¿Cómo vamos a debatir sobre teoría si partimos de bases epistemológicas distintas?
Dentro de la ciencia económica podríamos identificar varias ramas. Las más conocidas y tratadas podrían ser la teoría y la política económica, pues en definitiva, son las dos sobre las que más hablamos día a día. Sin embargo, otras dos ramas muy interesantes de la economía son la epistemología y metodología, a las que no se les suele prestar tanta atención, debido tal vez a su mayor grado de abstracción o complejidad. Como a continuación intentaremos ver, en ambas ramas, y más concretamente, en la epistemología, es donde tendremos que volcar nuestros esfuerzos intelectuales si queremos, primeramente, encontrar la mejor forma de comprender la realidad y acercarnos a la verdad científica, y en segundo lugar, que las ideas de la Escuela Austriaca puedan no solo introducirse en el mainstream sino unificarlo.
La importancia que ha de atribuirse a la epistemología y metodología se desprende automáticamente al identificar el proceso de creación de conocimiento dentro de la ciencia económica. Para poder hacer teoría económica, primero necesitamos definir conceptos económicos básicos, y luego, establecer una estrategia general que nos permita construir esas teorías de forma rigurosa. La epistemología es la primera fase, que consiste en asentar los principios, los conocimientos más básicos y elementales, sobre los que ha de construirse cualquier teoría. La metodología es la segunda; el proceso que seguiremos para construir una teoría.
Si echamos la vista atrás para observar los grandes debates de la ciencia económica, podríamos decir que muchos han sido teóricos. Ha habido también muchos metodológicos, como el famoso Methodenstreit entre la Escuela Austriaca y la Escuela Histórica Alemana. Sin embargo, la ciencia económica en conjunto no ha salido beneficiada de apenas ninguno. No ha salido beneficiada porque, o no ha habido consenso sobre una determinada postura, o se ha impuesto una postura que luego ha demostrado ser incapaz de explicar ciertas realidades debido a sus contradicciones internas. En resumidas cuentas, no hemos conseguido acercarnos a la verdad, y como consecuencia de esas metodologías y teorías fallidas de carácter universal, la economía más reciente ha optado por rechazarlas y caer en una especie de relativismo epistemológico, en el que las leyes universales pierden valor, y solo podemos identificar ciertos patrones de comportamiento de grupos concretos para aplicar luego determinadas políticas económicas.
¿Cómo vamos a debatir sobre teoría si partimos de bases epistemológicas distintas? Para que nos hagamos una idea, observemos el siguiente símil que a muchos les habrá ocurrido. Le pregunto: ¿Qué ocurre cuando discute con alguien sobre neoliberalismo? Seguramente, no llegarán a ninguna conclusión fructífera, a menos que se pongan de acuerdo en lo que cada uno entiende por neoliberalismo e intenten determinar una conceptualización válida y consistente con la realidad. A partir de entonces, es cuando ambos podrán discutir posteriores asuntos o implicaciones teóricas, siendo ahora mucho más fácil que haya una conclusión común. Pero será imposible cualquier argumentación si una parte entiende neoliberalismo como tibia socialdemocracia, y la otra como capitalismo salvaje. Con esta ejemplificación tan básica, quería ilustrar la importancia que tiene una base conceptual común, sobre la que debatir posteriormente. Lo más normal es que cada escuela de pensamiento llegue a conclusiones teóricas coherentes con su propia epistemología o metodología, no con la epistemología de otra corriente de pensamiento. Por ello, el primer paso para poder llegar a conclusiones teóricas posteriores será debatir las primeras ideas básicas que, en definitiva, es eso que llamamos epistemología.
Más concretamente, deberíamos partir desde cero, explicando exhaustivamente cuál es el sujeto y objeto de estudio y cuáles son las limitaciones del conocimiento que vamos a extraer, teniendo principalmente en cuenta la capacidad de conocer del observador, es decir, del ser humano. Toda teoría lleva detrás una idea sobre cada una de esas cuestiones. Por ejemplo, si creemos en la planificación económica, estaremos asumiendo explícita o implícitamente que somos capaces de acceder a más conocimiento del sujeto y derivado del sujeto de estudio de lo que creemos que podemos conseguir si lo hacemos desde la perspectiva de un pensador que ve la planificación como una imposibilidad, debida a los propios límites del conocimiento humano. Llegar a un consenso epistemológico es un paso imprescindible si se quiere hacer una ciencia económica robusta que sea capaz de explicar la realidad.
