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Los que piensen que Hazte Oír están traumatizando a los niños que se miren en el espejo

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Ninguna sociedad puede funcionar en base a que algo sea justo porque beneficia a una parte de ella, perjudicando al resto.

Como he comentado en otras ocasiones, soy bastante aficionado a observar cómo reacciona la gente ante ciertas polémicas sociales. Ya sea a través de los comentarios a las noticias en los diarios digitales o gracias a Twitter, se puede observar fácilmente cómo razona una parte de la sociedad (aquella con la inquietud suficiente por la actualidad como para molestarse en mostrar su opinión públicamente).

Según se van acumulando experiencias se puede distinguir dos patrones bien claros fuera de la argumentación de derecha/izquierda:

El qué hay de lo mío. También conocido como todo lo que me perjudica es injusto y lo que me beneficia es justo.

Una obsesión clara por dirigir la vida de los demás a los principios por los que riges, o te gustaría regir, la tuya.

Ambas tendencias son compresibles, ya que se deben a sesgos humanos universales, pero no permiten llegar a ningún acuerdo que no esté basado en la superioridad física de una de las partes.

Veamos algunos ejemplos sobre acontecimientos sociales de actualidad:

Buena parte de la izquierda ha sorprendido a algunos incautos poniéndose de parte de los estibadores en el conflicto que plantean por la supresión de sus privilegios impuesta por la Unión Europea. ¿Por qué iba una tendencia ideológica que tiene la igualdad como mayor meta a defender a un colectivo de apenas seis mil personas con sueldos de más de 60 mil euros y jornadas de 6 horas?

Pues simplemente porque si la riqueza es una tarta, que personas de tu clase social hayan conseguido hacerse con un pedazo muy gordo no tiene nada de malo. La conquista de más pedazos debe ir dirija a la porción de las otras clases sociales, no a la tuya.

Dicho de otra forma; que los míos aprovechen su posición de fuerza en un sector para sacar provecho económico por medio del chantaje al resto de la sociedad es perfectamente legítimo. Si eso mismo lo hiciera otra clase social, los empresarios por ejemplo, sería tachado de injusto.

El razonamiento es comprensible, pero falaz. Ninguna sociedad puede funcionar en base a que algo sea justo porque beneficia a una parte de ella, perjudicando al resto. Plantearlo en público es dejar claro al resto de la población que vas a poner tus derechos por encima de los suyos, y que si no están conformes van a tener que organizarse para defenderse de tus más que probable agresión. Con lo que al final terminas con una sociedad divida en grupos organizados que terminan llegando a consensos explotando a grupos desorganizados.

El otro patrón se ha visto claramente con las discusiones sobre la gestación subrogada.

En este tema tenemos una coalición entre la derecha y la izquierda para prohibir o sobre regular la gestación subrogada. Para unos es un proceso antinatural que tiene consecuencias intolerables para las personas implicadas, especialmente para el niño. Para los otros se trata de un acuerdo entre partes con dinero de por medio que implica una cosificación de la mujer.

Una vez que se descarta, por la práctica durante décadas en otros países, que los niños gestados por esta técnica sufran ningún perjuicio que justifique su prohibición, a ambas partes solo les queda agarrarse a su deseo de que el resto de la sociedad viva según sus creencias. Los conservadores no quieren que las familias se puedan formar de ningún otro modo del que tienen santificado (matrimonio tradicional hombre-mujer). Y la izquierda no quiere que nadie, y menos las mujeres, puedan intercambiar servicios en los que involucra sus genitales u órganos reproductores a cambio de dinero, incluso aunque demuestren que no necesitan el dinero para cubrir necesidades básicas.

De nuevo, son argumentos comprensibles pero falaces. Algo no puede ser legal o ilegal dependiendo de que encaje con la forma de vida que consideras ideal. Si tus argumentos sobre la ilegalidad de la gestación subrogada se basa en el daño al menor o sobre la explotación de mujeres en estado de necesidad, una vez desmontados hay que tener la honradez intelectual de reconocerlo, y retirar tus objeciones, o solo estás demostrando que eres una persona asocial que quiere imponer su punto de vista al resto.

