Los iluminados se arrogan el monopolio de la verdad para imponer sus fantasías mentales, sin que les importe el precio a pagar.
Les escribo pocos días antes de que en España se resuelva (o no) de alguna manera el embrollo independentista del referéndum catalán. Ya sabemos que es ilegal, y parece que el Estado por fin ha decidido ocuparse de que se respete la legalidad (algo que desde hace años no ocurre allá; por ejemplo, la libertad para elegir el idioma en la escuela). Sobre este asunto pueden encontrar más artículos en nuestros Análisis, algunos con sus correspondientes comentarios. Por cierto, que también suelen despertar bastantes respuestas los artículos relacionados con la identidad sexual y toda esa reciente iniciativa política en torno al lobby gay, que busca imponer una nueva discriminación sobre aquellas personas que no compartan sus opiniones; o que pretende usurpar los derechos (y deberes) de los padres en la educación de sus hijos menores de edad.
Ambos proyectos (de re-ingeniería política, social o antropológica) cuentan muchas veces con una especie de aura “revolucionaria”: hay que cambiar el estado de las cosas, no importa cómo. Y parece que oponerse a ello solamente cabe en mentes retrógradas. Además, como escribía alguno de los comentaristas que señalo, es inútil que tratemos de argumentarles con espléndidos razonamientos lógicos, porque nunca nos van a escuchar (ya conocerán ese video de Josep Borrell tratando de explicar las cuentas de la Generalitat de Cataluña a un Junqueras al que le da lo mismo cuál sea la verdad: lo único relevante es su procés).
Pensaba que estos son dos ejemplos más de las muchas utopías revolucionarias que han aparecido en la Historia. Movimientos que pretenden transformar la realidad, apelando a un futuro siempre mejor que el presente: no importa que rompa con el estado de Derecho, leyes, costumbres y tradiciones, o incluso la misma evidencia científica. Esos iluminados que las defienden se arrogan con el monopolio de la verdad para imponer sus fantasías mentales, sin importarles el precio que se pague.
Precisamente este otoño conmemoramos una de esas ensoñaciones: la Revolución de 1917. Al cabo de cien años sabemos bien toda la sangre que ha vertido (y sigue haciéndolo en algunos países) la utopía marxista: recuerden una reciente Píldora de libertad sobre el Che Guevara. Pero no importa, ya que han conseguido anestesiar a la opinión pública: el éxito del marxismo cultural es una triste realidad. Igual que con esa monserga del heteropatriarcado como una segunda derivada de la opresión capitalista, que justificaría la presión LGTB señalada.
Es verdad que lo revolucionario suele despertar simpatías a primera vista: pensemos, por ejemplo, en los colonos americanos frente al abuso de poder inglés; o en la revuelta madrileña del Dos de Mayo frente a las tropas invasoras francesas, seguida del sorprendente proceso Constitucional de Cádiz. Algunas terminan bien, y otras no tanto: en España, la vuelta al trono de un deseado Fernando VII echó al traste la modernidad gaditana, y los políticos liberales de su hija Isabel consiguieron estropearlo aún más.
También es cierto que a veces depende de la situación previa contra la que se combate: la Revolución Francesa sigue manteniendo una buena imagen, a pesar de tantos abusos y guillotinas, porque Luis XVI no estuvo a la altura de su responsabilidad como gobernante (como el zar Nicolás). Siempre me ha parecido una ironía de la Historia que a la supuesta separación de poderes parisina le sucediera la dictadura napoleónica. O que, volviendo a España, los primeros movimientos americanos en defensa de la Corona -por la invasión francesa- terminasen alentando la Independencia, en gran parte debido a la torpeza de ese mismo Rey.
Es por ello que los revolucionarios catalanes han conseguido atraerse la simpatía de tantos ingenuos (y, por supuesto, de todos los demás grupos antisistema). Hay que contar también con la pasividad de las mayorías silenciosas: unos pocos gritando en la calle enseguida se arrogan la “representatividad del pueblo”. No es fácil movilizar al ciudadano de bien: además, no suelen romper escaparates ni quemar coches de policía… Y si se les planta cara, se esconden en la falacia de la provocación; como el líder supremo Kim Jong-un: después de lanzar varios misiles, protesta airado contra la respuesta occidental. Más cerca del nosotros, en parlamentos o corporaciones municipales, es muy frecuente esa táctica de insultar al contrincante al mismo tiempo que uno se presenta como el agredido. Es otra faceta de la impunidad revolucionaria (¡España nos roba!).