Lo cierto es que dentro de la propia Escuela Austriaca hay variedad epistemológica y metodológica [ver White (1997), aunque habría que tener en cuenta también a Hoppe (1995)], por lo que uno de los primeros objetivos a cumplir por parte de los pensadores austriacos será llegar a un consenso epistemológico dentro de la propia escuela, para luego poder llevarlo al mainstream económico. Es por ello fundamental poner todos los esfuerzos posibles en la epistemología, sabiendo que es el primer paso para conseguir una ciencia económica que pueda describir rigurosamente la realidad que queremos conocer y abandone el relativismo epistemológico.
Bibliografía
Hoppe, H.-H. (1995). Economic Science and the Austrian Method. Auburn: The Ludwig von Mises Institute.
White, L. ([1977] 2003). The Methodology of the Austrian School Economists. Auburn: The Ludwig von Mises Institute.
13 Comentarios
Me parece estupendo lo que Vd
Me parece estupendo lo que Vd. dice ; es muy loable; se lo digo en serio; pero ha puesto dos ejemplos que son totalmente incompatibles; es decir, o P (Hoppe) o no P (White) (mas claro todavia , o Hoppe (blanco) o White (negro); Esto en lógica se llama el Principio del Tercero Excluido; el segundo corolario que sigue al Principio de no Contradicción , ambos fundamentados en el Principio de Identidad «A es A».
Además, en esto Hoppe juega con ventaja por varias razones que le enumero, de menor a mayor en orden de importancia :
1ª ) «Ab initio» , antes de ser economista , ya era un magnífico Filosofo (de facto y con el titulo oficial de Doktor en el año 1.974 en la Universidad Goethe de Frankfurt; también obtuvo su habilitación en Economía y Sociología en 1981 en la misma Universidad , después de haber estudiado en la Universidad de Michigan sita en la ciudad de Ann Arbor; obviamente , en esta ultima universidad estudio economia y sociologia mainstream ad nauseam; esto, quizás se explique porque su director de doctorado fue Jürgen Habermas (el Pope de la Socialdemocracia Alemana y del Neo Marxismo , colega de Adorno y Karl Otto Apel).
2ª) Después, fue discípulo directo directo de Rothbard y , por ende, de Mises; mas aún , así como Rothbard mejoro a su maestro, Hoppe hizo lo mismo con el suyo.
3ª)Respecto a White, no se quien fue su maestro presencial (podría haberlo sido simplemente estudiando sus libros u obras; o sea, lo que con tanta cursilería se llama a veces un autodidacta ), pero lo que es indudable es que con respecto a todos los anteriores es una clarisima regresión sin paliativos; otro tanto, pasa con el tan bien considerado y admirado en esta casa, llamado Kayek; porque, en ambos casos y parafraseando a Hoppe, sus pretendidas síntesis «superiores», ni siquiera son suplementarias, ni complementarias; en el mejor de los casos podrían ser subsidiarias y de menor rango en importancia.
Lo que no puede ser, no es y , por tanto, es imposible que sea; por eso, la economía «austriaca» , La Praxeología es la única escuela tan exigente y totalmente diferenciada de las demás; sus bases son profundamente Filosóficas , son Ciencia Positiva referida al Ser; a lo existente; para ella las Petitio Principii sobre la realidad (las Pseudo Hipótesis normativas del tipo «como si» o «deber ser», salvo que se usen como construcciones imaginarias instrumentales, como Gedanken Experiment sin incurrir en el realismo conceptual o reificación de los mismo) , como es el caso de toda la economía positivista mainstream, son stricto sensu anticientíficas por definición, porque ni siquiera cumplen con el principio de Verificación, confirmación o ,si se quiere, el de falsación Popperiano.; en definitiva es Pseudo-Ciencia; y White pertenece a esta categoría.
Un cordial saludo.