Este caso es especialmente sangrante después de la polémica con el autobús de Hazte Oír. Por un lado tenemos a unas personas dispuestas a invertir dinero de su bolsillo en negar que pueda existir más diferenciación sexual que la que ve en los genitales y andar de colegio en colegio para dejar clara su postura. Y por otro tenemos a otros que quieren limitar la libertad de expresión para proteger a los menores que puedan verse afectados por estas ideas erróneas.

¿Cuál es el proceso mental que hace que una persona que considera que puede prohibir que un niño sea gestado subrogadamente, pueda indignarse hasta el punto de prohibir que otros expresen su negativa a admitir que otro niño puede ser distinto a lo normal?¿Qué diferencia hay entre que te marginen en clase por ser una chica en un cuerpo de chico a que lo hagan porque tus padres no te han podido gestar y han recurrido a un tercero, y encima lo han hecho fuera de España porque aquí es ilegal para evitar que gente tan malvada como tus padres exploten y cosifiquen a una pobre mujer?

Pues precisamente dejarse llevar por los patrones de los que hablaba al principio. Cuando lo único que guía tus argumentos es que todo te beneficie a ti y que todo el mundo viva según tu moral se termina cayendo en todo tipo de contracciones que te convierten en el monstruo que tanto dices detestar.

30 Comentarios

  1. Interesante artículo. Un
    Interesante artículo. Un apunte: quienes se oponen a la gestación subrogada (o al menos, algunos) no lo hacen porque lo consideren inmoral según su esquema de valores y quieran imponerlo al resto. Lo hacen porque la función del Estado, si es que tiene alguna, es proteger los derechos de las personas (y no conceder permisos de obras, contratar maestros o establecer salarios mínimos). La gestación subrogada ejercida a través de un contrato puede enmarcarse en una categoría, como poco, cercana a la venta de órganos, que es ilegal porque vulnera derechos humanos individuales esenciales. También puede compararse con la prostitución. El alquiler o venta del cuerpo humano socava la dignidad de la persona (incluso con su consentimiento) porque vulnera el valor que los derechos humanos reconocen que tienen la vida y la integridad física de los humanos. Ante eso, el Estado tiene la obligación de proteger esos derechos, ya que ésa y no otra es su finalidad.

    • Parte de defender unos
      Parte de defender unos derechos que da por sentado que todos compartimos, y no es así. Luego enmarca la gestación subrogada dentro de la venta de órganos y la prostitución, que son ilegales porque el Estado y usted dicen que lo son, y yo digo que no tienen porque serlo. Además de decir cuales son los derechos individuales esenciales, con los que tampoco coincido. También dice lo que vulnera el valor de las personas, con lo que sigo sin estar de acuerdo.
      En definitiva que el compañero del articulo ha dado su opinión y usted la suya, la diferencia es que uno defiende su opinión con razones individuales y usted basa sus argumentos en el Estado, derechos humanos, derechos de las personas, derechos individuales esenciales, una forma de ver la dignidad humana, el valor de la vida y la integridad física de los humanos.
      Como siempre y poco liberal echando mano del Estado, elcual nos debe obligar a pensar como usted.

    • No entiendo por qué responde
      No entiendo por qué responde con tanta agresividad. Usted puede creer en lo que quiera, incluyendo la anarquía y la ausencia de derechos humanos. Pero el papel del Estado en un sistema liberal es la protección de los individuos: sus derechos, entre los que se incluye la vida, la libertad y la propiedad privada. Yo defiendo que el Estado tiene obligaciones y el individuo derechos. Si usted no lo comparte, me parece genial, pero no me tache de anti liberal. Existe, por lo tanto, una argumentación liberal contra la gestación subrogada, que yo he intentado limitadamente proponer.

      El artículo defiende una opinión, razonable, acerca de los errores de algunos argumentos contra la gestación subrogada. Yo he dado argumentos nuevos que no han sido rebatidos ni considerados.

      Imagino, por su respuesta, que usted cree que apelar a «derechos humanos, derechos de las personas, derechos individuales esenciales, una forma de ver la dignidad humana, el valor de la vida y la integridad física de los humanos» es un argumento estatalista. ¿No le suena raro?

    • No entiendo por qué responde
      No entiendo por qué responde con tanta agresividad. Usted puede creer en lo que quiera, incluyendo la anarquía y la ausencia de derechos humanos. Pero el papel del Estado en un sistema liberal es la protección de los individuos: sus derechos, entre los que se incluye la vida, la libertad y la propiedad privada. Yo defiendo que el Estado tiene obligaciones y el individuo derechos. Si usted no lo comparte, me parece genial, pero no me tache de anti liberal. Existe, por lo tanto, una argumentación liberal contra la gestación subrogada, que yo he intentado limitadamente proponer.

