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Autopistas nacionales

Publicado en Libertad Digital

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Di Pietro ha bloqueado la fusión esgrimiendo que un decreto de 1997 impide la presencia de constructoras en el capital de la primera empresa de autopistas del país. Sin embargo, resulta que ACS ya es accionista indirecto de Autostrade a través de Schemaventotto, que Gavio (el segundo operador italiano de autopistas) es una empresa constructora y que empresas como Ferrovial gestionan autopistas en Italia. Detrás de las excusas del gobierno italiano se encuentra su mal disimulado giro hacia el nacionalpopulismo y el proteccionismo de corte neomercantilista que tanto decía rechazar durante su etapa en Bruselas el primer ministro italiano, Romano Prodi; gran defensor del "europeísmo" pero siempre esquivo a la hora de defender las libertades económicas de los europeos.

La contradictoria postura de La Caixa, cuyo director general es también presidente de Abertis, puede terminar siendo otro problema clave para los accionistas de las dos empresas y para los consumidores italianos, que son en definitiva quienes más pierden con el veto. Como socio de Abertis la caja de ahorros catalana protesta contra el intervencionismo que coarta su derecho al libre movimiento de capitales y se muestra dispuesta a denunciar el atropello ante Bruselas. Sin embargo, en su papel de socio de Gas Natural lleva meses aplaudiendo el mismo intervencionismo salvaje ejercido por gobierno español contra E.On en la OPA sobre Endesa. La falta de coherencia Fainé y su equipo le puede pasar factura a Abertis ante una eventual negociación con el gobierno italiano o la comisión europea.

Por último tenemos al gobierno español que, con Pedro Solbes y Montilla a la cabeza, han hecho un flaco favor a la fusión de Abertis y Autostrade con su defensa de las trasnochadas teorías sobre los sectores estratégicos y del nacionalismo económico más patético en la OPA de E.On sobre Endesa. La situación de debilidad de nuestro ejecutivo a la hora de defender la libertad de los españoles para invertir su capital libremente es manifiesta. Buena muestra del efecto boomerang que tiene el proteccionismo lanzado por nuestro gobierno ha sido el desprecio con el que Di Pietro ha desechado la invitación del secretario de Estado de Economía español, David Vergara, para encontrar una salida negociada y satisfactoria para todas las partes en el caso Autostrade. En política económica también, quienes siembran vientos suelen recoger tempestades.

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