– Gracias por las dos
– «Cuando la Ciencia nos dicta cómo debemos vivir, deja de ser ciencia y se convierte en política. Ya no se trata de observar y describir [y explicar] la realidad del medio que nos rodea y nuestras interacciones con él: se trata de dictar cómo deben ser esas interacciones.» Tomado del artículo del bioquímico Luis I. Gómez «El ‘Antropoceno’ y la extrema vanidad y arrogancia humanas» (https://disidentia.com/author/luis-i-gomez/ ; en la misma línea también Carlos Barrio «El cientificismo como ideología» https://disidentia.com/el-cientificismo-como-ideologia/ )
– Ya señaló Hayek que es curioso observar cómo las posturas políticas que adoptamos suelen tener mucho que ver con la intuición epistemológica que subyace en cada uno de nosotros. Y yo diría que la epistemología cae más bien por el campo de la filosofía, mientras que la praxeología (o núcleo duro de la teoría austriaca en relación a los bienes económicos, en sus diferentes aproximaciones) cae sin embargo por el campo de las ciencias duras, resultando además que supera e integra al resto de aproximaciones al estudio de la economía en cuanto estas contienen algún núcleo de verdad (conforme expuso ya Menger en 1883). Pero claro esto es mi opinión.
– Gracias al autor también por las dos interesantes referencias aportadas (discutibles, faltaría más; ya sabemos que las únicas opiniones no discutibles son las de los «expertos» del gobierno, muy «científicas» ellas).
Estimado trivaix, la
Estimado trivaix, la Praxeologia es mucho mas que eso; de hecho , es el Fundamento ab initio de todas las demas ciencias, desde la logica , la matematica,, geometria , cronometria , hilometria (lo que conoce como Protofisica ) hasta la fisica experimental y el resto de ciencias naturales (Hoppe y antes Mises)
Sí, Andrés. De hecho me había
Sí, Andrés. De hecho me había reservado para otro comentario señalar que el trabajo de Hoppe que refiere Vicente Moreno Casas, en sus pp. 67-82 (https://cdn.mises.org/Economic%20Science%20and%20the%20Austrian%20Method_3.pdf ) tiene una segunda parte que muestra otra aproximación de la praxeología como base o fundamento de la Epistemología:
«It is in this sense that the insights contained in praxeology must be regarded as providing the foundations of epistemology: Knowledge is a category quite distinct from those that I have explained earlier-from ends and means. […] The values attached to our goals are subject to consumption and are exterminated and destroyed in consumption and thus must forever be produced anew. And the means employed must be economized, too. Not so, however, with respect to knowledge-regardless of whether one considers it a means or an end in itself. Of course, the acquisition of knowledge requires scarce means-at least one’s body and time. Yet once knowledge is acquired, it is no longer scarce. It can neither be consumed, nor are the services that it can render as a means subject to depletion. Once there, it is an inexhaustible resource and incorporates an everlasting value provided that it is not simply forgotten.»
Pero creo que tienen un carácter distinto una parte y otra (tanto en cuanto a los medios como a los fines). Por ejemplo, en praxeología-economía (partiendo de la definición de «bien económico» de Menger) el teorema de la imposibilidad del cálculo parece difícilmente soslayable en cualquier caso; sin embargo en el campo epistemológico siempre quedaría la posibilidad de que una casta privilegiada preseleccionada (como en el Egipto de los faraones) se dedicase a investigar y descubriera algo alguna vez. Esto es, esa segunda derivada, aunque también es bastante explicativa de la realidad de la aparición de conocimiento de tipo articulado, yo no la veo como ciencia dura (en cuanto postulada como aplicable en todo tiempo y lugar).
Esto es, creo que hay un salto en la constitución de la realidad que viene marcado por la aparición de bienes escasos en relación a los requerimientos, y que aquí sí es determinante el principio de propiedad para que el proceso de interacciones que llamamos economía emerja y continúe. Pero en el ámbito de las ideas podrían haber excepciones (aunque no suele ser así, pero podría…, no es descartable a priori). Aunque, la verdad, cada vez lo veo menos diferente…
De todas formas, Andrés (por
De todas formas, Andrés (por si aún llegara a tiempo de que pudiera leer este comentario mío tardío), expone Vd. que:
«la Praxeología es mucho más que eso; de hecho, es el Fundamento ab initio de todas las demás ciencias, desde la lógica, la matemática, geometría , cronometría , hilometría (lo que conoce como Protofísica ) hasta…».
Lo de «fundamento ab initio», como función empresarial (investigadora), sí lo veo. Pero como algo así como si fuera la base de la lógica, no lo veo. Yo la lógica básica (que la Praxeología utiliza en tanto que herramienta) la veo más bien como algo intrínseco, como una característica o una propiedad de la realidad (que es así, o parece ser así sin excepción «hasta donde conocemos», pero no sabemos por qué, o si pudiera existir un mundo en el que esas reglas básicas de la lógica no se cumplirían).
¿No?
