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¿Qué tipo de liberalismo defendería la Escuela de Salamanca?

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La Escuela de Salamanca defendió muchas instituciones criticadas por el anarcocapitalismo.

Recientemente he asistido en Salamanca al encuentro regional de Students for Liberty, en una mesa redonda con el provocativo título de ‘La Escuela de Salamanca: ¿los primeros liberales?’. Allí expuse las siguientes ideas que comparto con ustedes y que volveré a proponer en el track ‘Scholasticus’, coordinado por el Centro Diego de Covarrubias en la Convención del próximo sábado 2 de junio. ¡No falten!

En primer lugar, habría que distinguir muy bien qué se entiende por “liberalismo”: una cuestión compleja y sobre la que se han vertido (como es un tópico decir) ríos de tinta. Afortunadamente para nosotros, María Blanco participaba en la reunión así que pude resolver en parte este problema refiriéndome a su excelente libro Las tribus liberales

En todo caso, ya que se me pedía una opinión expresé lo siguiente: es claro que los escolásticos de los siglos XVI y XVII no pueden llamarse liberales puesto que es un término acuñado posteriormente. Ellos se considerarían maestros universitarios (de teología, filosofía o derecho), lo mismo que -pienso yo- diría el propio Adam Smith; hablar de liberalismo es tal vez algo anacrónico para esa época. Sin embargo, sí creo razonable sostener que nuestros Doctores intuyeron y defendieron un orden político-económico que hoy podemos llamar liberal en este sentido que le damos en Europa: limitación del poder; Estado de derecho; imperio de la ley; respeto a la autonomía individual; defensa de la propiedad privada y del cumplimiento de los contratos; defensa del mercado como lugar de ajuste espontáneo [sin dolo o engaño] de los precios; comprensión del valor económico de los bienes en función de su abundancia o escasez [oferta y demanda], su utilidad y su capacidad para satisfacer las necesidades subjetivas; crítica de la manipulación monetaria por parte de los gobernantes; control del gasto público; defensa de una fiscalidad reducida y consensuada [impuestos aprobados en Cortes]; etc.

En segundo lugar, diré que hay gente que emplea los términos de “neoliberalismo” o “capitalismo salvaje” para calificar -con una fuerte carga de crítica- este orden espontáneo (Hayek) que acabo de describir. Para algunos entornos cristianos, lo mismo que para toda esa ideología posmarxista (socialdemócrata, podemita o antisistema), la propuesta que llamamos liberal estaría viciada por el egoísmo, la corrupción o un endiosado interés propio de raíz utilitarista. No hablaré de estos últimos porque directamente no entienden la libertad individual. Me preocupa más esa crítica desde unas posturas de inspiración religiosa porque -esto lo comparto con ellos- nuestra sociedad occidental manifiesta unas intolerables conductas de perversión moral en lo político y lo económico. Pero eso no es “la esencia” del liberalismo: ¡todo lo contrario! El orden liberal que sostenemos aquí funda sus raíces en una profunda y necesaria exigencia ética. No puede haber actividad económica ni organización social al margen de unos principios morales, como enseñaron en sus cátedras de Teología y Filosofía Moral desde Francisco de Vitoria hasta Adam Smith.

Otra cosa es que nos encontremos ante una civilización desnortada en su conciencia y en sus actuaciones. Sin embargo, no me parece justo achacar este problema a que “el liberalismo es pecado”… Como bien explicaron Rallo y Rodríguez Braun, ocurre justo al revés: las mejores condiciones para el ejercicio de la virtud personal están en las sociedades que disfrutan de libertad política y económica. Claro, esto es una condición necesaria pero no suficiente: además se necesita una responsabilidad moral que, ciertamente, ha perdido mucha fuerza en nuestro mundo actual -liberal o socialista-.

Completo este segundo apartado con una precisión teológica que algunos católicos apenas distinguen: la condena vaticana al “liberalismo” se refiere justamente a una corriente protestante que criticaba la autoridad de la Iglesia, el sentido de la Revelación o la posibilidad que tiene el hombre del conocimiento de Dios a partir de la propia razón natural. Pero no a un orden político-económico que defienda la libertad.

