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Inmigración (y XLII): Coda final y webgrafía

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La libre inmigración es un tema controvertido. Incluso dentro del liberalismo hay posiciones enfrentadas.

La libre inmigración es un tema controvertido. Incluso dentro del liberalismo hay posiciones enfrentadas. Han mostrado reservas hacia la misma prestigiosos liberales como Spencer, Rothbard tardío, M. Friedman, de Jasay, Hoppe, Rockwell, Raico, Sowell, Williams, North o Salerno. Por otro lado, a favor de la inmigración libre –o, al menos, no tan restrictiva como la actual- hay un nutrido grupo de pensadores liberales: Mises, Hayek, Röpke, Reisman, primer Rothbard, Simon, Becker, Pritchett, D. Friedman, Boudreaux, Kukathas, Huemer, Clemens, Caplan, Tabarrok, Block, Powell, Riley, Legrain, Benegas Lynch, Nowrasteh, Salin, Huerta de Soto, Bernaldo de Quirós, A. Vargas Llosa, Esplugas, etc. Con esta serie de comentarios en el IJM he pretendido hacer más persuasivas las tesis de los segundos.

En la arena política la batalla de las ideas en torno a este asunto es deprimente. La mayoría propugna la misma restricción y centralización burocrática de la gestión de visados que se lleva aplicando desde hace décadas. Algunos progresistas, sin embargo, son partidarios de acoger a más inmigrantes pero quieren al mismo tiempo mantener el Estado del bienestar tal y como lo conocemos hoy en día lo que es una quimera colosal. Si se pretende flexibilizar las fronteras, no hay más remedio que repensar el actual Estado asistencial y masivo.

Los restriccionistas, proclives a que el Estado limite de forma acusada los flujos migratorios, a la postre dan por bueno que éste impida o condicione la interacción pacífica de individuos entre sí. Aceptando de buen grado dicha intervención del gobierno en nuestras vidas y su modo actual de regularla, se está legitimando y dando pie a otras tantas (más proteccionismo comercial e industrial, mayores impuestos a los ricos, regulaciones cada vez más invasivas, más redistribución, más Estado a fin de cuentas).

Todo el mundo pretende vivir y participar en una sociedad aceptablemente justa; a nadie le gusta vivir hipócritamente. A la mayoría de la gente le gusta pensar que lo que está haciendo tanto individual como colectivamente está, en alguna medida, justificado. Por ello, reflexionar sobre este tema le lleva a uno a no oponerse por principio a una actividad pacifica como es la migración pese a tener externalidades negativas. Las otras positivas compensan con creces las primeras. Hay otras formas de regularla.

La migración, en última instancia, tiene que ver con la persona y, como diría el admirable filósofo Julián Marías, ésta es siempre una realidad nueva, una innovación radical de la realidad, que no puede reducirse a nada. Puede, por tanto, considerarse muy apropiadamente como creación.

Los humanos hemos empleado la mayor parte de nuestro pasado evolutivo en entornos pequeños e intensos donde todos se conocían. Como resultado de ello nuestros cerebros y nuestros instintos actuales han evolucionado de manera que sabemos adaptarnos muy bien a dichos entornos. Nuestra actual civilización extensa pone esto seriamente en cuestión. Por ello hay rechazo a muchas de sus consecuencias.

Me temo que la posición de los partidarios de las actuales políticas restrictivas a la inmigración es como poner puertas al mar, además, es irresponsable porque agrava el problema de una realidad que se ha dado a lo largo de la historia, está ocurriendo y va a continuar aumentando en el porvenir, nos guste o no. Las naciones que avanzan son aquellas que impulsan y abrazan los nuevos retos. Sociedades, poblaciones y culturas han estado siempre, y seguirán estando, en movimiento.

La historiadora económica Deirdre McCloskey resalta que el Gran Enriquecimiento del individuo promedio del planeta de los últimos doscientos años se debe, no solo a la acumulación del capital, sino sobre todo al respeto de la dignidad de cada uno. Por tanto, las causas sostenedoras del mundo moderno han sido y son éticas antes que materiales. Esto implica, entre otras muchas cosas, buscar respuestas al desplazamiento humano no de mera represión sino flexibles y más sensatas que las actuales.

Si esta serie de comentarios ha logrado que algún lector empiece a cuestionar las actuales políticas migratorias disfuncionales, a confiar en las consecuencias de la acción humana antes que en el diseño humano, a dudar de sus instintos y, al mismo tiempo, confiar en la capacidad integradora del orden espontáneo del ser humano; si, en fin, he logrado que vea con otros ojos el fenómeno de la inmigración, habrá valido la pena esta reflexión desde diversos ángulos (sin haber agotado ni mucho menos el tema).

