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La agitación permanente o ¿quieres que te cuente un cuento?

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No por ser cuentos viejos los planes totalitarios de la secta podemita se convierten en menos peligrosos.

La observación del mitin de caldeamiento ofrecido el pasado sábado por el caudillo Pablo Iglesias Turrón (redescubridor de la “patria”) en la Puerta del Sol madrileña me trajo a la memoria aquella chanza para entretener a los críos que tantas veces escuchamos los que tenemos ya una cierta edad. En realidad, el falso narrador no tenía ninguna intención de contar un cuento, sino manipular y defraudar la innata curiosidad del niño que ansiaba conocer, repitiendo variedades del mismo ripio: ¿Quieres que te cuente el cuento?

Tal vez para evitar asociaciones indeseadas con expresiones que, en español, previenen contra los “cuentistas”, los que “tienen mucho cuento”, “los cuentos chinos o de viejas” o “los cuentos de nunca acabar” – con la encarecida advertencia de “dejarse de cuentos”- los sofistas actuales (también llamados posmodernos, neosocialistas o populistas) han propagado el uso hasta la náusea del sinónimo “relato” para subyugar al gran público con su particular amalgama de realidad, mitos y falsedades que les aúpen al control total del poder, que, en el mundo actual, encarna el Estado moderno. En el plan que se han trazado, todos los desechos intelectuales le valen a la banda podemita después de presentar en el Congreso de los diputados su amenaza directa de derrocar el defectuoso régimen político español y sustituirlo por otro más liberticida.

El transcurso del mitin de marras reveló muchos de los elementos ensayados a lo largo del siglo XX para encandilar a las masas (aunque éstas se queden en muchedumbre). El caudillo arengó a su público tras la intervención de unos cuantos teloneros. Nada quedó improvisado. Se pudo observar la combinación de un orador entrenado, transformado en émulo de cantante de rock que se pasea por el escenario y galvaniza a sus incondicionales con el uso de una retórica que reparte odios y afectos a discreción. Los recursos técnicos y estéticos de los grandes conciertos apuntalaron el desparpajo característico de este charlatán curtido en los medios de comunicación. Los trucos mas añejos del marketing político, como mencionar a personas concretas que formarían parte de ese pueblo, que el gran líder encarna y conduce hacia el futuro, emocionaban a la multitud congregada.

No obstante, la banda podemita dio un salto adelante en su táctica de la tensión y el uso de la demagogia más obscena. Los elementos más chocarreros del populismo chavista, al que “asesoraron” a cambio de jugosas subvenciones para su fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS) –no en vano en el escenario estaba su tesorero Monedero- enseñaron sus fauces más feroces en la plaza madrileña. Presumiendo de sus incongruencias, dio entrada en su discurso al nacionalismo populista, con constantes referencias a la patria, a los “vendepatrias”, formados básicamente por aquellos que no se hallan en la órbita de la banda, y a España. Esta incursión en el estrafalario lenguaje fascista adoptado por los populismos hispanoamericanos no es nueva en el partido morado, pero sí la sistemática utilización en un mitin, conjugada con las referencias a la plurinacionalidad de una España integrada por los grupos que el líder máximo se digno mencionar. bomberos, estibadores, taxistas, emigrantes (llamados exiliados en una nueva perversión del lenguaje), militares de la UMD, espartanas (sic) y pensionistas integrarían ese pueblo que Iglesias dice representar. En sus diatribas contra “el partido mas mafioso de Europa” y las élites económicas aludió a “las luchas entre los medios de comunicación”, tal vez para esquivar el descubrimiento de que la cancha propagandística que recibe de las televisiones concesionarias del Estado obedece al deseo del gobierno de Rajoy de jibarizar al PSOE, en una intriga de la que ha obtenido pingües beneficios.

Está por ver, después de la penúltima finta de condicionar la retirada de su moción de censura a que el PSOE encabezado por Pedro Sánchez presente la suya, si finalmente Pablo Iglesias se postulará como candidato a presidente o contribuye a formar una mayoría alternativa al gobierno actual. El artículo 113 de la Constitución tan solo permite presentar mociones de censura alternativas en los dos primeros días de los cinco que deben transcurrir como mínimo para la votación desde la presentación de la primera. De acuerdo a esas previsiones de la Carta Magna y el Reglamento del Congreso (Art. 176), sorprende que la presidenta de la Cámara anunciara ayer que se abría el plazo de dos días para presentar mociones alternativas con la calificación de la iniciativa y pospusiera su debate y votación hasta el 13 de junio.