Pero es que ademas, de Mises
Pero es que ademas, de Mises y Hoppe, hay filosofos como Leibniz, Husserll, Sheler (un amigo personal de Mises), Maine de Biran ( que mudo el famoso dictum Cartesiano , «Cogito ergo Sum» por el de «Actuo, ergo existo»), nuesto Ortega y Gasset y finalmente un discipulo de Husserll, Martn Heidegger, que en su obra » El Ser y el tiempo» , una analitica existencial de unico ser que solamente puede indagar y preguntar por el Sein: el Hombre o Dasein, en esta obra ya dice que lo del conocimiento es un Pseudo problema, porque la actitud comtemplativa o pensante del Hombre Aristotelico, no es ni fue la primera y esencial, sino que lo fue la aacion, la praxis, y nuestro quehacer diario con los entes que nos circundan; el mundo, dice : Nosotros sabemos de las cosas o entes cuando conocemos el que hacer con ellas, son utensilios o medios para nosotros; lo mismo pasa con nosotros, nos conocemos cuando sabemos o creemos saber que hacer con nuestra vida; el sentdo o significado que le damos a la misma; a nuestra existencia; sobre el hombre en busca de sentido te recomiendo la obra de Viktor Frankl; un judio vienes , descubridor de la Logoterapia, que en sus propias palabras era especialista en cuatro Campos: Filosofia, psiquiatria, neurologia y CAMPOS DE CONCENTRACION; Si, estuvo en 4 campos nazis y sobrevivio; Freud , a su lado era un enano mental; un mistico metafisico que no creo ninguna ciencia, porque el psicoanalisis es pura charlataneria sectaria (Freud fue un sectario y un mistico)
Un Cordial saludo.
Veo que existen dos tipos
Veo que existen dos tipos básicos de formas de entender la epistemología (esto es, cómo conocemos) sobre todo en relación a las ciencias sociales:
(a) Por un lado estarían el grupo de HISTORICISTAS, seguidores de la teoría crítica (escuela de Frankfurt) y colectivistas varios, cuya intuición epistemológica vería al sujeto y al objeto en el mundo histórico como un todo recíprocamente interrelacionado, y deniegan la posibilidad de conocimiento objetivo (diferente de estudios históricos); todo son interpretaciones arbitrarias. Niegan que exista en Economía cualquier teoría o ley aplicable a todo tiempo y lugar (incluso la ley de la utilidad marginal).
Sin embargo, asignan a «sus» élites el papel clave de transformar el lenguaje y reemplazar las demás instituciones espontáneas (aquí José Carlos Rodriguez habla de esa manera de entender las instituciones como constructo social: https://disidentia.com/usted-tambien-puede-ser-una-nina-de-ocho-anos/ ), y siempre «de arriba a abajo» tratan a las personas como infinitamente cambiables buscando modificar su naturaleza (no suficientemente altruista) para transformar “en bloque” la sociedad nacional (y de hecho es así como creen que ha avanzado la civilización y el conocimiento). Por eso se llamó escuela ética. Para ellos no existiría ningún límite para quien ejerce el poder político (cuando son ellos) y por tanto tiene sentido intentar eliminar ideas que no les gustan (y apartar a las personas que las defienden en el «mercado de ideas”) porque así ven maximizar su perspectiva de convertir en hegemónico “su” discurso e imponer a todos «sus» constructos sociales diseñados desde el poder.
(b) Por otro lado, estaría el grupo o enfoque que se podría clasificar como LIBERALES y también cristianos (el título de un artículo en portugués de Ricardo Dias de Sousa resume esta aproximación: “Liberalismo e cristianismo –A emergência das instituiçoes e a ética processual”) que consideran que existe un mundo objetivo y cognoscible, separado del individuo que observa. Pero manifiestan una actitud más humilde respecto de la aparición de conocimiento, que aparecería de manera tentativa alrededor de instituciones emergidas espontánea y descentralizadamente desde núcleos de personas practicando actitudes morales de respeto a cada persona (la ética de proceso, paso a paso): libre mercado, lenguas naturales, familia, congregaciones religiosas o iglesias, asociaciones voluntarias, congresos de investigadores, etc.
Estas son precisamente las instituciones espontáneas (hábitos o patrones de comportamiento alrededor de los cuales las expectativas convergen) que historicistas y colectivistas desean derribar pues las consideran «victimizadoras» (no se sabe muy bien por qué), para reemplazarlas por otros constructos «diseñados» por ellos ex novo (a la vista de aquellas, porque si no hubiesen emergido no tendrían ni tan siquiera un referente para hacerlo) e imponerlos coactivamente a todos (pues entienden que los suyos van a ser ahora ya «liberadores» y mejor para todos sin discusión posible –también para los que no están de acuerdo que al final se lo acabarán agradeciendo–).