Termino con un ejemplo menor, pero que sirve de modelo: la fobia contra los coches en las ciudades. Más allá de que sea bueno velar por el cuidado del medio ambiente, conviene estar alerta cuando las prohibiciones se convierten en dogmas ideológicos. Es la utopía de la pachamama, volver a un inexistente paraíso ecológico (nunca en la Historia hemos tenido los hombres esta preocupación por la naturaleza), pretendiendo soslayar las necesidades técnicas o energéticas del progreso económico. Pero se trata de una estrategia eficaz: nos tienen entretenidos con la reducción de la velocidad en las carreteras, con el galimatías de los miembros y las miembras, con la nueva moda unisex para niños y niñas… y poco a poco van re-educando a una población cada vez más aborregada. ¡Así nos va!
26 Comentarios
Me encanta el articulo. El
Me encanta el articulo. El gran economista Joseph Schumpeter fallecido en 1950 hablaba de la ineficiencia de la democracia(sistema que defendía)en la que los políticos son empresarios del voto de captar clientes esos electores en su inmensa mayoría incapaces de establecer juicios razonables sobre política son teledirigidos por unos mensajes llegados de las elites. Cuantos partidarios de la educación de genero dejan de serlo en el momento en que tienen hijos y quieren para ellos la mejor formación posible y cuantos partidarios de la independencia catalana no se darán cuenta de los problemas absurdos en que se han metido simplemente cuando tengan que despedirse de su trabajo al no poder vender el 75% de su producción que antes se hacia a la UE y a España,merece la pena romper la convivencia de 1.500 años desde los visigodos por una elite que se ha distinguido por llenarse sus bolsillos de dinero,donde se esconden las estatuas rotas de Pujol. Las ideas infantiles/basura de la revolución de 1917,la foto de un Che Guevara favorecido en su mejor perfil ocultando la del asesino loco, la imagen de un Fernando VII tirado su carroza al grito de vivan las caenas,la propia Constitución de Cádiz que desconoce la realidad de los pueblos americanos a los que se les priva de representación y por tanto inician la separación etc Al final la búsqueda del equilibrio roto por ideas populistas se impone pero con mucho sufrimiento.
No damos abasto con tantas
No damos abasto con tantas mentiras. Ya nos hemos olvidado de la gran mentira que es el PIB. También es una gran mentira lo del IPC y otros índices que pretenden medir «el nivel de precios». También es una gran mentira todo el cambalache de los convenios colectivos y sectoriales, y las mamandurrias de los sindicatos en general.
Ahora estamos con la chorrada del independentismo. Nos olvidamos de todos los robos. Nos olvidamos de que en España hay que pagar por trabajar. Dirigen nuestra atención a lo de la opresión lingüística y política, pero nunca hablamos de que la educación pública es una monstruosidad que nunca debería haber existido y con la que hay que terminar.
Nos dicen que hay un golpe de Estado, ¿pero qué pasa con todos los golpes que el Estado nos propina diariamente?
No puedo vender nada sin convertirme en un criminal, es decir, sin recaudar impuestos para el Estado. No puedo comprar nada si no acepto ser extorsionado. Cualquier propiedad mía puede ser usurpada en cualquier momento por razones de interés público, previo pago del «justiprecio» que los propios ladrones determinan. No es legal para mí obligar a nadie a comprar ni a vender nada ¿Por qué es legal para los siervos del Estado el obligar a comprar o a vender algo a alguien?
Si ahorro, me persiguen. Si gasto, me persiguen. No puedo echarme al monte porque se enfadan los ecologistas. No puedo irme a otro país porque todos son iguales a este. Tengo un número de DNI, como si fuera un prisionero de una cárcel. Tengo que pedir permiso para viajar. Tengo que pedir permiso para casarme. Tengo que pedir permiso para divorciarme. Tengo que pedir permiso para adoptar hijos.
Si publico un periódico sin licencia, dicen que soy un pirata. Si abro una emisora de radio sin licencia, me llaman pirata. Si practico medicina sin licencia, dicen que soy un charlatán y me meten en la cárcel. Si abro una universidad y me pongo a dar clases las autoridades me persiguen, porque tienen que defender a sus clientes políticos.