Nota: Mi más sincero agradecimiento a los lectores que me hayan seguido hasta aquí en esta larga serie de comentarios en torno a los beneficios de la inmigración caso de existir un régimen más libre, flexible y menos restrictivo que el actual.

Webgrafía recomendada sobre la materia:

Enlaces de interés:


Este comentario es parte de una serie acerca de los beneficios de la libertad de inmigración. Para una lectura completa de la serie, ver también: I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X, XI, XII, XIII, XIV, XV, XVI, XVII, XVIII, XIX, XX, XXI, XXII, XXIII,XXIV, XXV, XXVI, XXVII, XXVIII, XXIX, XXX, XXXI, XXXII, XXXIII, XXXIV, XXXV, XXXVI, XXXVII, XXXVIII, XXXIXXL y XLI.

3 Comentarios

  1. Soy uno de los lectores que
    Soy uno de los lectores que te ha seguido hasta aqui valorando tus interesantes y ricas reflexiones, las que te reitero, bien valdrían un libro de tu parte.
    Si he criticado alguna vez tu ideal liberal de irrestricta migración , es porque esta es hoy la «tentación» de los paraísos socialdemocratas de bienestar. Estos han envilecido hasta su desnaturalización nuestro (me incluyo) ideario liberal de borrar las fronteras alambradas que delimitan esos entes abstractos – funcionales solo a las cleptocracias- llamados estados. Estados compulsivos de un contrato social inexistente. . . .
    Hoy tras el Brexit el 73% de los británicos aplauden fervorosamente un recorte del gasto asistencialista del que es parte importante la masa migratoria pre secesión de las islas. Este porcentaje toco un techo del 54% en el 2010 que obligo al ex Cameron a sujetarse a mayores controles y austeridad , Al poner un tope a estos beneficios provoco, desde el 2011 a 2016, una disminución de paro de un 9% …(¡!) Creo se han dado cuenta estos filántropos del dinero ajeno, que los inmigrantes eligen a que pais migrar básicamente por los «beneficios asistenciales» de sus estados de bienestar. Ante este escándalo institucional de las democracias populistas, me quedo con tu afirmación:» Si se pretende flexibilizar las fronteras, no hay más remedio que repensar el actual Estado asistencial y masivo…»
    Felicitaciones por tus docencia y a la espera de mas de tus artículos.

  2. Estoy de acuerdo en muchos
    Estoy de acuerdo en muchos puntos de su exposición. Como dice el comentario anterior y usted, la inmigración no controlada es inviable con un estado del bienestar.

    Aún así, la inmigración incontrolada también es incompatible con ciertos modelos de sociedad, ya vemos con la inmigración de hispanos a USA está desplazando la balanza electoral a la izquierda, con la subida de impuesto y estatismo que conlleva, al igual que la inmigración musulmana está cambiando el ambiente social de las ciudades donde están los guetos donde suelen residir.

    ¿Queremos una Dinamarca con 3 millones de turcos? ¿Seguirá siendo Dinamarca?

  3. Yo soy nieto de emigrantes mi
    Yo soy nieto de emigrantes mi padre emigro y quién sabe si no me quede otra que hacer otro tanto yo como ha hiso el 90 % de mi familia. Así que desde ese punto de vista interesado diré que si bien mi ideal es ver un mundo en el que el único país se llame Tierra y la frontera sea esa capa azul que vemos cuando miramos pa arriba y que tanto nos gusta ensuciar y agujerear .Pero eso no es hoy, hoy los estados deben controlar la inmigración con mano férrea que solo entre el que demuestre que va a ser un miembro productivo de la sociedad y no otro parasito mas es cruel y me afecta directamente pero no puede ser de otro modo pues si no en unos años en España no habrán un 22% de paro sino el triple y en el resto del 1er mundo ídem. Por supuesto eso también repercutirá muy negativamente en los salarios de los nacionales que bajaran por exceso de oferta de mano de obra y esto es así porque los estados convertirán los países de origen de los emigrantes en infiernos inhabitables como siria lo que acarreara demasiados emigrantes para el 1 er mundo no se dan cuenta que los sirios ni intentan irse a Argelia o Túnez o Malasia o cualquier otro país musulmán van para Europa y ese desequilibrio no se puede corregir en el actual marco. Solo cuando en el mundo no existan trabas al desarrollo de la economía en todos los países se podrá pensar en abrir las puertas.


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