Skip to content

La evolución del voto español al Parlamento Europeo

Compartir

Compartir en facebook
Compartir en linkedin
Compartir en twitter
Compartir en pinterest
Compartir en email

Después de las últimas elecciones al Parlamento Europeo, se ha hablado mucho del avance de la izquierda y del fin del bipartidismo. Para hacernos una idea clara de cómo ha evolucionado el mapa político español, veamos en un gráfico el reparto del voto en las sucesivas convocatorias electorales.

La tendencia más destacable es la consolidación del alto porcentaje de abstención, a pesar del continuo bombardeo de política al que estamos sometidos desde todos los medios de comunicación. Es de enorme relevancia que más de la mitad de la población española no considere su voto como una herramienta útil para mejorar su vida. Al menos, no lo suficiente para emplear una mañana de domingo en ir a votar.

La izquierda siempre ha estado fragmentada, sobre todo, cuando las cosas van mal y el PSOE defrauda a su sector más izquierdista. Tan solo hay que remontarse a las elecciones de 1994 para ver cómo, tras la debacle del PSOE de Felipe González, IU conseguía el voto del 7,91% del censo. Un porcentaje no muy diferente del 8,08% que ahora suman IU y Podemos. La novedad en esta ocasión es que parte de los votos que perdió el PSOE por la derecha han ido a parar a UPyD y C’s en vez de a la abstención, dejando al descubierto la composición ideológica de su electorado más activo.

Al otro lado del espectro político, el PP no siempre fue capaz de cosechar todo el voto del centro derecha no nacionalista. Un PP que, con Rajoy al timón, mostró la puerta a liberales y conservadores para abrazar una suerte de moderación socialdemócrata. Esta estrategia no parece convencer ni a los que se quejan de recortes en los servicios sociales ni a quienes se ven expoliados por las incesantes subidas de impuestos para pagar esos servicios, perdiendo votos por ambos extremos.

Haciendo una lectura nacional, la concentración del voto parece venir determinada por el deseo de evitar un mandato del signo opuesto. Pero, después de que Rajoy diera continuidad a la política económica de Zapatero, ni la izquierda considera el proyecto del PSOE una alternativa al actual gobierno ni los defraudados por el PP temen la vuelta de los socialistas al poder como en otros tiempos. Está por ver si en el futuronuevas caras consiguen volver a concentrar el voto en torno a un proyecto o contra él.

Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!


Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más artículos

Sobre la expansión crediticia conjunta

Una de las críticas al argumento de la expansión crediticia simultánea es que, eventualmente, los medios fiduciarios emitidos en exceso acabarían siendo devueltos al banco (reflujo) mediante el mecanismo de las cámaras de compensación.