En cualquier caso, bien fuera el programa de gobierno que necesariamente tendría que presentar como candidato u otro objeto de negociación, las únicas medidas concretas que se deducen de las palabras de Pablo Iglesias en su mitin constituyen un compendio de proclamas compartidas por populismos de izquierda y de derecha: la estatización de “sectores estratégicos” entre los que se encuentran, al menos, las empresas energéticas y la estiba de los puertos (ocultando el hecho de que el Tribunal de la Unión Europea ha declarado contrario al Derecho de los tratados la existencia de un sindicato de privilegiados, creado en tiempos del franquismo, muy parecido a la mafia de la Ley del Silencio ); la creación de personas dependientes de las ayudas del Estado, la ruptura de las relaciones comerciales libres con Alemania dentro de la Unión Europea (pues a eso conduce equiparar falsariamente a ese país con una potencia colonizadora de España) la sustitución del derecho de propiedad privada de la vivienda por la asignación (nueva trampa) de una vivienda por parte del Estado o el rechazo de los tratados de libre comercio, como el que han suscrito la Unión Europea y Canadá recientemente.

En conclusión, no por ser cuentos viejos los planes totalitarios de la sección española de la internacional chavista se convierten en menos peligrosos, especialmente porque pretenden justificarse como una reacción ante un panorama objetivamente anegado por la corrupción institucional. Otra cuestión es que los espabilados dirigentes de Podemos escurran su cuota de responsabilidad en esa situación. Muchos incautos que han bebido de la demagogia, trasunto de los niños curiosos que quieren ser engañados por soluciones simplistas, podrían dejarse arrastrar por un partido que no quiere regenerar un régimen muy imperfecto, sino sustituirlo por una dictadura al modo venezolano. Dentro de este contexto, me temo que el PSOE tiene en sus manos pasar de ser un mal menor al mal mayor.

5 Comentarios

  1. JESUS CHRIST, ¿por qué
    JESUS CHRIST, ¿por qué enlazas un libro que es una absoluta BASURA sobre «pensamiento posmoderno» en un artículo sobre un mitín de Podemos? Y en tu artículo que también enlazas dices «Algunos postmodernos, como Rorty, han destacado el papel del lenguaje de la empatía, la sensibilidad y la tolerancia; lo que en España se ha traducido como «buenismo» y pensamiento «Alicia». En realidad, gente como Rorty, John Gray, Odo Marquard y otros «posmodernos» continúan el verdadero pensamiento liberal y liberal-conservador con una calidad que no merece ser relacionada a modo de ejemplo pseudo-intelectual de ningún artículo de propaganda anti-chavista. Lo que pasa es que todo lo que no os suene a filo-fascista o a castizo anti-zp o a dogmatismo de escuela austriaca os parece que es, así en general, y como insulto, «populista»y «socialista».

  2. bueno, era cuestión de tiempo
    bueno, era cuestión de tiempo que Podemos, que manda a su gente a explorar las redes sociales, no mandara a alguiguien aquí también. Y ya la tenemos.

  3. Silvia: Dos cosas me quedan
    Silvia: Dos cosas me quedan muy claras después de leer tu comentario: Tienes a Richard Rorty como filósofo de cabecera y estás muy indignada por el hecho de que haya enlazado a mi análisis el libro “Explicando el postmodernismo” de Stephen R.C. Hicks, el cual ya comenté hace nueve años cuando todavía no se había traducido al español. Tuve la fortuna de leer un elogioso comentario de Johan Norberg en su blog y me apresuré a hacerme con la primera edición publicada en 2004.

    Respecto al libro de Hicks, tus comentarios descalificatorios se califican por sí mismos: pobres, deplorables y faltos de toda de argumentación que no sea (el muy postmoderno) recurso a la escatología. Por el contrario, después de revisar un poco su contenido, me reafirmo en que resulta particularmente aconsejable la lectura de este breve ensayo para trazar los influencias intelectuales de los dirigentes de Podemos, y como cada personaje asume en el “teatrillo” (aparte de la narrativa) que tienen montado un papel, siguiendo a los distintos autores que Hicks engloba en la categoría de postmodernos.