Por mi parte, no creo que sean dos interpretaciones alternativas, sino que claramente es la (b) la que explica (teórica e históricamente) cómo emerge el conocimiento en los distintos campos epistémicos. La aproximación historicista (y las políticas intervencionistas) no solo daña sino que bloquea la aparición de nuevo conocimiento.
Este comentario mío anterior
Este comentario previo mío ha sido FALLIDO . Voy a intentar presentar la idea de una manera diferente: históricamente y empezando por otro campo distinto, el de la metodología. Comenzaré por señalar la carga metodológica revolucionaria que supuso la publicación en 1871 del libro de Carl Menger «Principios de Economía Política».
Dice Menger en el prefacio de su libro: «[…] Es, en realidad, un método común a todos los campos de conocimiento empírico, La distinción es importante, porque cada método de investigación adquiere su carácter específico propio a partir de la naturaleza del campo de conocimiento al cual es aplicado. Sería impropio, en consecuencia, intentar una orientación científico-natural a nuestra ciencia (la Economía).
Este es el terreno sobre el cual me apoyo. En lo que sigue me he esforzado por reducir los complejos fenómenos de la actividad económica humana a los elementos más simples que aún pueden ser objeto de una observación precisa, para aplicar a estos elementos la medida correspondiente a su naturaleza, y adhiriéndome constantemente a esta medida, para investigar la forma en que los fenómenos económicos más complejos se desenvuelven y evolucionan a partir de sus elementos (más simples) de acuerdo con patrones o principios definidos.»
Toda ciencia posee
Toda ciencia posee (desarrolla) tanto un aspecto teórico como otro histórico o empírico (desarrollado bien de modo observacional o bien de modo experimen-tal). Y, como afirma Menger, en esa búsqueda de hacer explícitas las relaciones de causa-efecto, «cada método de investigación adquiere su carácter específico propio a partir de la naturaleza del campo de conocimiento al cual es aplicado».
En el mundo estudiado por las ciencias naturales existen constantes y relaciones funcionales; sin embargo no conocemos la causa primera (o «última», mirado de otra manera; o el por qué de esa constancia en concretas relaciones entre variables). Por el contrario, en el mundo estudiado por la economía no existen, o al menos la escuela austriaca no encuentra, relaciones funcionales (ver el siguiente párrafo, explicando este hecho según la teoría de conjuntos), todo son variables. La asunción de constancia eliminaría, además, el protagonismo de cada proceso social, de la creatividad humana desarrollada en el tiempo.
» […] es evidente que en economía no se dan ninguno de los tres elementos que son precisos para que exista una relación funcional: a) no están dados ni son constantes los elementos del conjunto origen; b) no están dados ni son
constantes los elementos que constituyen el conjunto imagen; y c), y esto es lo más importante, las correspondencias entre los elementos de uno y otro conjunto tampoco están dadas, sino que varían continuamente como resultado de la acción y de la capacidad creativa del ser humano. De manera que en nuestra Ciencia, y de acuerdo con los austríacos, la utilización de funciones exige introducir un presupuesto de constancia en la información que elimina radicalmente al protagonista de todo proceso social: el ser humano dotado de una innata capacidad empresarial creativa. El gran mérito de los austríacos consiste en haber demostrado que es perfectamente posible elaborar todo el corpus de la teoría económica lógicamente, es decir, sin necesidad de utilizar funciones ni de establecer supuestos de constancia que no encajan con la naturaleza creativa del ser humano, que es el verdadero y único protagonista de todos los procesos sociales que constituyen el objeto de investigación de la Ciencia Económica.»