      El artículo defiende una opinión, razonable, acerca de los errores de algunos argumentos contra la gestación subrogada. Yo he dado argumentos nuevos que no han sido rebatidos ni considerados.

      Imagino, por su respuesta, que usted cree que apelar a «derechos humanos, derechos de las personas, derechos individuales esenciales, una forma de ver la dignidad humana, el valor de la vida y la integridad física de los humanos» es un argumento estatalista. ¿No le suena raro?

    • Cuánto daño han hecho esos
      Cuánto daño han hecho esos «derechos humanos» a la humanidad

    • ¿Cuál es la argumentación
      ¿Cuál es la argumentación liberal contra la gestación subrogada? En todo caso la argumentación más lógica dentro del liberalismo sería no inmiscuirse en las decisiones libres entre las partes, pues a priori nadie sale perjuducado

    • ¿Cuál es la argumentación
      ¿Cuál es la argumentación liberal contra la gestación subrogada? En todo caso la argumentación más lógica dentro del liberalismo sería no inmiscuirse en las decisiones libres entre las partes, pues a priori nadie sale perjuducado

    • ¿Cuál es la argumentación
      ¿Cuál es la argumentación liberal contra la gestación subrogada? En todo caso la argumentación más lógica dentro del liberalismo sería no inmiscuirse en las decisiones libres entre las partes, pues a priori nadie sale perjuducado

    • ¿Cuál es la argumentación
      ¿Cuál es la argumentación liberal contra la gestación subrogada? En todo caso la argumentación más lógica dentro del liberalismo sería no inmiscuirse en las decisiones libres entre las partes, pues a priori nadie sale perjuducado

    • ¿Cuál es la argumentación
      ¿Cuál es la argumentación liberal contra la gestación subrogada? En todo caso la argumentación más lógica dentro del liberalismo sería no inmiscuirse en las decisiones libres entre las partes, pues a priori nadie sale perjuducado

    • El liberalismo,
      El liberalismo, afortunadamente, no tiene una única expresión ni un canon exclusivo. ¿Está usted a favor de la compra-venta de bebés? Una familia con posibilidades económicas compra su hijo a una madre en situación precaria… Trato libre entre las partes, todos salen beneficiados. ¿Aprueba en tal caso el liberalismo la transacción? En mi opinión, y admito que se me rebata, hay cosas que no son bienes económicos y, por tanto, no juegan con las reglas del mercado. Como la dignidad humana, que tiene que ver con el valor intrínseco de la vida (y no se extiende necesariamente hasta obligar a la sociedad a costear mi subsistencia).
      Le recuerdo que la propiedad privada, además, forma parte de esos derechos humanos que para usted son tan dañinos.

    • Debatir sobre conceptos como
      Debatir sobre conceptos como dignidad humana apoyados en argumentos como unos supuestos derechos humanos resulta imposible. Lo cierto es que el liberalismo no debe entrometerse entre los acuerdos adoptados de mutuo acuerdo siempre y cuando no se produzca un daño. La gestación subrogada, ¿A quién daña. Y sí, esos supuestos derechos humanos en manos de toda esta caterva de progres está haciendo un daño tremendo. Gracias por permitir que le rebatan (…)

    • Señor Cuesta, sólo existe un
      Señor Cuesta, sólo existe un derecho humano coherente: el derecho a que te dejen en paz si tú haces lo mismo. Cualquier otro derecho procede de un contrato libre, voluntario e incuestionable o no existe.

      La voluntaria venta de órganos y la prostitución no socava la dignidad humana. Lo que la socava es que los prohíban, porque ser dignos de lo que no deseamos es ser dignos de un castigo.

    • Entiendo su postura, pero
      Entiendo su postura, pero entre Ayn Rand y Hayek el liberalismo tiene mucho espacio para debatir estas cuestiones. No es todo liberal/antiliberal.

      La violencia o la coacción tienen muchas caras posibles. El engaño es una de ellas. El liberalismo prioriza la libertad, no la voluntad. Porque la voluntad de una persona puede no ser libre si de algún modo se ha manipulado, por ejemplo. Todo esto para decir que existen más derechos que «que me dejen en paz» (una especie de traducción libre del laissez faire, que no es la única ni la principal «escuela liberal»).

