la propiedad privada sin respetar las garantías constitucionales.
Neolengua: ¡Esto no es socialismo!
(En alusión a la afirmación que hacen muchos líderes de la oposición respecto de las políticas aplicadas por el Gobierno)
Nuestra respuesta: esto sí es socialismo, porque esta ideología aspira a controlar a la sociedad, al mercado y al individuo, no importa sus matices (socialismo marxista o socialdemocracia).
Neolengua: ¡Evadir el control de cambio!
Nuestra respuesta: no es evadir el control de cambio, es defenderse y resistir el monopolio estatal de la compra y venta de divisas que constituye una abierta y grosera violación de la propiedad privada.
Neolengua: ¡Ley!
Nuestra respuesta: la mayor parte de nuestro ordenamiento jurídico no son leyes en el sentido de entenderlas como instrumentos que limitan el poder del Estado y garantizan el ejercicio de derechos y libertades. Siguiendo las tesis desarrolladas por Friedrich A. Hayek, lo que se identifica erradamente como leyes en Venezuela son mandatos, órdenes, directrices que afectan directamente la esfera de los particulares.
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