En 1758 Benjamin Franklin publicó "The Way to Wealth", texto básico acerca del pensamiento económico republicano dentro de la sociedad capitalista en los Estados Unidos de América. El texto es una recopilación de proverbios que Franklin había publicado veinticinco años antes en su célebre almanaque "Poor Richard". Este almanaque, que le proporcionó fama y prosperidad, a su vez era un vademécum de cultura popular abundante en refranes, poemas, recetas de cocina, remedios indios y hasta predicciones meteorológicas.
"The Way to Wealth" se dirigía a los emigrantes, sobre todo alemanes y escoceses de origen calvinista, que llegaban por aquellas fechas a Pensilvania, de cuyo parlamento Franklin era miembro relevante. El objetivo consistía en despertar políticamente a esta nueva clase emergente de mechanics o artesanos emprendedores que escaparon de la miseria, temerosos de la prepotencia de aristócratas y cuáqueros en los territorios de acogida. "The Way to Wealth" llegó a ser durante el siglo XIX uno de los textos más leídos en las escuelas estadounidenses y fue durante generaciones una suerte de método práctico para lograr el sueño americano.
Abatir la pereza, vigilar con los propios ojos los negocios y no descuidar el ahorro son los tres grandes mensajes que caracterizan a "Wealth" entre sus lectores.
Respecto de la primera recomendación –apartar la indolencia– dice Franklin con donosura: "la pereza se mueve tan despacio, que pronto la pobreza la alcanza… gobierna tus negocios, no dejes que sean ellos los que te gobiernen a ti". El gran bostoniano insiste en una idea atinada de lo que hoy denominaríamos gestión eficaz del tiempo: el mejor tiempo posible debe ser aquel que se vive en ese preciso instante. "Trabaja mientras dure el día, porque no sabes si podrás hacerlo mañana".
Franklin aconseja circunspección y cuidado en los oficios por cuenta propia. Hay que ser asentados y no abandonar los asuntos al albur de terceros. Para ello no interesa el disimulo; "no manejes tus herramientas como si llevaras puestos guantes de seda". Además sobre la competencia profesional plantea una sutileza de estimable alcance: "Muchos que no dan golpe vivirían de su astucia, sino fuera porque el deseo de tener objetos superfluos acaba con ellos".
Acerca del ahorro y el abandono de lo superfluo, Franklin es afortunado en imágenes dignas de un flamante vídeo clip consagrado a la moda: "satenes y sedas, rojos y púrpuras apagan la lumbre de las cocinas". En unas ocasiones se muestra grandilocuente ("el orgullo que almuerza con la vanidad termina cenando con el desprecio") y en otros momentos irónico y burlón ("los acreedores forman una secta muy supersticiosa, fieles observadores de los días y las horas convenidas").
Benjamin Franklin, de quien se cumplen en 2006 trescientos años de su nacimiento, contemporáneo de Hume, Voltaire y Jefferson, personalidad destacada en la Independencia Norteamericana, sigue ofreciendo en "The Way to Wealth" útiles consejos intemporales, impregnados de sentido común, para personas con dificultades.
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