      La libertad del individuo es posible a través del respeto a su integridad física, a su propiedad y a su pensamiento, entre otras. Creo que no me «salgo» del cesto de los liberales si digo que el Mercado es maravilloso, pero que la integridad física de una persona no es una propiedad sometida a sus reglas. Por supuesto, entiendo el argumento contrario, pero desde mi perspectiva liberal, no lo comparto. Otra analogía: en la Antigüedad era posible venderse a uno mismo como esclavo, a través de un vínculo con obligaciones diáfanas para ambas partes. Para mí es un avance, que incluso ha contribuido al advenimiento del pensamiento liberal, el haber descubierto que los seres humanos no son propiedades vendibles, ni aún con aceptación de todas las partes. Yo extiendo el mismo principio solo un poquito más: hasta la realidad física de cada persona.

      Sabemos y defendemos que la propiedad privada es indispensable para la libertad humana. También lo es el propio cuerpo, de un modo distinto. Defender la propiedad privada implica someter al Estado a las reglas de la economía. Defender la vida y la integridad de la persona implica, en mi opinión, someter al Estado a la obligación de unas reglas distintas.

      En cualquier caso, me escandaliza un poco ver que también entre los liberales tenemos el tic de arrojar a las tinieblas (con la etiqueta de estatalista, socialista o antiliberal) a quienes no coincidan perfectamente con nuestro canon.

    • Sr. Cuesta, el mero engaño no
      Sr. Cuesta, el mero engaño no es coacción ni violencia y la voluntad de una persona siempre es libre por definición, aunque necesariamente deba mostrarse pacífica para merecer respeto.

      Creo que en rigor sólo existe un liberalismo coherente: el que propugna un imperio absoluto del principio de no agresión inicial. No basta con manifestar que uno defiende el estado de derecho y el libre mercado si luego los interpreta a su gusto.

      No intento apropiarme de una idea ni arrogarme poderes arbitrales para excomulgar a nadie, pero sí que puedo razonar y criticar lo que considero errores de concepto que hacen inconsistente un pensamiento: No todas las doctrinas en torno a la idea de libertad pueden ser igualmente coherentes y válidas cuando se enfrentan en las conclusiones. Una cosa es recurrir a la fácil descalificación para blindar de críticas una ideología fanática, arrojando a las tinieblas, como dice usted, al discrepante, y otra muy distinta someter a revisión y escrutinio las diferentes posturas exigiendo argumentos.

      Curiosa su afirmación de que la integridad física de una persona no es una propiedad sometida a las reglas del mercado, con lo que claramente está diciendo que uno no es libre de hacer con su cuerpo lo que desee. Eso significa negar la plena propiedad sobre el cuerpo y siento decirle que no hay manera de subsumirlo en el liberalismo. ¿A quién pertenece el cuerpo si no es al individuo? ¿A Dios, a la colectividad, a la naturaleza, al destino, al subconsciente profundo…? Usted se limita a realizar afirmaciones gratuitas que espera se acepten como un dogma porque le repugna que otros hagan con su cuerpo lo que usted no haría.

      Se contradice claramente cuando asegura que la propiedad privada de objetos externos es indispensable para la libertad humana, pero no la del propio cuerpo. Me parece que usted acepta el liberalismo sólo a beneficio de inventario y se incomoda si le piden explicaciones y argumentos.

    • Gracias por responder.
      Gracias por responder.

      Yo no he dicho que la persona no pueda disponer de su cuerpo ni que éste no le pertenezca. He dicho que no es un «bien económico» mercadeable. Tanto es así, que es imposible transferir derechos de propiedad sobre el propio cuerpo. Incluso con un contrato de por medio, mi cuerpo es mío. Esta identificación perfecta entre la persona y su propio cuerpo convierte a éste, como mínimo, en una propiedad con un carácter muy singular. El cuerpo es un bien del mismo tipo que la libertad, la vida o la conciencia, en mi opinión. Por eso no es vendible ni alquilable.