Si hago algo bueno sin permiso, me castigarán. Si hago algo malo con permiso, me defenderán y tratarán de echar tierra sobre el caso, quizás dando dinero a las víctimas. Y si las víctimas no denuncian nada, eso que nos ahorramos todos.
Cataluña no es importante. La libertad y la justicia son importantes. El primer paso para hacer justicia es dejar de cometer injusticias.
No hay mayor utopía que la de creer que se puede alcanzar justicia cometiendo injusticia, o sea, el Estado. Enemigo común de todos los humanos.
Sencillamente… Genial!!!
Sencillamente… Genial!!!
Excelente comentario ACRATA.
Excelente comentario ACRATA. Realmente el de un liebertario.
No le comento el articulo al autor solo por su encabezado descabezado :» Sabemos que la secesion es ilegal» Que sesudo analisis de las libertades naturales. Esgrimir el codex ad hoc del Leviatan para manifestar su desacuerdo con la secesion . Lamentable aqui.
Jorge, este señor no ha leido
Jorge, este señor no ha leido el muy buen articulo reciente de Rallo sobre el tema. Lo que importa es no afectar derechos del individuo, como el derecho natural de secesionarse de un gobierno , despilfarrador y confiscatorio de las haciendas de los ciudadanos. Aqui ni se habla de este problema . solo como rancio conservador quasi socialista os pone como argumento descalificatorio nada menos que la ley de quien esta interesado en no perder subditos contribuyentes.
Gracias a todos, pero tengo
Gracias a todos, pero tengo que salir en defensa del Profesor Gomez Rivas. Este buen hombre es liberal, no cabe duda de ello, pero estudió es «doctor en Historia Moderna y en Economía por la Universidad Complutense». Es difícil superar semjante trauma. Por lo tanto no puedo criticarle porque no sea capaz o no se atreva a hacer una defensa liberataria pura del asunto de los derechos individuales y universales.
La columan que ha escrito merece ser leída enteramente. Por ejemplo, cuando dice lo de «No es fácil movilizar al ciudadano de bien.» ¡Ahí está el virus totalitario de la Complutense!
Amigos y amigas, hay que mostrar respeto por las víctimas.
Querido Ácrata,
Querido Ácrata,
Te recomiendo que empieces a estudiar en alguna universidad seria. La Complutense es una muy buena universidad, con un ideario propio (igual que todas las universidades) tan bueno como cualquier otro. Como bien dijo Schleiermacher en una ocasión, «ser o no ser estúpido, esa es la cuestión».
Querido Ácrata,
Querido Ácrata,
Te recomiendo que empieces a estudiar en alguna universidad seria. La Complutense es una muy buena universidad, con un ideario propio (igual que todas las universidades) tan bueno como cualquier otro. Como bien dijo Schleiermacher en una ocasión, «ser o no ser estúpido, esa es la cuestión».
Querido Ácrata,
Querido Ácrata,
Te recomiendo que empieces a estudiar en alguna universidad seria. La Complutense es una muy buena universidad, con un ideario propio (igual que todas las universidades) tan bueno como cualquier otro. Como bien dijo Schleiermacher en una ocasión, «ser o no ser estúpido, esa es la cuestión».
Querido Ácrata,
Querido Ácrata,
Te recomiendo que empieces a estudiar en alguna universidad seria. La Complutense es una muy buena universidad, con un ideario propio (igual que todas las universidades) tan bueno como cualquier otro. Como bien dijo Schleiermacher en una ocasión, «ser o no ser estúpido, esa es la cuestión».
Querido Ácrata,
Querido Ácrata,
Te recomiendo que empieces a estudiar en alguna universidad seria. La Complutense es una muy buena universidad, con un ideario propio (igual que todas las universidades) tan bueno como cualquier otro. Como bien dijo Schleiermacher en una ocasión, «ser o no ser estúpido, esa es la cuestión».
Ácrata, Jorge y demás
Ácrata, Jorge y demás anónimos: ¿y vosotros os llamáis libertarios? Sólo la falta de respeto hacia la opinión del profesor Gómez Rivas os desacredita como tal. Pero no os preocupéis, podéis seguir haciendo el ridículo: libertariamente, eso sí.
Estimado Miguel Ortiz, como
Estimado Miguel Ortiz, como bien dices en tu sabia y original cita germánica : «ser o no ser estupido esa es la cuestion»
Y la gente que egresa de La Complutense es cierto, no es tonta. . Tengo en mente al excelso libertario Pablo Iglesias. Tu debes ser la excepcion.