Terminaba con una tercera hipótesis: ¿podrían considerarse los doctores de Salamanca como unos primeros anarcocapitalistas? Aquí mi respuesta fue negativa, expresada por cierto con todo mi respeto hacia el ilustre profesor Bastos, que nos acompañó en Salamanca con su habitual empuje dialéctico. Desde luego que no puedo fundamentar esa opinión en unas pocas líneas frente a las extensas ‘Cuestiones disputadas’ que Bastos lleva publicando en estos análisis… Solamente quiero expresar una contradicción que observo entre la defensa a ultranza de la libertad individual frente a cualquier mínimo poder político y el pensamiento de nuestros maestros: para ellos, existe una necesariedad en la organización social. Con palabras de Juan Cruz, glosando a Suárez: “el poder político está directamente en la naturaleza del hombre, como ser social. El hombre no puede vivir en cuevas, sino en casas; y vivir además ordenadamente, no en el desorden de un arbitrio individual, sino bajo directrices para vivir, o sea, con jerarquía de mando y obediencia. Y no porque le falte algo a su naturaleza, sino porque su naturaleza es radicalmente social. Así ocurre en la familia, en la ciudad, en el Estado”.

En este sentido, la Escuela de Salamanca defendió muchas instituciones criticadas por el anarcocapitalismo. De igual modo, y recordando en parte la controversia anterior desde posturas católicas, nuestros Doctores sostuvieron algunos límites para la propiedad individual: no hablando de un bien común absoluto y solidario universalmente (como interpreta algún socialismo-cristiano muy erróneamente), sino definiendo situaciones excepcionales en las que hay una primacía de esa comunidad original de los bienes sobre la propiedad privada individual (como sería el caso de la apropiación ajena en caso de extrema necesidad). Lo que, desde mi punto de vista, no justificaría ningún socialismo/comunismo; pero creo que tampoco desarma este orden liberal que defiende la propiedad como elemento más justo y eficaz de crecimiento económico y organización social.

15 Comentarios

  1. No existe ninguna
    No existe ninguna contradicción entre anarcocapitalismo y necesidad de organización social. El anarcocapitalismo en absoluto se opone al orden ni a la jerarquía, siempre que sean libremente aceptados mediante contrato voluntario. Tampoco pretende que vivamos en cuevas. Parece mentira que aún debamos aclararlo en este foro porque haya quien no se quiere enterar.

    Por consiguiente, las citadas palabras de Juan Cruz no rebaten las tesis anarcocapitalistas –cosa que sólo podrá hacer quien demuestre la necesidad de iniciar violencia contra el pacífico-, ni se manifiestan de suyo contra ellas, puesto que cuando habla de un poder político inherente a la naturaleza humana claramente se refiere a un tipo de orden y jerarquía demandado por los individuos –por tanto, libre y voluntario-, no a cualquiera.

    No sé ni me importa si podemos ver en la Escuela de Salamanca una precursora del anarcocapitalismo, pero que se confundan los conceptos, sí; como, por ejemplo, sostener que la defensa de la soberanía individual no reconoce situaciones excepcionales, condenando la apropiación ajena en caso de extrema necesidad: no señor, ningún anarcocapitalista dejará de robar o cometer un crimen si éste constituye el mal menor; lo que nunca pretenderá es que la necesidad transmute el mal en bien y aceptará la justicia de purgar o compensar el daño menor causado.

  2. …» El anarcocapitalismo en
    …» El anarcocapitalismo en absoluto se opone al orden ni a la jerarquía, siempre que sean libremente aceptados mediante contrato voluntario. Tampoco pretende que vivamos en cuevas. Parece mentira que aún debamos aclararlo en este foro porque haya quien no se quiere enterar….» (Berdonio )
    Menos se quieren enterar quienes son profesores de la universidad estatal y su aspiración es mantenerse en su cargo y jubilarse del mismo (H.de Soto)

    No hay peor ofensa a la ética de la libertad que hacer docencia con medias tintas, a pesar que los cargos están garantizados por la libertad de catedra existente en España desde centurias,
    Que esta libertad la haya usado siempre la izquierda para combatirla es hasta comprensible, pero en un ámbito liberal como el IJM ….

    • O sea, que los crímenes de
      O sea, que los crímenes de los ultramalvados de la izquierda son comprensibles, pero los buenos tienen que ser tontos. Como estáis en contra del Estado, idos al monte. Ya te gustaría…

      Ni Huerta de Soto ni nadie que reniegue de la violencia le debe nada a la coacción estatal que combate, y ser leal al mal o admitir algún tipo de componenda con él –como aceptar sus sobornos- no es señal de virtud sino todo lo contrario. Por otra parte, rechazar los “regalos” de tu enemigo tampoco es integridad sino estupidez. O crees tú que si los nazis hubieran arrojado toneladas de oro sobre Inglaterra sería inmoral que los aliados las utilizasen para acabar con los campos de exterminio.

