Lo verdaderamente importante es saber discernir qué es correcto y qué no lo es.
Disidir, entendido como separarse de la común doctrina, creencia o conducta, no vale para mucho por sí mismo. Puede servir tanto para oponerse al salario mínimo como para sostener que la tierra es plana. Lo mismo ocurre si se decide ser un defensor de lo políticamente incorrecto, ya que lo verdaderamente importante es saber discernir qué es correcto y qué no lo es, e intentar defender lo primero sin importar lo que la política o la sociedad, opinen sobre el tema.
Pero al igual que hay una importante parte de la población que siempre decide posicionarse con la mayoría, cada es más frecuente encontrarse con intelectuales que hacen bandera de defender posturas minoritarias, dando a entender que la fortaleza de tales ideas provienen de la exclusividad de quienes la defienden, en vez de centrarse en la solidez de sus argumentos.
Es cierto que defender lo que crees correcto en contra de la mayoría de tus semejantes tiene mayor valor moral que hacerlo cuando sabes que la mayor parte de la sociedad está de tu lado. Incluso es especialmente loable cuando vives bajo un Estado donde no comulgar con la postura oficial del régimen supone un perjuicio personal. Pero es ridículo, y empieza a ser bastante grotesco, que se ponga el foco en la marginalidad de las ideas propias, en vez de defender su validez, llegando al extremo de inventarse dictaduras inexistentes y exagerando los costes sociales de no comulgar con la mayoría.
En la sociedad siempre ha existido la aspiración de la mayoría dirigente de imponer una serie de ideas a toda la población. Normalmente se hace en interés propio, pero racionalizando como un bien para el conjunto de la sociedad. De ahí nacen las leyes que limitan la libertad de expresión, ponen en manos del Estado la educación e incluso regulan ciertas relaciones personales, como pueden ser las laborales.
Lo cierto es que hay muy pocas personas que estén en contra de este tipo de leyes, mientras que abundan los disidentes y los defensores de lo políticamente incorrecto cuando se encuentran en el bando minoritario, que no dudarían un momento en pasar el rodillo a sus oponentes en cuanto cambiaran las tornas.
Por tanto, no es de extrañar que las redes sociales, los blogs y las publicaciones que presumen de fomentar el pensamiento crítico ante la nueva dictadura de lo políticamente correcto se dediquen en abundar en las obsesiones del ideario conservador: aborto, reacción ante cualquier política social sobre el sexo o el género, familia, meritocracia, etc.
Evidentemente no todas las ideas conservadoras son erróneas y muchas merecen un análisis, pero si su única aportación al mundo es repetir lo que se lleva repitiendo desde hace décadas desde sus foros, aislándose cada vez más en su burbuja y tachando a todo lo que se mueve fuera de la misma de posmodernismo y marxismo cultural, es muy posible que consigan su objetivo de mantenerse como entes disidentes a perpetuidad.
Mientras tanto sería recomendable que aquellos que solemos frecuentar la disidencia (de forma involuntaria) siguiéramos contrastando nuestras ideas con el resto de la humanidad con el fin de convencer o ser convencidos. Al fin y al cabo las trincheras siempre han sido lugares donde no se acoge con simpatía al disidente, incluso en las que están cavadas en nombre de la disidencia.
2 Comentarios
La tiranía de lo
La tiranía de lo políticamente correcto no es ningún invento,los medios no hablan para todos los ciudadanos al mismo tiempo,no se dirigen a todos nos dividen y no respetan a los discrepantes. Una forma de escapar de dudas es leer el libro del coronel Baños sobre geoestrategia y manipulación desde su experiencia y años trabajando para el CNI. Desde el poder se intenta imponer una ideología contra la libertad de conciencia. Es muy superficial no darse cuenta de lo que nos esta pasando. Los lobbies existen y se financian con nuestros impuestos. Recordemos el proyecto de Eurovegas donde se nos ocultaba la prostitución,la ludopatía,drogas,prostitución,blanqueo de dinero . Recordemos la perdidas de conciertos en los colegios. Sarajevo nunca pudo probarse su bombardeo por los croatas. Siria donde USA y Rusia luchan por quedarse en la zona,etc.
La moda de lo políticamente
La moda de lo políticamente correcto no es ningún cuento chino. No es otra cosa que la imposición machacona de un pensamiento y la descalificación/ sanción correspondiente a quien discrepe. Si razonas en contra de la adopción por parejas de homosexuales eres un homofobico si razonas en contra del aborto se trata de machista y misógino (esa frivolidad de 120.000 abortos anuales) ,si a favor de la libertad económica ,eres partidario de los malvados neoliberales,si y ya si pretendes defender la gramática castellana frente a miembros/miembras un ser raro.etc.
Tengo en mi poder dos códigos gramaticales no sexistas que dos empresas tratan de imponer a sus empleados ,pronto los veremos en todas partes. Dice que no existe la tiranía de lo políticamente correcto?