Ocurre estimado que lo que natura no da La Complutense no presta.
Yo no le he faltado al
Yo no le he faltado al respeto a don León. Sencillamente he intentado hacer un chiste para quitarle hierro a la metedura de pata del anónimo que se ha puesto a insultar sin saber a quién estaba insultando. Pero aquí nadie se ríe porque sois todos muy jóvenes y no habéis aprendido a reíros.
Galiani y Ortiz, necesitáis relajaros y aprender a defender vuestra verdad sin hacer el gilipollas. A mí me ha costado veinte años dejar de ser tan cafre como era. Vosotros, como sois más listos que yo tardaréis menos. ¡Ánimo y a vivir!
Ferdinando Galiani . Observo
Ferdinando Galiani . Observo que no frecuentas estos foros. sabia y pragmatica actitud la vuestra.
Exponer ideas disidentes con el autor del articulo no es faltar el respeto al mismo. Es liberalismo puro y duro, ese que tu no comulgas en una intolerancia propia de un Pablo Iglesias ¿No sereis otro egresado de «La Complutense»? Mira que esto puede ser academicamente una epidemia plagiaria de proporciones, porque segun eldiario.es, el rector de la universidad el Rey Juan Carlos Fernando Suarez habria plagiado la mayor parte de su produccion cientifica para cobrar sexenios de investigacion. Nullium in verba
¡Abajo los sexenios de
¡Abajo los sexenios de investigación!
(Esta consigna no será publicada nunca en eldiario.es por razones obvias, así que la pongo aquí para que los investigadores se enteren de lo que vale un peine)
La improvisación permite a
La improvisación permite a los niños usar su creatividad, mejorar sus habilidades para hablar en público, la confianza y la concentración. Pero la impro no debe ser siempre la misma. sino que se debe cambiar más a menudo de papel en cuanto uno se siente cómodo en la misma situación. No siempre se debe trabajar la auctoritas en la impro que parte del contexto de El señor de las moscas. Por ejemplo, algunos ejercicios de impro requieren partir de la máxima
«No mirarse a un espejo que está al lado de una lámpara»
Jorge: no se deje engañar por
Jorge: no se deje engañar por los seudónimos… Busque quién fue Ferdinando Galiani y a lo mejor adivina quién está detrás (y si no, al menos habrá aprendido algo, espero). Por cierto, nunca estudié en la Complu, así que agua, el barco está en otra casilla.
Una cosa es disentir con argumentos, deporte sano y recomendable, y otra hacerlo mediante expresiones que a mí me parecen fuera de lugar («encabezado descabezado», «sesudo análisis», «lamentable»), si bien es cierto que no llega al nivel del segundo anónimo («rancio conservador quasi socialista»).
En fin, muy libertario todo…
No veo la menor contradicción
No veo la menor contradicción entre este artículo y el de Rallo. Me parece que alguien tiene algún problema de dislexia.
Creo que el artículo se podría resumir en una frase: cuando queramos tirar el agua sucia, asegurémonos antes de no arrojar también al bebé. No se niega en modo alguno que el agua sucia exista, pero, aunque así fuera, debería estar claro que al peque nunca conviene tirarlo.
Apoyar de facto o por pasiva a unos fascistas asquerosos como son los nazionalistas no es propio de un libertario cabal. Tened la decencia de tratar de disimular un poco la simpatía utilitarista que os inspiran, hombre
Simpatía utilitarista como
Simpatía utilitarista como von Mises o Hayek, pero nada más.
También los que estáis en contra de la secesión apoyáis por pasiva unos fascistas asquerosos, esos que dicen que la voluntad del pueblo español está por encima de todas las cosas. Si el pueblo español vota que hay que cerrar la frontera y expulsar a los musulmanes y meter en la cárcel a los españoles que no estén de acuerdo con el tema, pues se hace y punto. Basta ya de mariconadas liberales. A tales monstruos apoyáis los liberales cabales que estáis en contra de las secesiones.
Hay que tener cuidado para no pasar del utilitarismo simplón a inspirarse en un mal principio moral.
¿España una, grande y libre? ¡Y qué más da! Lo importante es la propiedad privada, el cumplimiento de los contratos, acabar con las leyes que aprueban el despojo. Con España unida o separada en cinco mil españitas, pero basta ya de esta majadería inhumana del Estado del Bienestar.