      Cosa distinta es predicar que si no vivimos todos en la misma covacha algo falla y luego comprarse un chalet.

      Aceptarlo: los estatistas andáis muy escasos de razón y entendimiento y es sólo cuestión de tiempo que sucumbáis. Además, Dios os vigila.

    • Ilustre Sr. «anónimo»: Me
      Ilustre Sr. «anónimo»: Me parece que la libertad de cátedra que Vd. propugna se parece mucho a la censura sobre determinadas ideas o personas (no es por nada…). Cosa diferente sería si Vd. propusiera la eliminación de los monopolios educativos coactivos (estatales, eclesiásticos, lingüísticos, etc.) en orden a recuperar una plena libertad de enseñanza.

    • Joer!! Berdonuio y Bueso .
      Joer!! Berdonuio y Bueso . Careceis no solo de sentido comun , lo mas preocupante es vuestra
      esencial carencia de entendimiento . Con vostros no cabe hablar de libertad de catedra pues no atinais a un mosquito con un cañon de 105 mmm .

      LA LIBERTAD DE CATEDRA (DESDE 1224 en la universidades españolas) ES LIBERTAD DE EXPRESION DE IDEAS EN EL CATEDRATICO Y SI DIGO QUE ES COMPRENSIBLE QUE LA IZQUIERDA LIBERTICIDA LA HAYA USADO PARA COMBATIR ESA LIBERTAD NO ES PARA QUE ME ETIQUETEN DE ZURDO.
      Que IDIOCIA la vuestra caballeros.

    • Conocido versallesco, ni se
      Conocido versallesco, ni se te pasa por la mente que alguna responsabilidad puedas tener en que no se te entienda. Si no criticabas a los profesores de la universidad estatal que utilizan la libertad de cátedra para atacar al Estado al tiempo que parece se aferran a la canonjía monopolista –que es lo que yo entendí-, conjeturo ahora que tu invectiva iba dirigida a los catedráticos que se muerden la lengua a la hora de cuestionar al Estado que les paga el sueldo, a pesar de que sobre el papel podrían hacerlo sin temor a represalias.

      ¿Por qué no hablas claro y directo y dejas de expresarte mediante jeroglíficos?

      Además, no veo mucho sentido a que se haga docencia con medias tintas por la desidia de no querer enterarse de que existe libertad de cátedra. Por eso seguro que no es. No tengo al profesorado universitario en general por muy decente, pero tampoco creo que sean tan indolentes de callarse a pesar de poder hablar con plena libertad. Primero, para criticar al Estado se precisa de cierto esfuerzo mental y coherencia que no parece estar al alcance de todos; segundo, resultar políticamente incómodo de hecho pasa factura por muchas declaraciones altisonantes sobre libertades teóricas; y tercero, simplemente muchos son conscientes de que sin el Estado no se comerían el rosco que se comen.

  3. Ilustre Sr. “anónimo”:
    Ilustre Sr. “anónimo”:
    – Entiendo que diversidad y competencia son precondiciones para la emergencia del conocimiento (tentativo). En ese contexto, para mí, libertad de cátedra significa simplemente el “respeto a la autonomía individual” propio de un orden liberal, en línea con lo que señala León Gómez Rivas.
    Considero criticable el entendimiento de la misma como un privilegio asociado o limitado a quien ostenta determinada posición académica (especialmente si ese privilegio viene asociado a un “sistema” educativo de influencia prusiana, unificado y uniformador, como el español actual estatal y, especialmente, autonómico: https://www.libertaddigital.com/opinion/ideas/mayo-del-68-una-revolucion-antiliberal-1276234726.html ).
    – No veo que nadie le haya etiquetado a Vd. de zurdo, de diestro ni de ambidiestro.
    – Una visión más general e integrada que la mía se puede encontrar en este artículo de Roberto Cippitani: https://www.academia.edu/6728805/LA_LIBERTAD_DE_CÁTEDRA_Y_DE_INVESTIGACIÓN_EN_EL_ÁMBITO_DE_LA_AUTONOMÍA_UNIVERSITARIA
    Atentamente

  4. Don Bueso
    Don Bueso
    Veo sigues sin entender , por lo que solo reiterare tus afirmaciones ya que se refutan a si mismas . Dices:
    .”, para mí, libertad de cátedra significa simplemente el “respeto a la autonomía individual” propio de un orden liberal, en línea con lo que señala León Gómez Rivas.
    ::Considero criticable el entendimiento de la misma como un privilegio limitado a quien ostenta determinada posición académica , especialmente si ese privilegio viene asociado a un “sistema” educativo de influencia prusiana, unificado y uniformador, como el español” sic.