      Por otro lado, el Estado no se puede inhibir. Es decir, si un pacto privado acuerda una gestación subrogada, al nacimiento del bebé le sigue una declaración acerca de quiénes son los tutores legales de ese niño. Yo no estoy de acuerdo con que un contrato privado permita transferir la custodia legal de un niño (es decir, creo que debe prohibirse la compra de niños). Esto es discutible, pero no es antiliberal. Del mismo modo, en una gestación subrogada al Estado no le queda más remedio que pronunciarse sobre la custodia legal del niño. Como no puede inhibirse, tiene que pronunciarse (dicho de otro modo, ha de prever de qué forma se establece quiénes son los padres de ese niño), y pronunciarse dando por bueno un contrato en el que la mercancía es un bien naturalmente no enajenable supone ir más allá de las atribuciones del Estado, que estaría renunciando a su deber de proteger a los individuos.

      A mí no me repugna lo que haga la gente con su cuerpo, por cierto. Yo no confundo mi criterio sobre la moral con lo que creo que debe ser legal o ilegal. Por ejemplo, no creo que el Estado tenga que encerrar o multar a nadie necesariamente por acordar una gestación subrogada. Simplemente pienso que no puede dar validez legal a ese contrato, porque tiene la obligación de tratar al cuerpo de la persona como si fuera la persona misma (o su libertad, su conciencia, etc).

  2. Dejemos claro que no cabe la
    Dejemos claro que no cabe la menor equidistancia entre quien manifiesta ideas supuestamente erróneas y los que violan la libertad de expresión. Los primeros están en su perfecto derecho mientras que los últimos son criminales.

    Por otra parte, no confundamos: el autobús de HO es una respuesta a la palmaria estupidez, con que el homosexualismo rampante pretende adoctrinar, de que los genitales son irrelevantes, o un detalle sin importancia, a la hora determinar la identidad sexual. En ningún momento se insulta a los transexuales llamándolos monstruos o raros ni se sugiere tal cosa; simplemente se manifiesta una obviedad como lógica reacción a una mentira imbécil. Eso es todo, pero suficiente para desatar las iras de la neoinquisición.

    Eso de que HO se niega a admitir –cosa en la que por cierto estarían en su perfecto derecho- que un niño pueda ser distinto a lo normal no sé de dónde lo sacará, pero desde luego no se desprende del autobús de marras ni del libro que anuncia. Lo que los neoinquisidores no perdonan es que desenmascaren su adoctrinamiento coactivo y totalitarismo.

  3. En este mundo de apariencias,
    En este mundo de apariencias, genitales o cromosomas no tienen ninguna relevancia en la identidad de una persona, basta con querer ser lo que uno quiera ser, y el mundo deberá aceptarlo.
    Es por eso que en la provincia argentina del Chubut, por ejemplo, debieron federar en un equipo femenino de Hockey a un hombre que dice ser mujer, y la negativa de sus compañeras, la institución o la misma federación deportiva no valió de nada.
    Un juez iluminado dispone lo que le plazca, y alguna chica pagará la fiesta con un hueso roto.
    Así estamos.

    • Bueno, bueno. Eso de que el
      Bueno, bueno. Eso de que el mundo deberá aceptar la voluntaria identidad sexual…Según y cómo. Como supongo que tus cromosomas, genitales y apariencia externa será de varón, si te complicas la vida en España enrollándote con una mujer o algo que se adjudique “género femenino”, automáticamente pasas a ser individuo de segunda a expensas de la buena o mala voluntad de la ínclita. Aquí “enrollarse” significa lo que tradicionalmente se entiende como relación amoroso-carnal y no una relación de amistad o de negocios, por ejemplo. Resulta insólito para una inteligencia normal que la condición jurídica dependa de qué “chaqueta” te pongas ese día, pero es así. Bueno, pues en este caso, date por jorobado, amigo. Acabas de perder el derecho de decidir libremente qué eres. Como haya lío, ya no podrás decirle al juez: “Oiga, a mí no me aplique la superley de violencia y opresión secular contra la perfidia machista, que soy un mujer y siempre me lo he sentido” No, ¿demasiado tarde?

      Yo mujer no me siento, pero tampoco ese tipo de hombre que persiguen y estigmatizan las leyes estúpido-totalitarias-vamos-a-llenarnos-la-cartera-a-cuenta-de-esta-milonga, así que, humildemente solicito mi ingreso en el glorioso colectivo homo-trans-lesbo-loqueseteocurra como una nueva categoría de oprimido superdiscriminado definida negativamente como “hombres nacidos sin ese fatal estigma machista que han descubierto los doctores de la progresía”. Ya verán como no me hacen ni puñetero caso y no les importa una mierda traumatizarme.

