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La fortuna de Pujol y el gobierno de Aznar. Tres nuevos doctores en la URJC

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Resulta inquietante la situación política tras la renuncia del Presidente (en funciones) Rajoy a formar Gobierno, abriendo camino a un extraño Pacto de izquierda radical, nacionalistas y PSOE.

Resulta inquietante la situación política española tras la renuncia del Presidente (en funciones) Rajoy a formar Gobierno, que abre camino a un extraño Pacto de izquierdas radicales con nacionalistas democristianos, republicanos antisistema y por supuesto la necesaria colaboración del PSOE (veremos en qué queda la cosa). Circunstancia que nos hace olvidar otros graves problemas en este país, seguramente relacionados todos entre sí, como el juicio a los Pujol por su enriquecimiento más que sorprendente, así como diversos manejos fraudulentos de dinero público: ya sean los ERE andaluces, los fondos para Formación que han trapicheado allí la Junta y el sindicato UGT, el vergonzoso Caso Nóos que afecta a varias comunidades autónomas o las bribonadas del señor Bárcenas desde la sede del PP. De cualquier modo, hablamos de una lamentable ausencia de rectitud moral en muchos (ya sé que no todos) políticos españoles, que en cierto sentido ha justificado el voto popular contra esos partidos llamados “de la casta”.

Las malas decisiones se terminan pagando, tarde o temprano. También la falta de firmeza o de perspicacia por parte de los líderes políticos para exigir a sus gentes un comportamiento -al menos- respetuoso con la Ley (por no hablar de ese plus de ejemplaridad que deberían tener las personas públicas).

De todas esas cosas quería hablarles en este poliédrico Comentario, con un título que enseguida trataré de explicarles. Todo arranca de la reciente Defensa de una Tesis de Joaquín Azpitarte, dirigida por el profesor César M. Meseguer y dentro del Programa de Doctorado de Jesús Huerta de Soto en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid: “El derecho urbanístico español y la ciudad desde el punto de vista de la Escuela Austriaca de Economía”. Allí se explica cómo los problemas del exceso de planificación, la coacción del Estado y un opaco entramado legislativo han ido limitando los recursos disponibles y dificultando la función empresarial creativa en ese Sector.

Su contenido me recordó una ya bastante lejana circunstancia política, durante el primer Gobierno de José María Aznar: la aprobación de la Ley del Suelo de 1998. Sobre este tema podrán encontrar más datos en las hemerotecas, aunque no he conseguido leer demasiada información sobre el papel de Jordi Pujol, entonces socio de Aznar, en la gestación de aquella Ley (muy relevante, por otra parte, por su posible relación con el tremendo batacazo de la burbuja inmobiliaria). Les voy a escribir mis impresiones, muy imprecisas tal vez, sobre lo que ocurrió entonces: el Gobierno de Aznar se propuso un objetivo verdaderamente trascendental: liberalizar el suelo; que tropezó con la oposición de CIU (creo que ya Pujol le hizo rectificar al Presidente) y una sentencia (de las varias que harán historia por su torpeza) del Tribunal Constitucional que remata la presión autonómica (y local) para poder meter mano en esa tajada.  Sospecho que una de las razones de aquel intento fallido fue que los Pujol estaban comenzando a amasar su tres por ciento millonario. Por lo que entenderán mi completo asentimiento con el nuevo doctor al proponer una revisión del Urbanismo desde criterios de libre mercado, como la eliminación de expropiaciones y sobreplanificación, una mayor confianza en la gestión privada del suelo, el recurso a la competencia y a normas de calidad independientes o la reducción de unos impuestos abusivos que dificultan la movilidad en la vivienda.

Así que, una vez expuesto lo anterior, voy a aprovechar para resumirles otras dos Tesis doctorales defendidas en la misma Universidad Rey Juan Carlos, también bajo la dirección del profesor Huerta de Soto (aunque seguro que podrán leer una relación más extensa en el próximo número de Procesos de Mercado):

Cristina Lozano presentó el pasado 20 de enero una Memoria con el sugerente título: “El interés recíproco del liberalismo económico y la teoría feminista. Hacia un feminismo de mercado”. Partía de una constatación: las primeras defensoras de la igualdad de la mujer no fueron lo que hoy entendemos por “izquierdistas”, ya que su reclamación inicial era la libertad de voto (el sufragismo) y precisamente fueron tachadas de “burguesas” por los que se proclamaban defensores del proletariado. A continuación, y después de resumir apretadamente una lectura austriaca del individualismo, propone una historia y clasificación de las teorías feministas, prestando especial atención a la que considera una “feminista liberal”, Betty Friedan. Entre sus conclusiones está la propuesta de ese modelo de “feminismo de mercado” en el que se relaciona un progreso en la situación de las mujeres con la defensa de los derechos de propiedad, su capacidad de elección o su incorporación real al mundo del trabajo a través de una práctica empresarial no coaccionada por el Estado.

Por fin, les adelanto aquí la Tesis que el economista irlandés Brian G. Canney habrá defendido el miércoles 27 de este mes: “The Theory of Optimum Currencies and a Critique of the Theory of Optimum Currencies Areas”. En ella, tras un análisis y descripción de las modernas teorías sobre el dinero y el intercambio, nos propone una crítica de la Teoría de las Zonas Monetarias Óptimas desde la perspectiva de la Escuela Austríaca de Economía, para terminar elaborando una nueva comprensión de las “monedas óptimas”, siempre como una interpretación contrapuesta a la del Nobel Alexander Mundell.

Van a permitirme que, para terminar, les hable de otro nuevo Doctor (esta vez por la Universidad Europea de Madrid) que también procede del Master en Economía Austriaca de la URJC: Carlos Fernández Aceña, a quien he dirigido una investigación sobre el papel de Eduard Bernstein en la fundamentación intelectual de la llamada socialdemocracia (“Liberalismo y Socialdemocracia. Una visión crítica del revisionismo marxista promovido por Eduard Bernstein”).  Allí explica, después de un detallado estudio sobre la evolución del pensamiento marxista a partir de la Revolución Industrial, que el revisionismo de Bernstein tiene los mismos objetivos del socialismo científico: “la transformación del sistema capitalista en un sistema económico socialista de planificación centralizada”. Si bien es cierto que lo hace aprovechando “el juego político de las democracias occidentales”, sin embargo -concluye- no es capaz de responder a la crítica sobre la imposibilidad del socialismo planteada desde la Escuela Austríaca de Economía. 

3 Comentarios

  1. ¿Cómo podría conseguir una
    ¿Cómo podría conseguir una copia de la Tesis de Joaquín Azpitarte? Gracias.

    • Hola Diego: consulto al nuevo
      Hola Diego: consulto al nuevo Doctor para que contacte contigo o escriba aquí sus señas…


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