    Si el sistema educativo es, como dices, de carácter “estatal uniformador”; cómo consideras “criticable” entender que la libertad de catedra es un “ privilegio limitado a quien la ejerce”. Esto es la digresión en las antípodas de la lógica. Pero no te preocupes, su evolucion ya nos tiene acostumbrados a sus paradigmas kuhnianos discontinuos y propios de cada época.

    • Ilustre Sr. «anónimo»:
      Ilustre Sr. «anónimo»: Efectivamente, no le entiendo. Mejor dejarlo.
      Solo aclarar que creo que habría que diferenciar:
      a) las universidades que, de la mano de la Iglesia católica, en la Edad Media, se crearon como asociaciones voluntarias de profesores y alumnos, que fueron (y «son» hoy día, al igual que otras de fundación privada) un hito y un avance, aportando una gran funcionalidad, y que sirvieron de contrapoder frente al poder político, por lo que defender a los profesores de los probables ataques del poder político era muy necesario (y útil para todos);
      b) bastantes de las actuales universidades «públicas» (esto es, financiadas con impuestos), totalmente asociadas a los poderes políticos (o grupos de interés) organizados; más bien es la sociedad la que debería defenderse de ellas… Un ejemplo (aunque conozco bastantes profesores entregados, válidos y eficientes ahí dentro, pero… esa noticia, no desmentida, es muy significativa: «Las universidades públicas valencianas piden una ley que oficialice el catalán y obligue a su conocimiento»; o sea, el enemigo en casa) : http://www.abc.es/espana/comunidad-valenciana/abci-universidades-publicas-valencianas-piden-ley-oficialice-catalan-y-obligue-conocimiento-201804111141_noticia.html

  5. Don Berdonio
    Don Berdonio
    Es extraño pero pareces carecer del protocolo necesario para esa paz social que tu veneras. ¿Como pretendes que manifieste mis diferencias con al autor Sr Leon Rivas con tu lisa y llana franqueza? ¿Debería ante quien disiento “propinarle un puñetazo” orteguiano? Debes entender que mi protocolar critica entre líneas, no es la pusilánime medias tintas que “la verdad esta en el medio”.
    Por esto mismo parafraseé al magistral H de Soto cuando se refirió a que la opinión de los catedráticos públicos esta generalmente teñida por la ideología estatal. Recuerda que este es un “sistema educativo uniformador prusiano” (Bueso)
    Por último, si tu y yo estamos de acuerdo que continuar afirmando -como lo hace este articulo- que el capitalismo libertario es sinónimo de “defensa a ultranza” del individualismo para “vivir en cuevas renegando de la “naturaleza social de respeto a la jerarquía de mando y obediencia” (¿ Mussolini?)… Repito, si tu y yo estamos de acuerdo en que esto es una proposición hobbesiana, que, como tal, ni siquiera causa la perplejidad incomoda de la inédita creatividad: ¿ para que estamos volcando estos ríos de tinta en una estéril esgrima dialéctica “versallesca” . Saludos

    • Pues muy bien. Saludos
      Pues muy bien. Saludos

  6. ¿Donde puedo leer mas sobre
    ¿Donde puedo leer mas sobre el tema? La importancia de la etica y la moral en el liberalismo

    • Precisamente en la próxima
      Precisamente en la próxima FERIA DEL LIBRO -LIBERACCION que patrocina nuestro IJM se presentan dos ejemplares del Centro Covarrubias que tratan sobre estas cuestiones: los de Martin Rhonheimer y Rafael Termes. Yo creo que pueden resultarte de utilidad

  7. En este tema, un complemento
    En este tema, un complemento (actualísimo) a tener en cuenta es el libro de Ángel López-Amo «El poder político y la libertad» (premio nacional de ensayo en 1952): http://anterior.esdiario.com/instructor-olvidado-reivindica-monarquia-distinta-91277.htm
    Del mismo autor, también existe una selección de textos titulada «El principio aristocrático» (2008, Isabor), con prólogo de Miguel-Anxo Bastos: http://www.miseshispano.org/2014/02/un-antecedente-de-hoppe-en-la-compostela-de-los-anos-50/

  8. Muy interesantes los
    Muy interesantes los artículos, amigo Vives: ¡gracias por la información!


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