    Por ejemplo, por razones de espacio no menciono en mi análisis a Manuela Carmena, pero me das la ocasión de hacerlo en esta réplica. No se pueden comprender completamente las memeces que profiere desde hace muchos años (como juez, como alcaldesa de Madrid) si no se conoce, aunque sea someramente, las “enseñanzas” de Rorty. Las constantes referencias a “empatizar” con los delincuentes y otros mantras por el estilo, a menudo calificados como desvaríos de una cretina por los no iniciados, proceden directamente de las mixtificaciones del ya fallecido filósofo norteamericano. Dentro de la más amplia filosofia antirracionalista postmoderna, a él se deben “hallazgos” como que “el mundo no nos proporciona ningún criterio de elección entre metáforas alternativas, que solo podemos comparar lenguajes o metáforas entre sí, pero no con algo más allá del lenguaje llamado “hecho” “. O otros muchos constructos, como que “la solidaridad se consigue por la habilidad imaginativa de ver a gente extraña como compañeros de sufrimiento. La solidaridad no se descubre por reflexión, sino que se crea aumentando nuestra sensibilidad hacia los detalles del dolor y la humillación de otras clases desconocidas de gente” (Contingencia, ironía y solidaridad (1989) Si esta no fue la guía de Carmena en la campaña “Refugees, Welcome”…

    No he tenido tiempo para leer nada de los otros autores que mencionas, pero afirmar que Rorty “continúa el verdadero pensamiento liberal y liberal-conservador” es simplemente una proposición falsa. Animo, precisamente, a los lectores de mi análisis de urgencia a profundizar en el tema del postmodernismo a leer el brillante ensayo de Hicks. Creo que su tesis central continúa siendo válida: “El fracaso de la epistemología hizo el postmodernismo posible, mientras que el fracaso del socialismo lo hizo necesario”.

    Por supuesto que Rorty, y el postmodernismo en general, merece ser relacionado a modo de ejemplo con el movimiento podemita. No te quepa duda de que soy anti-chavista y de que dedicaré todos mis esfuerzos a que este movimiento destructor de la libertad y de la convivencia (además de traer miseria) sea erradicado de Venezuela y extienda sus garras con las estrategias postmodernas podemitas a España o cualquier otro país.

    Por último, tus últimos insultos me dejan absolutamente perplejo, aunque ya sé que el uso de discursos contradictorios y los insultos para sorprender a los contrarios en los debates públicos constituye una de las claves de la estrategia postmoderna. Ya lo cuenta Hicks en su libro. Filo-fascista significa “amigo de los fascistas”, lo cual sitúa a los liberales de todas las escuelas en el terreno de la enemistad ideológica, incluyendo a quién esto te escribe. No así a otros movimientos populistas y totalitarios como el que encabeza Podemos en España. Te recomiendo la visión de la entrevista de Pablo Iglesias a Antonio Escohotado. El momento en que éste le espeta al entrevistador «¿Ves alguna diferencia seria entre bolcheviques y nazis?» resulta memorable. El apelativo de castizo no me parece afortunado, y anti-ZP me parece reduccionista, aunque reconozco que va encaminado. No en vano, se le puede considerar como un precursor idelológico de Podemos que se bajó los pantalones cuando fue llamado al orden.

    En fin, también te animo a seguir los tremendos debates que se dan entre las distintas escuelas del liberalismo y el libertarianismo, entre los cuales destacan las aportaciones de los autores de la escuela austriaca, la cual dista mucho de ser un bloque monolítico.

    Gracias por tu comentario Francisco. Me has motivado aun más para replicar a Silvia.

    • Gracias José Antonio por
      Gracias José Antonio por vuestro esfuerzo ( y sobre todo paciencia) en divulgar las ideas liberales con valor y claridad.
      Ante vuestra recomendación, me he decidido a leer el famoso postmodernimso de Hicks, para poder comprender finalmente ese mantra que invoca hasta el cansancio el socialismo.
      Y me permito, respetuosamente, ofreceros un interesante link de Jeffrey Tucker: What Is “Neoliberalism” Anyway? porque ese es otro slogan infaltable de los marxistas en sus » conferencias» populistas de barricada.
      Os aclaro que personalmente jamas he visto nunca un neoliberal como dijo Vargas Llosa.
      https://fee.org/articles/what-is-neoliberalism-anyway/

      Un gran saludo :

    • Me alegro de que hayas
      Me alegro de que hayas seguido mi consejo de leer el libro de Hicks, César. Creo que no hay un resumen parangonable sobre la genealogía y el contenido del posmodernismo como su ensayo. Y muchas gracias por el enlace al artículo de Jeffrey Tucker, siempre inspirador y agudo. La verdad es que sigo sus artículos en la Fundation for Economic Education, pero éste se me había escapado hasta que lo recomendaste.


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