  4. Soy muy moderno, es
    Soy muy moderno, es preferible que 3.000 niños disfruten lo suyo a que 300.000 queden traumatizados, al revés os lo digo. Deberiamos crear la Liga heterosexual of the world o acabaremos estigmatizados como antes los homosexuales

  5. Perdón por la reiteración de
    Perdón por la reiteración de un mismo comentario.

  6. La defensa de las minorías el
    La defensa de las minorías el respeto a ser distintos no puede hacerse a costa de las mayorías si una chica se siente chico no se puede obligarse al equipo de fútbol masculino como explicaba de un caso concreto en Argentina a fastidiar a otro colectivo- Se ha pasado de un extremo a otro de no respetar la singularidad a imponerla.
    Por cierto la ofensa del carnaval de Canarias a las creencias religiosas entra dentro de la defensa de las minorías-

  7. No olvidemos que la Comunidad
    No olvidemos que la Comunidad de Madrid en su ley de ideología de genero fiscalizara a los padres y profesores que no estén de acuerdo con la misma no pudiendo argumentar razonamientos biológicos en su discrepancia y enseñara a todos los niños y niñas que es muy bueno cambiar de sexo convirtiendo a cada Colegio en un centro obligado bajo sanciones y perdida de concierto educativo a imponer de forma activa su modelo educativo. Se supone también que estas ideas no pueden imponerse a un colectivo de religión originaria distinta de la occidental ya que obviamente no la tolerarían.

  8. Pues no sé, yo creo que es
    Pues no sé, yo creo que es más sencillo.

    Ciertas personas deciden manifestar su opinión y una autoridad pública autoriza que su mensaje llegue a toda la sociedad por medio de un autobús que necesariamente ve todo el mundo, incluyendo aquéllos que no están de acuerdo con ese mensaje.

    Éstos deciden que su mensaje, obviamente contrario, debe tener el mismo derecho a llegar a toda la sociedad usando el mismo canal de comunicación. Sin embargo, en este segundo caso, se prohibe: ¿por qué uno es ofensivo y otro no?

    Un imbécil del PP dijo en el último congreso de su partido que Castilla-León no necesitaba libertad de elección en educación porque los resultados del Informe PISA eran muy buenos. En fin, en el país de los ciegos… Pero lo peor es que impidiendo libertad de elección, finalmente se impone la visión única que el progresismo recalcitrante quiere transmitir, obligando a los que no quieren comulgar con ruedas de molino políticamente correctas a ser cada vez más insignificantes. Resultado final: una educación pública que es el espejo de la Formación del Espíritu Nacional franquista, en pleno siglo XXI. O sea, basura 2.0, un avance tecnológico.

    Que sigan, que sigan…

  9. No, no es malo ni debe
    No, no es malo ni debe prohibirse que cada uno exprese su forma de pensar con las limitaciones de no ofender nunca las creencias de los otros nadie sabe de verdad en muchos temas lo que esta bien ni lo que esta mal.
    Por eso debe dejarse a los padres y madres la opción de poder decidir y equivocarse sobre sus hijos por encima de la Comunidad el Ayuntamiento y los abuelos (salvo casos muy raros uno de cada 10.000 como en medicamentos). En los tiempos de la dictadura se imponía la asignatura de Formación del Espíritu Nacional y religión a todas horas y hoy la llamada educación de genero que puede causar mucho daño a niños pequeños todavía no definidos sexualmente. Si repasamos los estudios de bachilleratos de entonces las asignaturas políticas a favor del imperio me parecen un tanto infantiles y por tanto incapaces de dañar como la manipulación temprana de los gustos sexuales a la infancia , En cuanto a la religión sin duda fanatizaba a una parte de la infancia pero desde luego no la encaminaba a la pura perversión que pretende y seguramente consigue la ley.
    Por cierto en los tiempos de la Dictadura que tanto gusta recordar de forma algo pesada a muchos la enseñanza tenia una posibilidad de libertad que hoy no existe y que a muchos quizás sorprenda. Un padre podía elegir en la enseñanza reglada infantil no llevar a sus hijos a la escuela y presentarlo a las pruebas de junio y septiembre evitando la manipulación ideológica del régimen. Hoy podría hacerse lo mismo pero me temo que ni los podemitas ni socialistas ni tampoco los del partido popular ngtei ciudadanos quieran hacerlo,todos quieren gente para manipularla a su ideologia.