A continuación enlazo el artículo donde se explica y contrasta el enfoque de la Escuela Austriaca frente al de la denominada Neoclásica o main-stream económico, de donde he tomado estas ideas:
https://www.eumed.net/cursecon/textos/Huerta_de_Soto_austria-vs-neocla.pdf
La escuela austriaca tiene el mérito de haber demostrado que es posible desarrollar el cuerpo de la teoría económica de una manera lógica, introduciendo a la vez los conceptos de tiempo y creatividad (praxeología). Y lo ha hecho mostrando la sucesión de constricciones lógicas de carácter necesario que aparecen ante la acción humana frente a la escasez (Mises), por un lado, y por el otro mostrando a su vez la otra cara, esto es, cómo a partir de esa acción, cuando se dan determinadas condiciones, van apareciendo, paso a paso, bienes, bienes económicos, valor subjetivo (ordinal, marginal, contextual), eventuales intercambios, dinero, mercados y otras estandarizaciones espontáneas ligadas a dichos procesos emergentes, especificando las conexiones causales que ligan a todos los fenómenos de los diferentes precios de una manera unificada como un orden espontáneo evolutivo (Menger, Hayek).
La aparición de la teoría
Carl Menger presentó su libro como un saludo a los profesores (historicistas) alemanes, como que les estaba aportando lo que les faltaba: el mínimo de teoría que se cumple en todo tiempo y lugar (integrando así tanto sus avances subjetivistas como una aproximación causal-realista desde los elementos más simples, que supera e integra lo válido de ambas y también deja en evidencia las notables deficiencias de la escuela clásica, ante la cual eran hostiles). El potencial de la nueva aproximación lo demuestra que resolvió la paradoja del valor.
Sin embargo los historicistas alemanes abrieron lo que se conoce como Methodenstreid (o batalla del método), donde por parte de Menger y sus seguidores se presentó la teoría y los estudios históricos como dos enfoques compatibles y complementarios, mientras que por el lado historicista prusiano-alemán respondieron con una hostilidad tremenda y con ataques personales (con Schmoller utilizando su influencia para vetar cualquier posible acceso a plaza de profesor en las universidades –estatales– alemanes de cualquier “austriaco”; en realidad, a cualquiera que no fuese historicista). Consecuencia de ello varias generaciones de alumnos alemanes no oyeron ni una palabra de economía «de verdad», ni en la versión clásica, ni en la versión marginalista austriaca, lo que acabó generando nada menos que dos guerras mundiales, y «movimientos» que ocasionaron sendos brotes totalitarios…
Y esa enfermedad… recidiva. Por ejemplo, hoy en día hay una derivada historicista que propone veladamente que solo sería “científico” en Economía los estudios empíricos con correlaciones lineales y la inferencia postulada a partir de los mismos (en tanto la misma no haya sido falsada). Semejante ocurrencia no se le ocurre a nadie salvo en Economía, a la que convertirían en excepción: la única ciencia en que estaría excluida o vedada la teoría.
Methodenstreit (palabra
Methodenstreit (acaba en T): https://es.wikipedia.org/wiki/Methodenstreit
https://web.archive.org/web/20140914010224/https://www.mises.org/hsofase/ch2sec3.asp
Y observen que, excepto la teoría austriaca, el resto de aproximaciones actuales a la Economía suponen, en mi opinión, un «regreso» o reacción anti-marginalista encubierta (la tontería de las curvas de indiferencia, con funciones agregadas de utilidad total, donde se alcanza el equilibrio o igualdad matemática, en las que el nivel de saturación psicofísica es igual o «equimarginal», o incluso las curvas del equilibrio parcial marshallianas o la aproximación econométrica), que vuelve a no poder explicar la paradoja del valor (esto es, por qué en los contextos habituales se valora más un diamante que un vaso de agua: https://es.wikipedia.org/wiki/Paradoja_del_valor ).
En realidad, todas esas
En realidad, todas esas Escuelas o aproximaciones main-stream a la Economía, según mi opinión, «le dan la vuelta a la relación causal». En su «reacción» anti-marginalista, en ese «darle la vuelta» a las relaciones causales como modo de «volver» o regresar a la creencia en la existencia de un supuesto valor objetivo, utilizan como instrumentos: (a) el apero teórico marshalliano entendido como un mecano conformado por segmentos rígidos predefinidos e invariables: https://www.juandemariana.org/ijm-actualidad/analisis-diario/keynes-fue-un-visionario , (b) las supuestas curvas de indiferencia, y (c) la también supuesta convergencia estadística de los grandes números.
Vicente: Una frase de Salerno
Vicente: A la cuestión del método, tanto Mises, como Menger, como Rothbard, le «entraron» solo tardíamente en sus vidas (en realidad cuando ya estaban «de vuelta»). Es una intuición que comparto. Te copio una frase de Salerno (en https://mises.org/wire/why-you-should-read-human-action-very-carefully ) en la misma dirección:
«This question (method) should not be one that absorbs your attention as a primary research topic.»