A lo primero te respondo,
A lo primero te respondo, nullius in verba, que intentar recurrir a algo tan tosco como una las falacia ad verecundiam es la mejor prueba de carecer de razones. Suposición, además, por completo incierta, porque resulta obvio que ni Hayek ni Mises eran utilitaristas ni oportunistas.
Ya que mencionas a Hayek te recordaré que sabía distinguir perfectamente entre mandato y ley, y ahí está la clave del entuerto. La ley es una norma general y abstracta, surgida de la evolución de hábitos y costumbres en un proceso no intencionado, que posibilita la convivencia y la libertad individual, a diferencia de los arbitrarios y coyunturales mandatos u órdenes específicas impuestos sobre la sociedad desde fuera por un soberano (autócrata o cuerpo legislativo). La ley así entendida es anterior al Estado y fundamento de la libertad, aunque el positivismo jurídico haya difuminado el concepto.
Pues bien, no toda norma por vigente es caprichosa, ilegítima o un simple mandato político opresor. En la medida que la Constitución contiene normas generales y abstractas del primer tipo deviene no sólo respetable sino de obligado cumplimiento merced a la razón liberal. Entonces, el artículo que promulga la indisoluble unidad de España será legítimo en tanto pueda interpretarse como garantía de una propiedad común y una básica igualdad ante la ley de la comunidad española que el, por definición, siempre antiliberal nacionalismo pretende destruir.
Ciertamente parece que los genuinos libertarios que defendemos la libertad individual a toda costa oponiéndonos a la infamia nacionalista hiciéramos el caldo gordo al estatismo español, a pesar de no cesar de criticarlo con sensatez, pero en verdad sólo coincidimos con éste en una conclusión a la que llegamos por caminos muy diferentes (que en ciencia sería heurística de certeza). Por el contrario, ¿qué deducción lógica libertaria conduce a aplaudir la inseguridad jurídica y la secesión colectivista de territorios usurpados a sus legítimos propietarios? Ninguna, sólo os mueve la torpe e ingenua esperanza de que la feudalización del poder político tras el triunfo del fascismo termine paradójicamente facilitando en la práctica mayores cotas de libertad individual por la vía de la emigración –como si los feudos fascistas no pudieran “encerrar” a sus siervos-, cuando no una burda equivocación de conceptos: confundís una espuria autodeterminación colectiva con la auténtica libertad individual, análogamente a como cualquier idiota apoyaría la injusta “justicia social”.
Por imperativo de mis convicciones liberales me veo obligado a coincidir con el estatista español en la defensa de la seguridad jurídica, el concepto de ley y la propiedad común. Tú secundas –que no acompañas- al más agresivo estatista catalán debido a un grosero error de concepto o a un, inmoral a la par que ingenuo, tacticismo maquiavélico. Ésa es la gran diferencia.
¿Cuándo has pasado del utilitarismo simplón a inspirarte en un mal principio moral?
Porque lo importante es la propiedad privada, el cumplimiento de los contratos, y las leyes universales y abstractas que, por definición, jamás podrán aprobar el despojo, basta ya de esta majadería inhumana del bienestar del Estado y cualquier apoyo objetivo al nacionalismo.
Un mundo sin reglas al
Un mundo sin reglas al parecer es lo que defienden algunos y supongo un lugar idílico sin frustraciones-
Si Emiliano , necesitamos mas
Si Emiliano , necesitamos mas reglas porque vivimos un exceso de libertad. Tu deberias vivir en lo mas hondo del cul de sac .
¿Y tú qué autoridad tienes
¿Y tú qué autoridad tienes para decirle a Emiliano dónde debería vivir? Piénsalo.
Mírate este vídeo y culturízate un poco. https://www.youtube.com/watch?v=HeJlSckvpPY
Lo mejor es empezar por el principio, seguir por lo de en medio y terminar por el final. Siempre. En toda ocasión.
Anónimo,eres de esos que
Anónimo,eres de esos que cuando meten la pata responden orgullosos » Así soy yo»
Emiliano . Hombre al menos
Emiliano . Hombre al menos sed original no plagieis la estupidez hobbesiana del caos del estado naturaleza. Estais bien adoctrinado para servidor voluntario del soberano. Felicidades lacayo jamas seras un lider.
Imbecilidad sequous servilismo.