    • Satur:
      Satur:

      La libertad de expresión debe ser absoluta. Eso de imponer la limitación de no ofender nunca las creencias de los otros la desvirtúa por completo convirtiéndola en un derecho ficticio, en el “tienes derecho a decir lo que yo te permita”. Luego pasa lo que pasa y nos quejamos.

      Si no se pueden ofender las creencias ajenas, nada se podrá decir nunca, pues siempre alguien podrá objetar que se siente ofendido en sus convicciones. ¿O sólo merecen protección ciertas creencias especiales? Defender la especialidad de una creencia intocable tiene un nombre: totalitarismo.

      Me parece irresponsable sentirse víctima del totalitarismo ajeno y no cuidarse escrupulosamente de no incurrir en el mismo abuso.

      Las ideas claras y coherentes y el chocolate espeso.

  10. BERDONIO: El desarrollo de
    BERDONIO: El desarrollo de los «mass media» ha permitido la difusión de conocimientos simples sobre principios complejos ya anunciado por Zubiri,Ortega etc . Tenemos la moda de la no filosofía llamada obstruccionista o emotiva que favorece la expansión de mensajes superficiales. Yo invito que leer con detenimiento la ley de transexualidad aprobada por la Comunidad de Madrid con fecha 17 de Marzo de 2016,pese al rechazo de madrileños ,la oposición de las asociaciones de padres de alumnos y sin el visto bueno de reconocidos expertos de psiquiatras ,psicologos o pediatras padres ley obligatoria para los menores de edad. De todas formas los padres pueden oponerse de forma imaginativa,compren o alquilen ropa de musulmanes y visiten al director/directora del colegio desde luego a su hija la dejaran al margen.

    • Nadie se opone más a ese tipo
      Nadie se opone más a ese tipo de legislación aberrante que yo, pero no basta con cabrearse y rechazar un contenido concreto apelando a la libertad si luego nos ponemos a silbar mirando para otro lado cuando el contenido nos gusta aunque viole la libertad de otros. Si queremos convivencia pacífica hay que ser coherente: exigir que nos dejen en paz pero también hacer lo propio.

      Una vez conseguida la coexistencia pacífica entre un modelo de vida justo, natural y próspero y otro estúpido, aberrante y ruinoso ¿Cuál de ellos no soportara la competencia y desaparecerá?

      Lo único que necesitamos imponer es la no agresión, precisamente porque creemos ofrecer buena mercancía. Son los que prometen mentiras los que necesitan del adoctrinamiento y la represión.

      Por cierto, las soluciones imaginativas no valen. Ni disfrazarse de musulmán ni elegir “sexo” para sortear leyes injustas. Estos tipos no tienen decencia moral ni intelectual y lo que menos les preocupan son sus contradicciones.

  11. BERDONIO, en una sociedad que
    BERDONIO, en una sociedad que se tolera todo, también se puede tolerar la violencia digo yo. De ahí la paradoja de la tolerancia.
    El problema viene por tanto en identificar cuando hay una agresión si no se ve de forma intuitiva. Mucha gente se vale de esto yo creo para que no te puedas defender ante ellos.

    • Faked, ¿quieres explicarme
      Faked, ¿quieres explicarme dónde narices he dicho yo que se deba tolerar todo? Te lo repetiré por enésima vez: LA VIOLENCIA NO ES TOLERABLE

      Pocas cosas hay más objetivables e intuitivas que la violencia: lo que persigue el derecho común tradicional y universal, o sea, el menoscabo de la integridad física, la propiedad y la libertad; pero desde luego existe un método infalible para despejar cualquier duda al respecto: jueces de mercado.

      Es decir, jueces sometidos al más perfecto control de calidad: la libre decisión de su clientela unida a la supervisión de meta-magistrados o de segundo nivel, también de mercado.

      Así, por ejemplo, resultaría inconcebible una tipificación universal y abstracta de meras ofensas contra las creencias. Solamente se darían en comunidades de adhesión libre y voluntaria con estatutos específicos sobre la cuestión.


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